Medidas anticrisis

Hacienda no descarta prorrogar la rebaja del IVA de los alimentos más allá de junio

El precio de los alimentos y las bebidas no alcohólicas registró en febrero un incremento del 5,3%, su menor subida desde el comienzo de la guerra de Ucrania, gracias a la caída de las legumbres, las hortalizas y la carne

La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante una rueda de prensa para presentar el avance del cierre de la ejecución presupuestaria de 2023
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante la rueda de prensa para presentar el avance del cierre de la ejecución presupuestaria de 2023
Europa Press

El Gobierno esperará hasta junio para decidir si mantiene la rebaja del IVA de los alimentos más allá del día 30 de ese mes, la fecha en la que estaba previsto que expirase. Fuentes del Ministerio de Hacienda ya no descartan una prórroga de esta medida, que se incluyó dentro del paquete anticrisis para hacer frente a la escalada de la inflación tras la invasión rusa de Ucrania. Así, reconocen que antes de tomar una decisión al respecto esperarán a ver cómo se comportan los precios de estos bienes de primera necesidad en un futuro. "En ese momento veremos", señalan. De producirse, sería la tercera prórroga de esta medida.

El Ejecutivo aprobó por primera vez la supresión o la reducción del IVA de los productos básicos de la cesta de la compra a finales de 2022 y comenzó a aplicarla en enero del año pasado por un periodo de seis meses. Los precios de los alimentos seguían subiendo con fuerza en medio de un contexto marcado por la sequía, por las temperaturas inusualmente altas y por las tensiones geopolíticas en Ucrania. Por todo ello, se decidió ampliar la rebaja en junio hasta el 31 de diciembre. Y a finales de año, apenas unos días antes de que la medida concluyera, optó por aprobar una segunda prórroga por otros seis meses.

A lo largo de todo este tiempo han pasado a estar exentos de IVA productos como la leche, el pan, los huevos, el queso, las frutas, así como las legumbres, tubérculos y cereales, que antes estaban gravados al 4%. Al mismo tiempo, los aceites de oliva y de semillas, así como las pastas alimenticias han visto reducido el tipo que se les aplica del 10 al 5%. Esta medida ha tenido un impacto evidente en la recaudación.

En el avance de los datos de ejecución presupuestaria que presentó el jueves, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, precisó que la rebaja del IVA a los alimentos y a la energía restaron 4.300 millones de euros a la recaudación en el último ejercicio. Los ingresos por este tributo se incrementaron un 1,6% hasta los 83.909 millones de euros, cuando la recaudación por el IRPF lo hizo un 9,9% y la de Sociedades un 9%. En total, la recaudación tributaria se disparó el año pasado un 6,4% para marcar un nuevo máximo histórico en los 271.935 millones de euros. Su estirón contribuyó a reducir el déficit público hasta los 53.556 millones de euros, el equivalente al 3,66% del PIB.

El BdE prevé que el precio de los alimentos se normalice este año

La pasada semana el Banco de España (BdE) apuntaba que los precios de los alimentos se irán normalizando a lo largo de este año. Subirán de forma más contenida a lo largo del primer semestre y se tensionarían algo a partir de julio, cuando en principio está previsto que se elimine la rebaja del IVA. Aunque se cumpliera ese calendario, en el conjunto del ejercicio estos bienes subirían mucho menos de lo que lo hicieron el año pasado en promedio (11,8%).

Este comportamiento menos inflacionista se mantendría tanto el próximo ejercicio como el siguiente, aportando algo de alivio al presupuesto de las familias, de acuerdo con el horizonte que la entidad maneja en su último Informe Trimestral de la Economía, un documento previo a la publicación del dato definitivo de IPC de febrero. El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó poco después que los alimentos y las bebidas no alcohólicas se encarecieron un 5,3% el mes pasado, su menor incremento desde que estalló la guerra en Ucrania. En enero, la inflación de los alimentos se había tensado una décima hasta el 7,4% interanual.

Las tensiones en el Índice de Precios al Consumo (IPC) han ido menguando los últimos meses tanto en España como en el resto de la Eurozona (a nivel nacional su tasa anual se situó en el 2,8% en febrero) y acercan el horizonte de una rebaja de los tipos por parte del Banco Central Europeo. Más aún ante la constatación de que las mayores economías de la región -a excepción de España- muestran síntomas evidentes de debilidad o registran una contracción, como es el caso de Alemania, que podría entrar en recesión técnica este mismo trimestre.

Tensiones de precios al margen, organismos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) han venido advirtiendo de que España sólo cumplirá su objetivo de reducir el déficit este año al 3% del PIB si elimina todas las medidas adoptadas para hacer frente a las crisis inflacionaria y energética. Esto incluye la rebaja del IVA del precio de la electricidad y los alimentos, aunque no las bonificaciones al transporte público. El país está obligado a reducir el desfase de sus cuentas públicas a ese nivel ante la vuelta de las reglas fiscales a nivel europeo.

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