Previsiones de primavera

La OCDE aconseja a España subir tributos verdes e IVA para cumplir su ajuste fiscal

El 'think tank' de las economías más desarrolladas del planeta ha mejorado tres décimas su previsión de PIB para España hasta el 1,8% este año, en línea con otros organismos, y mantiene el cálculo para 2025 en el 2%

Cormann OCDE
Cormann OCDE
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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se suma este jueves a la oleada de mejora de las previsiones económicas para España, después de que el PIB nacional avanzase a un ritmo mayor del previsto en 2023 (2,5%) y de que el efecto arrastre le permitiera acelerar al 0,7% en el primer trimestre, según lo avanzado por el INE. El 'think tank' que engloba a las economías más desarrolladas eleva al 1,8% el avance estimado para este año, tres décimas por encima de lo que calculaba en febrero, y mantiene el de 2025 en el 2%. Pese a ese mayor dinamismo, España tendrá que intensificar su ajuste tanto éste como los próximos ejercicios.

"Será necesaria una consolidación fiscal más fuerte y sostenida a medio plazo para mantener la deuda en una senda descendente, cumplir las reglas fiscales propuestas por la UE y crear espacio para futuras prioridades de gasto", advierte la OCDE. En el más corto plazo esto implica que las medidas destinadas a mitigar el impacto de la crisis de precios de la energía deberían orientarse hacia ayudas específicas a las rentas de los más vulnerables. 

Al mismo tiempo y para poder hacer frente a futuras presiones sobre el gasto (principalmente por el proceso de envejecimiento de la población), el ajuste debería basarse en movilizar ingresos adicionales. Para ello, la organización que capitanea Mathias Cormann apuesta por ampliar gradualmente la base imponible del IVA y por elevar los impuestos medioambientales. También por mejorar la eficiencia del gasto público. 

Para garantizar un crecimiento sostenible España deberá hacer frente a otro de sus problemas estructurales, la baja productividad. Desde la OCDE creen que el país debe centrarse en mejorar la cualificación de los trabajadores y en reforzar los resultados de la educación y para ello, recomiendan al Gobierno una reforma de las políticas activas de empleo. Otro frente de actuación sería la aplicación "efectiva" del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que también ayudaría a mejorar las perspectivas de crecimiento.

En sus previsiones de primavera, la organización apunta a que la ratio de deuda pública sobre PIB descenderá este año hasta el 107,1% desde el 107,7% al que despidió el pasado ejercicio, y que seguirá moderándose el año que viene hasta el 106,7%. En lo que respecta al déficit, sitúa el agujero de las cuentas públicas en el 3,3% desde el 3,6% al que despidió el año pasado, lo que en la práctica llevaría a España a incumplir la meta comprometida con Bruselas del 3%. De cara al año que viene lo reduce hasta el 2,6%. 

La inversión seguirá débil y el paro descenderá menos rápido

A lo largo de este año, el consumo se verá respaldado por la solidez del mercado laboral y por el aumento de la renta real de los hogares en un contexto en el que la inflación seguirá moderándose. Sin embargo, la inversión seguirá siendo débil por el efecto retardado de la subida de los tipos de interés. "El envejecimiento de la población, el lento crecimiento de la productividad y la baja inversión lastran el potencial de crecimiento de España", advierte el documento. Esta variable sí que aumentará el año que viene gracias a la aplicación del Plan de Recuperación. 

El crecimiento de las exportaciones seguirá siendo moderado los próximos meses y mejorará a partir de 2025 a medida que se fortalezca el crecimiento de los socios comerciales de la UE. La organización estima que los precios subirán de media al 3% en 2024 y al 2,3% en 2025. A la vez, la tasa de paro seguirá descendiendo, aunque a un ritmo más lento que en años anteriores, debido a la moderación prevista de la creación de empleo y al incremento previsto de la población activa.

"Los riesgos a la baja incluyen una nueva escalada de las tensiones geopolíticas que podría elevar los precios de la energía y la inflación y empeorar la demanda de los principales socios comerciales de España", asevera en su informe. Una aplicación más lenta del Plan de Recuperación (y del despliegue de los fondos europeos Next Generation) también podría frenar el crecimiento económico. Por el contrario, una mejora del entorno internacional más rápida de lo previsto supondría un espaldarazo para la actividad.

Estados Unidos amplía su brecha de crecimiento con la Eurozona

A nivel mundial, la organización mejora las perspectivas económicas para este año gracias al tirón de la primera economía del mundo, Estados Unidos, y al de varios de los grandes países emergentes. Por el contrario, Europa seguirá débil, lastrada por el estancamiento de Alemania, Francia e Italia. En su informe semestral calcula que la economía global crecerá un 3,1% este año, al mismo nivel que el pasado ejercicio aunque dos décimas más de lo que preveía en febrero. 

"Un optimismo prudente ha comenzado a dominar en la economía mundial, pese a un crecimiento modesto y a la sombra persistente de los riesgos geopolíticos", resume la economista jefe, Clare Lomardelli. Estados Unidos, que crecerá según sus cálculos un 2,6% este año (cinco décimas más de su anterior previsión) ampliará su brecha con la UE en general y con la Eurozona en particular. El conjunto de países que comparten el euro apenas avanzarán un 0,7 % este año y un 1,5 % el próximo.

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