Lotepegui y Màxim: los errores graves en recursos humanos se pueden pagar caros

  • La falta de información, rigor y ética profesional provoca el despido de uno y la destitución de otro. La empresa privada está un paso por delante
Lopetegui y Florentino
Lopetegui y Florentino
EFE

Los casos de Julen Lopetegui y Màxim Huerta han conmocionado esta semana a la opinión pública. En ambos se vislumbran errores clave en la gestión de recursos humanos que están pagando caros tanto el Gobierno y la Federación como los protagonistas, dañados en su marca personal. Lopetegui ha sido despedido tras comunicarse su firma por el Real Madrid recién renovado por la selección, mientras que los problemas de Màxim Huerta con Hacienda le han convertido en el ministro más efímero de la democracia. ¿Se pudieron evitar sus casos? Los expertos consultados creen que en la empresa privada no habrían ocurrido.

Falta de transparencia en la Administración

"En cualquier empresa hay un proceso de selección, unos requisitos, unas entrevistas y referencias. Es vital que la persona sea respaldada por otros y posea experiencia en el campo. En el caso de Màxim Huerta parece que el perfil para el puesto ya era dudoso de inicio. Ya empezó con ese hándicap y estaba en el foco. A partir de ahí ha evidenciado una falta de ética profesional al no comunicar sus problemas aunque fuera inocente", señala Pilar Llacer, experta en Recursos Humanos y Gestión de Talento.  "Es evidente que tiene que haber más rigor en cuanto a los criterios de transparencia para los cargos públicos, tanto en el tema de incompatibilidades como en cuanto al examen previo. Al menos han actuado rápido", señala.

Maxim cede el testigo como ministro de Cultura y Deporte
Maxim cede el testigo como ministro de Cultura y Deporte. /EFE

No solo eso. El componente emocional es clave. "Hablamos de un joven periodista, exitoso, que ve cerca ser ministro. La pasión se impone a la razón aunque sea a costa de dañar su propia imagen. Llama la atención la falta de control de la administración en el tema de la transparencia cuando tiene todos los mecanismos para llevarlo a cabo", destaca José Manuel Casado, socio director de 2C Consulting.

Magali Riera, profesora de Recursos Humanos y doctorada en Derecho Deportivo considera que en el caso de Màxim se ponen de manifiesto ciertas carencias. "En EEUU a nivel de la administración se toman otras medidas, se dispone incluso de información privilegiada de los candidatos. Y también está el tema de las redes sociales. Es inaudito que no se miraran antes cuando en la empresa privada pueden costar el puesto al candidato porque son públicas. No deja de sorprender que un Gobierno que llega al poder subido en la ola de la regeneración no haya cuidado esos detalles. Es información al alcance de todo el mundo".

Julen Lopetegui daña su marca y la del Madrid

Respecto a Julen Lopetegui los expertos consideran que lo emocional, los sentimientos y lo profesional se mezclan en un cóctel explosivo. "Aquí el error ha sido la falta de comunicación a tiempo y la transparencia, además del compromiso. Julen es consciente de las implicaciones emocionales y públicas de su decisión aunque tenga derecho a cambiar de trabajo porque hay oportunidades que no se presentan dos veces. No es solo abandonar un trabajo, sino la sensación de traición a un país. En cualquier empresa privada hubiera pasado lo mismo", señala Llacer, que considera que la apuesta por Hierro tiene lógica empresarial porque ya estaba dentro y no rompe el ecosistema.

Lopetegui abandona el Mundial de Rusia tras ser despedido
Lopetegui abandona el Mundial de Rusia tras ser despedido./EFE

Casado añade el punto de la ambición. "Las decisiones más importantes son emocionales. Luego las justificamos con la razón. En este caso la gestión de Julen y del Madrid es errónea, ambos pierden marca, pero logran lo que querían. Yo siempre digo que para ver si uno se ha equivocado en un fichaje hay que esperar seis meses".

Riera considera que estamos ante un "riesgo medido". Al Madrid no le interesaba la posibilidad de un fracaso y Lopetegui no quería perder su oportunidad. "La realidad es que llegados a este punto la federación tenía que mostrar firmeza. Ya ha recibido golpes, y ha lanzado el mensaje de que había que tomarla en serio, aunque pierda dinero. Al final en cualquier relación empresarial y laboral la confianza es un pilar, si se rompe esta se acaba el contrato". Todo habría sido más fácil en ambos casos facilitando toda la información, con rigor y honestidad. Y a partir de ahí, gestionar cómo se trasladaba a la opinión pública (en el caso de Lopetegui) o renunciar al fichaje (en el caso de Màxim).

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