La subida de los precios de los alimentos sigue sin dar tregua a los hogares en España. Los productos de la cesta de la compra se incrementaron un 10,5% en septiembre, por encima del 8,1% al que lo hicieron de media entre las economías más desarrolladas, agrupadas bajo el paraguas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El 'think tank' ha hecho públicos este martes los datos de inflación de sus miembros, que constatan cómo la tensión afloja para el conjunto, a la vez que ha ido a más en el caso de España.
La tasa general de IPC se redujo dos décimas en términos interanuales para situarse de media en el 6,2% entre los países de la OCDE. Ese mismo mes la inflación escaló nueve décimas en España hasta el 3,5% porque los precios de la energía se abarataron menos de lo que lo hacían hace justo un año.
Los precios de los alimentos vienen subiendo a doble dígito en España desde abril de 2022, acumulan por tanto un rally de más de año y medio. El pico lo registraron en febrero de este año, cuando se dispararon un 16,7% y, si bien, desde entonces han ido moderando su aumento, en los dos últimos meses suben también con más fuerza que entre los países de la Eurozona, como constataba recientemente Eurostat.
Organismos como el Banco de España han advertido de que el alza de los precios de estos productos de primera necesidad afecta en mayor medida a las familias con menos recursos, que son las que tienen que dedicar un mayor porcentaje de su renta al gasto en alimentación. El organismo mostró su preocupación por el hecho de que estas subidas pueden dificultar el acceso a una alimentación saludable e, incluso, obligar a las familias vulnerables a reducir el gasto en otro tipo de bienes o servicios para poder hacerle frente.
La subida de los alimentos golpea a los más vulnerables
Un estudio publicado este martes confirma que el 68% de los consumidores ha cambiado sus hábitos de compra para paliar el incremento de los precios de los productos frescos. Además un 62% busca más ofertas y promociones a la hora de llenar su cesta, de acuerdo con ese mismo informe ('El consumidor de productos frescos ante la inflación'), que ha elaborado Aecoc Shopperview en colaboración MeléndezxFrescos. Moncloa aprobó una ayuda directa, en forma de cheque de 200 euros, para los asalariados, autónomos o desempleados con ingresos bajos inscritos en las oficinas de empleo y que no recibían otras prestaciones sociales, como el Ingreso Mínimo Vital o la pensión.
De momento, la rebaja o eliminación del IVA a los productos básicos por parte del Gobierno, hoy en funciones, sólo ha servido para paliar en parte el ascenso de la cesta de la compra. La sequía y las temperaturas inusualmente altas, los efectos de la guerra en Ucrania o el incremento de los combustibles han presionado al alza los costes de los productos. Desde la patronal aseguran que también lo ha hecho el alza del Salario Mínimo Interprofesional, del que dependen la mayoría de jornales en el campo, y de las cotizaciones sociales.
La posible prórroga de las medidas anticrisis
El Ejecutivo en funciones se ha dado de plazo hasta finales de año para decidir si mantiene o no las medidas extraordinarias aprobadas para hacer frente a los efectos de la crisis energética e inflacionaria, entre ellas, la rebaja del IVA a los alimentos. En unas jornadas organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), el secretario de Estado de Hacienda en funciones, Jesús Gascón, avanzaba que la recaudación tributaria aumentará más del 5% hasta octubre en términos interanuales.
Hasta septiembre lo había hecho al 4,5% y los ingresos por esta vía sumaron 190.064 millones, de acuerdo con los últimos datos publicados por la Agencia Tributaria (AEAT). Ese mayor margen es el que podría permitir al Gobierno prorrogar en parte el conocido como 'escudo social', que organismos nacionales (BdE, AIReF...) e internacionales (Comisión Europea, FMI u OCDE) recomiendan eliminar por completo o limitar únicamente a los hogares y empresas más vulnerables.
