La inflación se tensa en septiembre al 3,5% con el precio de los alimentos disparado

La subida de la luz y de los carburantes, pero sobre todo la de los alimentos, volvió a meter presión al presupuesto de los hogares en septiembre. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este viernes que la tasa interanual de inflación escaló el mes pasado nueve décimas hasta el 3,5%, como avanzó hace unas semanas, siendo las rúbricas de Vivienda y Transporte las que más contribuyeron a encarecer la cesta de la compra.

Los precios se tensionaron por tercer mes consecutivo debido al conocido como efecto base base, dado que la energía (que ahora se encarece con las tensiones en los mercados petroleros y la subida del gas) se había abaratado de forma notable hace justo un año por las medidas extraordinarias que el Gobierno aprobó para hacer frente a las consecuencias de la guerra de Ucrania y de las crisis energética e inflacionaria.

La luz y la gasolina subieron en el último mes y los alimentos y bebidas no alcohólicas siguen desbocados, al haberse disparado un 10,5% en tasa interanual -al mismo nivel que lo hicieron en agosto- por lo que acumulan ya dieciocho meses consecutivos subiendo a doble dígito. La rebaja del IVA a los alimentos ha tenido un impacto moderado en un contexto marcado por la sequía, la invasión rusa de Ucrania o los problemas que aún persisten en las cadenas de suministro global. Sólo el precio del aceite de oliva se disparó en septiembre un 67% respecto al mismo mes de 2022, su mayor subida interanual en 21 años.

La inflación subyacente, que excluye de su cálculo los elementos más volátiles como los precios de los alimentos frescos y los de la energía, se redujo tres décimas hasta el 5,8%, su nivel más bajo desde junio del año pasado. En términos mensuales (en relación a agosto) el IPC subió dos décimas en septiembre. 

Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital ponen en valor el hecho de que España lleve más de un año entre los países con menor tasa de inflación y registrando, a la vez, el mayor crecimiento de toda la región del euro. "En un contexto inflacionario en toda Europa, España se consolida como uno de los países de la zona euro con una menor inflación, tras bajarla casi 5,5 puntos en el último año", sostienen. El INE ha confirmado que en septiembre la tasa de variación anual del IPCA, que es el dato que Eurostat toma como referencia para poder hacer las comparativas entre países, se situó en el 3,3%, nueve décimas por encima de  como había despedido el mes anterior.

Una inflación más persistente y tipos altos por más tiempo

Pese a ser mejores que los de otros países de nuestro entorno, los datos muestran que el problema de los precios está lejos de solucionarse aún, sobre todo en un contexto de crisis geopolítica y con el recorte de la oferta de crudo que están aplicando los países productores de la OPEP y sus socios (Rusia, México...). Este hecho trae de cabeza a los bancos centrales, que ya han dejado claro que habrá que prepararse para un periodo más prolongado con los tipos de interés en niveles elevados. 

Organismos como el Banco de España también han advertido recientemente de que habrá que hacer frente a una inflación más persistente y elevada, que presionará el bolsillo de los consumidores al menos hasta 2025. De hecho, la entidad capitaneada por Pablo Hernández de Cos prevé que el alza de los precios toque un nuevo techo a mediados del año que viene en el entorno del 5%, si bien sitúa la tasa en el conjunto del ejercicio en el 4,3%, desde el 3,6% al que prevé que despida este año de media. 

En septiembre la tasa anual del IPC aumentó en relación a agosto en todas las comunidades autónomas, si bien las mayores alzas se registraron en Extremadura, (1,3%) Castilla-La Mancha (1,1%) y en Galicia y La Rioja (un 1% en ambos casos). Por su parte, los menores incrementos se produjeron en Comunidad Foral de Navarra y Principado de Asturias, de 0,6 puntos en ambos casos.