Sánchez saca de campaña a los ministros de los decretos para 'vender' su gestión

  • El presidente justifica sus "viernes sociales" y destaca el permiso de paternidad, las medidas para el alquiler y el subsidio para mayores de 52 años.
Sánchez minimiza su reforma laboral para evitar otro 'varapalo' en el Congreso
Sánchez minimiza su reforma laboral para evitar otro 'varapalo' en el Congreso

Las denuncias de Partido Popular y Ciudadanos contra el Gobierno apuntaban al Consejo de Ministros y sus ruedas de prensa en periodo de Cortes disueltas antes de la cita con las urnas del 28 de abril. Pero nadie ha dicho nada de los fines de semana. Así que el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, parece que no quiere quedarse solo en su agenda viajera de precampaña y en este primer sábado de descuento de la legislatura ha compartido exposición mediática con cuatro ministros, así como con la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra. Entre ellos, los protagonistas de sus dos decretos más económicos de este final de mandato: la titular de Trabajo, Magdalena Valerio, y el de Fomento, José Luis Ábalos

Hay que explicar lo que se hace en los Consejos de Ministros y que se enteren todos los españoles. Sobre todo, después del perfil bajo elegido este viernes por la portavoz, Isabel Celaá, un tono elegido para no remover las suspicacias de la Junta Electoral Central, alertada por la oposición sobre el posible uso de las instituciones en favor de la campaña socialista. "No vamos a dar ni un paso atrás en la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres", ha proclamado el propio Sánchez en el acto en el que él mismo ha participado en Valladolid y en el que ha dedicado la mitad de su intervención a repasar desde la ampliación del permiso de paternidad a las medidas para el alquiler o el subsidio para mayores de 52 años. "El problema de la derecha no son los viernes sociales, sino que no le gustan las medidas sociales", ha destacado antes de volver a subrayar que "vamos a gobernar hasta el último minuto". 

En paralelo, sus ministros se han desplegado por media España para exponer cada uno su cuota de gestión. De hecho, la protagonista de las últimas horas por el decreto de medidas laborales (que no contrareforma laboral a la del PP, como había prometido hasta hace muy poco Moncloa), Magdalena Valerio, sumaba dos actos atribuidos al PSOE y uno oficial, dependiendo de qué agenda se mire (si la de Ferraz o la del Gobierno) y todos ellos en la provincia de Ciudad Real. Encuentros con empresarios, sindicatos, jubilados y, para terminar, a última hora de la tarde, presentación de un candidato socialista. 

Sin duda, que este mismo viernes 8 de marzo se aprobase la batería de medidas laborales y sociales vinculadas a su Departamento tiene mucho que ver. Especialmente, porque hay que destacar lo positivo (subsidio para mayores de 52 años y control horario de empresas) y alejarse de la sensación de fracaso que supone haber acordado un paquete de medidas muy inferior al deseado por el Gobierno para poder garantizarse su apoyo parlamentario y no volver a ser vapuleado en el Congreso. Al final, el término medio entre PSOE, Podemos, PNV y PDeCAT alumbró un decreto casi sin contenido de peso en legislación laboral y más volcado a lo social. 

Más al sur, el ministro de Fomento, José Ábalos (quien fue protagonista hace dos viernes con el decreto para rebajar el precio de los alquileres de vivienda) ha participado a mediodía en la presentación de la candidata del PSOE a la Alcaldía de Jerez (Cádiz), Mamen Sánchez, en un acto solo anunciado por Ferraz y, por tanto, en su traje de secretario de Organización. Todo lo contrario que las intervenciones de las otras dos ministras con deberes en fin de semana, cuya participación fue incluida en la agenda de Moncloa: Isabel Celaá, con dos actos oficiales con el sector educativo en Madrid, y Meritxell Batet, ministra de Política Territorial y Función Pública, que abrió el fuego a primera hora del día con una entrevista en el programa 'Via Lliure', de RAC1.

El despliegue no ha sido solo del Gobierno, claro está: PP, Ciudadanos y Podemos han sacado a sus primeros espadas en actos llamativos durante la mañana del sábado. Sin embargo, eso es lo habitual. No tanto ha sido en los pasados nueve meses que compartan cartel y medios el presidente Sánchez y hasta cuatro de sus ministros. El más habitual de los fines de semana de todo el Consejo de Ministros era Ábalos, que se alternaba con Lastra o con el mismo Sánchez. 

Justicia social... y también fiscal

Así y con todo, el presidente es el presidente (además de secretario general del PSOE y candidato) y él mismo se ha reservado un largo discurso en Valladolid en el que ha repasado tanto los principales decretos ya culminados como todas esas medidas que fueron incorporadas en los Presupuestos Generales del Estado de 2019 pero que el Congreso tumbó con la negativa final de los independentistas. Es el caso de las medidas fiscales, como que las grandes empresas paguen al menos un 15% del Impuesto de Sociedades. A este respecto, Sánchez ha vuelto a prometer algo que viene prometiendo cada día desde hace dos semanas: que lo primero que hará si gana el 28 de abril será aprobar sus cuentas de la "justicia social". Y, a continuación, ha añadido: "De justicia social y fiscal".

Hablando de justicia, y ya que estaba en Castilla y León, Sánchez también tuvo un guiño a los problemas de cierta industria intensiva en la comunidad, y ha reivindicado la importancia de la ecología y de compensar "con toda la política social" los problemas del cambio de modelo económico. Eso, al menos, es lo que propone su partido. 

Como ejemplo de este impulso social, finalmente, el jefe del Ejecutivo ha lanzado una de sus primeras promesas electorales en materia de educación y ha anunciado que, en caso de ganar, bajará la tasa de abandono escolar del 18% actual al 10% de media europea "para que cada vez haya más niños y niñas con la posibilidad de encontrar un puesto de trabajo cuando terminen de estudiar".  

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