Créditos por pagar

¿Cuándo conviene reunificar deudas? Así puedes pagar menos dinero al mes

Esta operación bancaria puede compensar a quienes continúan acumulando deudas simultáneas pero no consiguen pagarlos todos a tiempo debido a su situación económica. 

Billetes de euro.
Billetes de euro.
Imagen de Freepik.

Cuando las deudas ahogan a los usuarios es posible realizar algunas operaciones que las aligeren. Por un lado está la Ley de la Segunda Oportunidad que permite facilitar el pago sin perder el derecho al cobro. Y por otro, se puede realizar una reunificación de deudas. Esto consiste precisamente en agrupar aquellos préstamos pendientes que tenga el deudor acumulados.

Este trámite ofrece la posibilidad de reducir la cuantía mensual que queda por pagar o reajustar los diferentes plazos. Es algo que podría reducir consecuencias más graves como embargos pero es necesario solicitarlo personalmente. 

Se pueden reunificar por ejemplo hipotecas, préstamos del coche o reformas inesperadas. Eso sí, aunque tiene muchas ventajas también presenta otros inconvenientes que los deudores deberían conocer.

Beneficios e desventajas

La principal ventaja que presenta la reunificación de deudas es la posibilidad de renegociar e incluso mejorar las condiciones de los préstamos. Por ejemplo, con relación a los plazos, las cuotas o los tipos de interés. 

Además, será más sencillo conocer la situación financiera al considerar una sola deuda. También tendremos la posibilidad de negociar con una entidad y tener mayores facilidades de liquidez.

Sin embargo, también hay inconvenientes. Y es que estos préstamos suelen estar ligados a garantías hipotecarias por lo que poner tu vivienda como aval puede ser un riesgo si no consigues pagar.

Por otro lado, esta reagrupación implica afrontar ciertos gastos como la comisión por la cancelación anticipada, notaría, registro y otros impuestos o incluso comisiones por la apertura de un nuevo crédito.

Cuándo conviene

Para tomar la decisión de aplicar este tipo de financiación debemos evaluar a fondo si la reunificación de deudas podría o no reducir los intereses, ya que no es una fórmula mágica que funcione en todos los casos.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que tengamos una buena cantidad de deudas acumuladas y no haya previsión de poder pagarlas sin pasar apuros. 

Después hay que valorar el tipo de garantía que se va a solicitar. Puede ser hipotecaria o sin garantías, pero este segundo caso supondrá unos intereses y plazos diferentes. 

Por ello, es interesante pedir segundas opiniones en varias entidades y conocer los costes totales que supondrían. El objetivo es conocer si la operación será rentable a largo plazo o podríamos caer en un nuevo bucle de endeudamiento.

Según las recomendaciones del Banco de España, este conjunto de deudas no deberían superar el 35% de ingresos netos mensuales. Por tanto, es muy importante tener en mente este valor de cara a solicitar la reunificación. 

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