Qué son las cotizaciones sociales y cómo afecta su subida a subsidios y pensiones

El Gobierno ha pactado con los sindicatos UGT y CCOO el nuevo mecanismo de equidad intergeneracional que contempla una subida de 0,6 puntos vía cotizaciones a la Seguridad Social al fondo de reserva a partir de 2023 y hasta 2032 para sostener el incremento del gasto en pensiones. El acuerdo, del que se han descolgado este pasado lunes las patronales CEOE y Cepyme, supondrá la reactivación del fondo de reserva de la Seguridad Social, la denominada hucha de las pensiones.

Todo ello "mediante una aportación finalista entre 2023 y 2032 (...) de +0,6 puntos porcentuales de la cotización por contingencias comunes", informó el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. El diseño de este mecanismo, que viene a sustituir al derogado factor de sostenibilidad de la reforma de 2013, se incluirá mediante enmienda al proyecto de ley que se está tramitando actualmente en el Congreso de los Diputados. Esa aportación de 0,6 puntos de la cotización por contingencias comunes se repartirá entre la empresa y el trabajador "con la misma distribución que en las cotizaciones sociales", según el ministerio. Así, quedarán repartidas en +0,5 para la empresa y un +0,1 para el empleado.

¿Qué son las cotizaciones sociales? 

Las cotizaciones a la Seguridad Social, comúnmente, se extraen a través de un porcentaje mensual o fracción que se retiene en el sueldo del trabajador. Además, esta retención queda registrada y recogida en la nómina de todos y cada uno de los trabajadores. Esta cuantía se deposita de forma directa en la Seguridad Social, suponiendo uno de los recursos más importantes en la financiación en las arcas de un país. Gracias a esto el trabajador podrá beneficiarse de la recepción de pensión de jubilación y ser receptor de determinados subsidios. 

En este sentido, a medida que una empresa realice un aporte mayor a la Seguridad Social del trabajador, aumentarán las prestaciones que reciban en un futuro como la pensión por jubilación.

A pesar de que la base de cotización máxima es la misma para todos los grupos laborales, la mínima varía, ya que los primeros grupos aportan más que los últimos. Esto explica cómo en los primeros grupos, donde la empresa aporta una mayor cuantía, la cantidad acumulada  a largo plazo de cara a la pensión de jubilación es mayor porque el porcentaje que se extrae del salario es mayor. En este sentido, la cuantía de la futura jubilación de los trabajadores dependerá de la base de cotización de los últimos años de la vida laboral.

¿Cómo afectan a los trabajadores en paro?

La base de jubilación a la que está sujeta la cotización del trabajador es la misma que la base reguladora, es decir, una cifra que calcula la cuantía de la pensión en función del tiempo trabajado. Este mismo valor es el que se tiene en cuenta a la hora de computar la prestación por desempleo a través de una media de los últimos 180 días cotizados. A pesar de que los ingresos del trabajador sean menores cuando está desempleado y percibiendo el paro, la cotización a la jubilación no se ve afectada.

Esta medida está diseñada para afrontar el gasto que supondrá el pago de pensiones a los 'baby boomers', los nacidos entre 1958 y 1977. En este periodo nacieron casi 14 millones de personas, 2,5 más que en los veinte años anteriores y 4,5 millones más que en los veinte años siguientes. Su función será actuar como "válvula de seguridad" del sistema a partir de 2033, en el caso de que haya un desvío de la previsión de gasto en pensiones para 2050.