Señala a la negociación colectiva

Sánchez enmienda la propuesta de Díaz y descarta reducir la jornada laboral por ley

La ministra de Trabajo se comprometió hace una semana a reducir el tiempo de trabajo a 37,5 horas semanales en 2026 y a 32 horas en 2032, para que se respeten los límites "infranqueables" de salud, igualdad y dignidad. 

Pedro Sánchez
Sánchez enmienda la propuesta de Díaz y descarta reducir la jornada laboral por ley. 
EFE

Queda un mes para que los españoles acudan a las urnas a depositar su voto para las elecciones generales, sin embargo, los diferentes partidos políticos ya han comenzado a avanzar algunas de sus medidas estrella en el ámbito económico. Antes de que se inicien los mítines tradicionales, los principales líderes políticos aprovechan las intervenciones en eventos, desayunos y premios para esbozar las líneas principales de sus programas. O incluso exploran nuevos formatos, como el PSOE, que ha iniciado una ronda de 'entrevistas' entre el presidente del Gobierno y algunos de sus ministros para "explicar" a la ciudadanía lo que han hecho y lo que les queda por hacer en los próximos cuatro años, según expuso Pedro Sánchez. 

En la primera de estas conversaciones, el jefe del Ejecutivo y el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones repasaron los "logros" de la legislatura en materia de empleo. Ambos pusieron el foco en la reforma laboral, la de pensiones y las subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), sin hacer mención a la responsable de Trabajo y Economía Social. Pero sí aprovecharon la ocasión para tumbar una de las principales propuestas de Sumar: la reducción de la jornada laboral. Los ministros del ala socialista del Gobierno valoraron que estos cambios deben emplazarse en las mesas de la negociación colectiva, es decir, que deben ser discutidas entre los representantes de los trabajadores y los empresarios y no ser reguladas por ley. 

"Tenemos jornadas (de trabajo) en España muy largas y muy rígidas. Hemos visto cómo en los países de nuestro entorno han sido capaces, de nuevo en la mayoría de casos con la negociación colectiva y con incentivos fiscales y positivos desde lo público, de recorrer un camino hacia jornadas laborales más flexibles, incluso potencialmente más cortas", reflexionaba José Luis Escrivá. "Lo que estás planteando... es que este debate... hay que ser coherente con la reforma laboral y situarlo en la negociación colectiva entre los agentes sociales", respondía Sánchez. "Indudablemente", sentenciaba el responsable de Seguridad Social, que volvía a situar el papel de lo público en introducir incentivos fiscales "que se han demostrado ya eficaces y muy resolutivos en otros países", aseguraba el ministro. 

Díaz promete la jornada de 32 horas para 2032

La vicepresidenta segunda del Gobierno se comprometió el pasado viernes a regular una reducción del tiempo de trabajo hasta las 37,5 horas, para después promover una nueva norma que recortase la jornada laboral a las 32 horas semanales. Este viernes hacía la propuesta oficial a través de su perfil de Twitter y situaba la primera reducción en 2024. Yolanda Díaz lleva meses, e incluso años, defendiendo que es necesario cambiar la lógica del SXX que pauta las relaciones laborales actuales y de la que el principal ejemplo es la jornada "centenaria" de 40 horas. Para este objetivo, se ha marcado como gran reto desarrollar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, a partir del cual quiere impulsar el debate sobre el tiempo de trabajo y el tiempo de ocio, dado que la ministra considera que este es el tema de la próxima década. 

Sánchez y Escrivá comparten este análisis, creen que es necesario introducir cambios en el paradigma del mercado de trabajo, pero discrepan en las formas. "Del mismo modo que estábamos muy lejos de la referencia europea en precariedad, también lo estamos (...) en términos de calidad de relaciones laborales", reconocía el ministro de Seguridad Social, para el que la productividad debe ser el foco de la próxima legislatura. "Alemania tenía hace 40 años las mismas horas trabajadas anuales que tenemos nosotros hoy y no era más productiva de lo que es ahora España, ni de lejos. Desde entonces, Alemania ha reducido 300 horas, de 1.650 a 1.350 y en Alemania no ha cambiado la ley, son 40 horas semanales también, todo ha sido a través de negociación colectiva, de trabajo sectorial

La ministra de Trabajo ha implicado de forma directa a los agentes sociales -CEOE, Cepyme, CCOO y UGT- en la redacción de las medidas laborales sacadas adelante en el seno de su gabinete, desde la reforma laboral a la ley rider o la del teletrabajo. Este jueves ha vuelto a reivindicar que prefiere "un gran acuerdo a una gran victoria", si bien, entiende que el papel del Gobierno debe ser más activo en esta materia y no reducirse a animar a los negociadores sociales, como demandaba la negociación del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), el acuerdo marco para los próximos tres años, en el que las partes no acordaron ningún avance para la reducción de jornada. 

Las tareas pendientes de Trabajo pasan al programa de Sumar

Una de las piezas de este cambio de enfoque era la Ley de Usos del tiempo y racionalización horaria, que queda en el tintero por la convocatoria anticipada de elecciones generales, en la que Díaz no solo buscaba replantear la reducción de la jornada laboral, sino propiciar que los trabajadores tuviesen una mayor capacidad de decisión a la hora de establecer sus horarios de trabajo. Según explicó el número dos del Ministerio en declaraciones a medios, la meta era conseguir que la jornada no fuese una variable que el empresario fijase de forma unilateral, sino que los trabajadores tuvieran la oportunidad de negociar para adaptarla a su situación personal. 

Este proyecto normativo fue precisamente el que suscitó que el Ministerio de Trabajo encargase a un grupo de 30 expertos un informe multidisciplinar que abordaba las consecuencias económicas -en términos de productividad y rendimiento-, para la salud y sociales de los ritmos actuales de trabajo y los potenciales beneficios de modificarlos. El estudio concluyó que garantizar el descanso de los trabajadores podría sumar entre uno y dos puntos al Producto Interior Bruto (PIB) español, por lo que la ministra sostuvo que las jornadas de trabajo debían concluir a las 18.00 horas. Actualmente, un 30% de las personas activas trabajan pasadas las siete de la tarde y un 10% pasadas las diez de la noche, según los datos arrojados por el informe. 

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