Los precios subieron un 4,3%

La inflación da un respiro en septiembre al BCE en pleno frenazo de la economía

Eurostat confirma que la inflación subyacente, que excluye de su cálculo los precios de la energía y los alimentos frescos por ser más volátiles, moderó su tasa el mes pasado hasta el 4,5%, el nivel más bajo desde agosto de 2022

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, y el director gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad, Pierre Gramegna.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, y el director gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad, Pierre Gramegna.
EFE

La inflación da un leve respiro al Banco Central Europeo (BCE), cuando las principales economías de la región reflejan ya síntomas evidentes de debilitamiento por la subida más acelerada de los tipos de interés desde la creación del euro. La oficina de Estadísticas europea, Eurostat, ha confirmado que los precios subieron un 4,3% el mes pasado en la Eurozona en tasa interanual, nueve décimas menos que en agosto y su menor incremento en casi dos años. Ha sido un tiempo que han estado marcado por las consecuencias de la guerra en Ucrania y de la crisis energética y por los coletazos de la pandemia en las cadenas de suministro globales. 

El emisor, que ha venido incidiendo en que los Estados deberán prepararse para un periodo más prolongado con los tipos en niveles elevados para hacer frente a una inflación que no termina de doblegarse, se reúne de nuevo el próximo 26 de octubre y, en principio, analistas y gestoras prevén que haga una pausa tras haber elevado las tasas de referencia en 450 puntos básicos desde julio del año pasado (hasta el 4,5%). 

Una de las claves que permitiría ese alto en el camino es que la inflación subyacente, una referencia que condiciona sus decisiones por reflejar tensiones más estructurales de los precios, se moderó también el mes pasado ocho décimas hasta el 4,5%, el nivel más bajo desde agosto de 2022. Los dos datos confirman lo avanzado por Eurostat hace solo unas semanas y sitúan en el 4,9% la tasa general de IPC para el conjunto de los Veintisiete.

La subida de la cesta de la compra se moderó en la Eurozona por el mayor descenso en el coste de la energía, que retrocedió un 4,6% (venía de hacerlo al 3,3% en agosto) y al encarecerse también algo menos los alimentos frescos, cuya tasa se moderó al 6,6% desde el 7,8% registrado un mes antes. 

En lo que respecta a los servicios, que habían venido liderando la recuperación frente a la parálisis de la industria -y donde el BCE había detectado una subida más fuerte de los salarios y temía efectos de segunda ronda- sus precios subieron un 4,7% interanual, ocho décimas menos que en el agosto. Mientras, los bienes industriales no energéticos se incrementaron seis décimas menos que el mes anterior, con un alza del 4,1%.

Entre las grandes economías europeas, Alemania vio menguar en más de dos puntos su tasa de inflación hasta el 4,3%, Francia vio cómo el alza de los precios se estabilizaba en el 5,7%, mientras que en el caso de Italia se tensionó una décima hasta el 5,6%. En España la tasa de inflación armonizada, que es la referencia que se toma para establecer las comparaciones entre países, se elevó hasta el 3,3% desde el 2,4% que había registrado un mes antes. 

Lo publicado este miércoles por la oficina de estadísticas comunitaria confirma que la inflación descendió en veintiún Estados miembro, se mantuvo estable en uno y aumentó en cinco, registrando los repuntes más elevados Hungría (12,2%), Rumanía (9,2%) y Eslovaquia (9%), economías que están más directamente afectadas por la invasión rusa de Ucrania.

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