La inflación se ajusta al 3,3% en marzo por la energía bajo la presión de los alimentos

Después de estancarse en el arranque del año, la inflación moderó su tasa anual en marzo 2,7 puntos con respecto a febrero hasta situarse en el 3,3%. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este viernes el dato avanzado hace solo unas semanas, por lo que el IPC se sitúa en su nivel más bajo desde agosto de 2021. Ese movimiento de fuerte contención en el alza de los precios se produce por el llamado efecto base o escalón, puesto que en el mismo mes hace justo un año la electricidad y los carburantes se dispararon a cotas inéditas tras producirse la invasión rusa de Ucrania, y ahora sus precios caen un 51,8% interanual en el caso de la electricidad, un 15,3% en el del gasóleo y un 12,6% en el de la gasolina.

La inflación subyacente, que excluye de su cómputo los elementos más volátiles, se modera por primera vez desde septiembre, hasta el 7,5%, un nivel que podría dejar entrever tensiones más estructurales y que deja claro hasta qué punto el Banco Central Europeo (BCE) va a seguir presionado para seguir subiendo los tipos de interés y tratar de atajar el encarecimiento de la vida. En el caso español, en concreto, la brecha entre la subyacente y la tasa general es la más amplia desde agosto de 1986, cuando el INE empezó a calcular la primera.

Ese encarecimiento sigue afectando de forma especialmente significativa a los alimentos y bebidas no alcohólicas, que suben un 16,5% interanual (apenas una décima menos que el mes anterior, cuando avanzaron a su mayor ritmo desde 1994). Esto fue así debido a que el pescado, el marisco, la leche, el queso, los huevos y los aceites y grasas registraron un alza de precios inferior a la de marzo del año pasado. Mientras, las legumbres y hortalizas frescas, así como otros productos elaborados lo han hecho este año con más fuerza. 

Ninguna rúbrica dentro de los alimentos cuesta menos que hace un año y la subida interanual es especialmente acusada en el caso del azúcar (50,4%), el aceite de oliva (32,1%) o de la leche (30,4%). En términos mensuales (marzo sobre febrero), la inflación aumentó un 0,4%, cinco décimas menos de lo que lo hizo el mes previo, entre otras cosas porque los alimentos siguieron presionando al alza (1,1%). La inflación llevó al Gobierno a suprimir el IVA en determinados alimentos básicos y a reducirlo del 10 al 5% en productos como la pasta y el aceite desde principios de año.

El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) que es la referencia que Eurostat toma para hacer su comparativa entre los distintos países, modera su tasa anual casi tres puntos en relación a febrero para situarse en el 3,1%. Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos ponen en valor que España se mantiene como uno de los países con la tasa de inflación más baja entre sus principales socios comerciales, lo que favorece la competitividad de las empresas españolas, "como ponen de manifiesto las ganancias de cuota de mercado y el aumento de las exportaciones de bienes y servicios, incluso en el complejo contexto económico internacional", señalan.