El Banco de España (BdE) ha confirmado este miércoles que la deuda del conjunto de las administraciones públicas siguió subiendo el año pasado hasta situarse en los 1,574 billones de euros al cierre del ejercicio, rozando el máximo histórico que marcó en el tercer trimestre. Sin embargo, el hecho de que la economía avanzase por encima de lo previsto (2,5%) pese al contexto de tipos altos, frenazo de la Eurozona y tensiones geopolíticas, permitió que el endeudamiento se redujese en términos relativos, situándose la ratio sobre PIB en el 107,7%, cuatro puntos por debajo de como cerró el ejercicio previo.
En un solo año el volumen de deuda ha aumentado en 70.955 millones de euros debido al despliegue de medidas que el Estado ha tenido que aprobar para hacer frente a la crisis energética e inflacionaria y a las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania en las empresas y en las familias. A la vez, ese 107,7% mejora lo comprometido por el Gobierno y supone un descenso notable desde el 111,2% de deuda que España registraba al comienzo del ejercicio.
Al mismo tiempo, deja a España en una posición algo mejor ante la vuelta de los límites de déficit y deuda a nivel europeo, que vuelven a estar vigentes desde el pasado mes de enero. En mayo empezarán a aplicarse las nuevas reglas fiscales, que deben recibir antes el visto bueno del Parlamento Europeo, y Bruselas ya ha reclamado a España un mayor esfuerzo para contener este desequilibrio, que supone un "riesgo elevado" a medio plazo por el envejecimiento de la población y el aumento del gasto en pensiones.
Por subsectores, la deuda de la Administración Central se elevó un 5,5% interanual y alcanza ya los 1,434 billones de euros, en tanto que el Estado es el que ha asumido la mayor parte del coste del conocido como 'escudo social'. Ese volumen de pasivo representa el 98,1% del PIB.
En el caso de la deuda de las Administraciones de Seguridad Social, repuntó un 9,4% en el último año hasta los 116.000 millones (el equivalente al 7,9% del PIB) después de que el Ejecutivo Central volviese a ligar la revalorización de las pensiones al aumento promedio de la inflación en el ejercicio previo.
En lo que respecta a los territorios, la entidad ha confirmado también que la deuda del conjunto de las comunidades autónomas se elevó un 2,6% interanual hasta alcanzar los 325.000 millones de euros al cierre del año, cantidad que supone en torno al 22,2% de la economía. Mientras, el endeudamiento de las entidades locales avanzó un 1,2% hasta los 23.000 millones de euros, alrededor del 1,6% del PIB.
Comunidad Valenciana, Murcia y Cataluña, las más endeudadas
En pleno debate sobre la propuesta del Gobierno Central para condonar a las autonomías una parte de su deuda -que se enmarca en el pacto de investidura firmado por el PSOE y ERC- la información publicada por el BdE confirma que la Comunidad Valenciana se mantiene como la más endeudada en términos relativos, dado que su pasivo alcanza el 42,2% de su PIB. Esto tras haberlo reducirlo en algo más de un punto en relación al cuarto trimestre del ejercicio previo.
Le siguen la Región de Murcia, que ha reducido su endeudamiento al apenas seis décimas hasta el 31,1% de su PIB; así como Cataluña, con un nivel de deuda que representa alrededor del 31% de su economía, esto es, dos puntos menos que a finales de 2022. En el lado opuesto se sitúan Navarra, con una ratio de deuda sobre PIB del 12% (la ha rebajado en 1,4 puntos), Canarias (12,2% de deuda) y la Comunidad de Madrid (12,6%).
A nivel local, la entidad que capitanea Pablo Hernández de Cos ha dado a conocer también los datos de los ayuntamientos de más de 300.000 habitantes. Madrid se colocó a la cabeza tras elevar su deuda un 12,8% hasta los 1.960 millones. Por detrás se situaron Barcelona, que disparó su endeudamiento un 19,3% hasta los 1.333 millones; así como Zaragoza, con un 4,1% más y un pasivo que alcanza los 603 millones, Murcia (269 millones y un alza del 7,6%) y Sevilla (239 millones tras repuntar su deuda un 10,6% interanual).
Por instrumentos, a cierre del cuarto trimestre la mayor parte de la deuda española estaba en valores representativos de deuda (1,397 billones) y fundamentalmente a plazos más largos (1,326 billones). En valores a corto plazo sumó 71.665 millones de euros. El Tesoro ha hecho un esfuerzo por elevar la vida media de la deuda para protegerse del aumento de los costes de financiación ante las subidas de los tipos de interés. El resto del endeudamiento se repartía en préstamos (170.748 millones) y en efectivo y depósitos (5.286 millones).
