El sector exterior está siendo una ficha clave que explica la resiliencia que la economía española ha mostrado al shock energético y a la crisis de inflación agravados por la guerra en Ucrania. Según las últimas cifras disponibles de contabilidad nacional, las exportaciones de bienes se incrementaron un 2,6% en tasa interanual en el tercer trimestre del año pasado, cuando el PIB frenó en seco para avanzar apenas un 0,1%. A la vez, el turismo roza niveles prepandemia, puesto que hasta noviembre el país había recuperado el 85% de las llegadas de viajeros internacionales y el 94% del gasto que estos realizaron en 2019, según la encuesta Frontur del INE.
A falta de los últimos datos relativos al cierre del año, España podría haber despedido en 2022 su undécimo ejercicio consecutivo con superávit de la balanza por cuenta corriente (la diferencia entre exportaciones, incluido el turismo, e importaciones) pese a la enorme incertidumbre que ha golpeado a la Eurozona y al resto de grandes economías los últimos trimestres. Ese dinamismo del sector exterior ha venido siendo una constante desde 2012 y constata la transformación a la que la economía nacional se sometió a raíz de la crisis financiera y de los recortes y sacrificios que esta supuso.
Entre 2012 y 2021 el sector exportador elevó un 40% las ventas de bienes al exterior en términos nominales, el incremento más fuerte entre las cinco mayores economías de la Eurozona (Alemania, Francia, Italia, Países Bajos y España). Esto habría sido así, en buena medida, gracias a que las condiciones de competitividad-coste de las exportaciones españolas se han mantenido propicias, como apunta Ramon Xifré, profesor asociado y director de investigación en ESCI-UPF, en un artículo publicado en los 'Cuadernos de Información Económica de Funcas.
De hecho, los costes de exportación apenas han aumentado de media un 2% al comparar con las otras economías de la región, cuando en ese mismo periodo los costes laborales unitarios de la economía española subieron algo más del 10%. Xifré apunta que probablemente los exportadores han contenido parcialmente los costes de exportación, sin trasladar todos los aumentos que han registrado para poder ganar o mantener su competitividad coste/precio en el exterior.
Al tomar como referencia los datos más recientes, los de los tres primeros trimestres del pasado ejercicio, se aprecia cómo la buena dinámica exportadora persiste. Así, España es la segunda economía de entre las cinco principales del euro con mayor repunte interanual de las exportaciones mensuales, que fueron acelerando su crecimiento mes a mes. En un contexto en el que el euro se depreció con fuerza frente al dólar por la política de tipos más agresiva de la Reserva Federal (la divisa común llegó a perder incluso la paridad con el billete verde) las ventas de las empresas españolas a mercados extracomunitarios crecieron el doble que las realizadas dentro de la UE en cinco de los nueve primeros meses de 2022.
Ni la inflación ni la guerra han erosionado la competitividad
Además y pese al golpe que ha supuesto la inflación, que tocó techo en julio en el 10,8% y se situaba en el 5,7% en diciembre, de momento no se aprecian indicios de que la presión de los precios pueda perjudicar significativamente a la competitividad exterior, según el experto que recuerda, eso sí, que las exportaciones de España están todavía infrarrepresentadas dentro del bloque de las cinco mayores economías del euro en relación al PIB. "No se puede afirmar que en los tres primeros trimestres de 2022 se hayan erosionado de forma significativa las condiciones de competitividad-coste de la economía española", apunta Xifré, y añade que, hasta el momento, se han mantenido las favorables condiciones domésticas que han soportado en parte la expansión de las exportaciones desde 2012.
En principio, el hecho de que España haya logrado registrar unas tasas de inflación más moderadas que sus socios los últimos meses (diciembre fue el segundo consecutivo con el nivel más bajo de toda la Eurozona, según Eurostat) habría ayudado al país a ganar competitividad; la rebaja de la factura energética gracias a la 'excepción ibérica' o tope al gas, también habría contribuido a ello. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publica este viernes el primer avance del PIB del cuarto trimestre, que ofrecerá ya una foto fiel sobre el comportamiento que el sector exterior registró en el conjunto del ejercicio.
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