Cierre del curso político

Sánchez echa las campanas al vuelo con PIB y empleo al alza y la vacuna enfilada

El Gobierno se va de vacaciones con optimismo respecto a la recuperación económica y obviando el impacto de la quinta ola de la pandemia sobre la actividad, tras un segundo trimestre muy positivo.

Pedro Sánchez
Sánchez echa las campanas al vuelo con PIB y empleo al alza y la vacuna enfilada
EFE

Balance triunfalista de final de curso de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno presumía este jueves de medalla de oro en vacunación y liderazgo en la recuperación económica. Los datos le dan la razón: la Encuesta de Población Activa arroja un muy buen comportamiento del mercado laboral en el segundo trimestre del año, que se refleja también en la evolución del PIB que publica este viernes el INE. El problema es que estas estadísticas todavía no recogen el impacto de la quinta ola de la pandemia y el verano está repleto de incertidumbres sobre el efecto que acabarán teniendo las nuevas restricciones en la temporada turística. Nubarrones que el jefe del Ejecutivo ha optado por obviar en el cierre del curso político, ante la buena marcha de la campaña de vacunación y el punch de los fondos europeos.

Con más del 55% de la población española vacunada con pauta completa, "España es la nación que más ha vacunado entre los 50 países más poblados del mundo, por encima de Reino Unido, Estados Unidos, Francia o Alemania, es decir, tenemos la medalla de oro en vacunación", sacaba pecho Sánchez este jueves durante su comparecencia en el Palacio de La Moncloa para hacer balance del curso político. Un éxito en la campaña de vacunación que situaba directamente detrás del apuntalamiento de la recuperación económica. Las cifras de la EPA conocida apenas horas antes servían al presidente para afianzar ese discurso, con la mirada puesta también en el dato de PIB que publica este viernes el Instituto Nacional de Estadística. 

El optimismo en el área económica del Gobierno es palpable. Y gran parte viene justificado por el buen ritmo de los 'pinchazos', según admiten desde el departamento que dirige la vicepresidenta Nadia Calviño. El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Gonzalo García Andrés, aseguraba durante la rueda de prensa para presentar los datos de la EPA que "se dan las condiciones" para que la recuperación que se ha iniciado prosiga en el tercer trimestre y en el cuarto. Si bien el 'número dos' de Calviño admitía que la mejora global de la población en activo, de la ocupación y del paro debe ser tomada "con prudencia", ya que por ahora se desconoce el efecto que tendrá el aumento de los contagios en la evolución de actividad.

Entre los indicadores que sigue con detalle Economía en estos momentos destaca el empleo, tanto en términos EPA como en afiliación a la Seguridad Social. El ministro José Luis Escrivá ya adelantó a mediados de mes un notable dinamismo, proyectando un incremento estimado de unos 150.000 cotizantes en julio. El responsable del ramo aseguraba que, por ahora, no se aprecian efectos significativos de la quinta ola de contagios sobre el empleo y que, más bien al contrario, se ha recuperado el nivel previo a la crisis de la Covid, al tiempo que se están acelerando las reactivaciones de trabajadores afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Los datos se conocerán el 3 de agosto, coincidiendo con el último Consejo de Ministros del curso. Otro motivo para celebrar antes de las vacaciones.

El Gobierno se va de vacaciones con buen sabor de boca económico y no solamente en términos de empleo. Otros indicadores como la confianza del consumidor se están acelerando notablemente tras el desplome sufrido por el shock de la Covid. El PIB del segundo trimestre refleja el potente efecto rebote, tas un inicio de año decepcionante en el que la actividad cayó un 0,4%. El Banco de España señalaba en un informe reciente que el gasto de los hogares se está viendo impulsado por la mejora de la confianza, con el trasfondo de la reducción significativa de la intensidad de las restricciones tras el fin del estado de alarma y gracias a los progresos de la vacunación y proyectaba un notable repunte de la actividad en el segundo trimestre. 

Si bien a partir de ahí cualquier previsión está sujeta a un elevado grado de incertidumbre sobre la evolución de la pandemia y, en especial, sobre el impacto de la quinta ola en el turismo. Al respecto, la ministra Reyes Maroto ha adelantado que el Ejecutivo maneja datos positivos para el mes de julio, como los de las compañías aéreas o el índice de percepción de seguridad para España. Sin embargo, el sector tiembla con las nuevas restricciones. En un comunicado, esta misma semana el Consejo de Turismo de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) urgía al Gobierno a "reforzar la diplomacia" y "considerar una comunicación más adecuada de la realidad sanitaria" para salvar la temporada ante la recomendación de algunos países de no elegir España como destino turístico.

La CEOE tampoco echa las campanas al vuelo con el empleo. Aunque los empresarios comparten que la campaña de vacunación está siendo esencial para la reactivación, a su juicio queda camino por recorrer para alcanzar los niveles precrisis y la recuperación no está siendo igual, ni para todos los sectores ni para todos los grupos de edad ni para todos los territorios. "Esto debería tenerse en cuenta a la hora de adoptar medidas en el mercado laboral que puedan condicionar la incorporación y mantenimiento de algunos colectivos en el empleo y la reactivación de determinadas ramas productivas", señala la patronal en una nota de valoración de la EPA, lanzando clara advertencia a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, sobre sus intenciones de limitar la contratación temporal y la flexibilidad empresarial.

Visión completamente opuesta en el flanco sindical. Tanto CCOO como UGT se agarraron este jueves a la EPA para reivindicar algunas de sus exigencias al Gobierno. La primera, como es habitual, la derogación de la reforma laboral del PP, y la segunda, en vista de los buenos datos de empleo, la subida del salario mínimo interprofesional (SMI). Ambas cuestiones tendrán que esperar, en cualquier caso, a septiembre. La negociación sobre la reforma laboral ha entrado en el impasse veraniego sin avances y se retomará tras el parón de agosto. Entonces también se reabrirá el melón del SMI y se decidirá si procede o no aprobar un incremento que entre en vigor para los últimos meses del año, en función de la situación del mercado de trabajo.

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