Los particulares buscan dar salida a sus proyectos fotovoltaicos ante la imposibilidad de acabar la construcción de la planta por el encarecimiento de la financiación. La subida de tipos de interés está provocando que empiecen a proliferar anuncios en las plataformas de compraventa de segunda mano de instalaciones que ya cuentan con las autorizaciones administrativas y licencias necesarias para su construcción, lo que en el sector se denomina 'ready to built'.
Al mayor precio del dinero hay que sumar la inflación y unos elevados costes de las materias primas y de la mano de obra. Los presupuestos que manejaban los usuarios al iniciar la tramitación del proyecto se han incrementado y esto les obliga en muchas ocasiones a terminar desistiendo y sacar a la venta el punto de conexión. En este sentido, si se empiezan a ver anuncios de instalaciones solares como si de coches de ocasión se trataran, más interesados hay en intentar aprovechar la coyuntura y hacerse con los proyectos a precios inferiores.
Hay empresas que buscan todo tipo de instalaciones, tanto en tejado como en suelo, y aseguran el pago al contado sin intermediarios. Las plantas más demandadas suelen tener una potencia de un megavatio (MW). "Buscamos plantas fotovoltaicas y desarrollos en cualquier estado a partir de tener concedido el punto de conexión. Cerramos la compra en tiempo récord y pagamos el precio justo", aseguran este tipo de compañías.
Las ayudas a la instalación de placas no llegan a los solicitantes
El sector fotovoltaico también se está viendo lastrado por la burocracia. Al igual que en el caso anterior, el alza de los tipos de interés ha encarecido productos financieros como créditos al consumo que algunos particulares utilizaban para poder costearse la inversión inicial y para desesperación de los consumidores las ayudas de los fondos europeos no llegan, tal y como publicó La Información. Tras una explosión del autoconsumo en 2022, esta situación está provocando una ralentización en el crecimiento, sobre todo en el sector residencial.
Asimismo, la moderación del precio de la electricidad ha provocado que los usuarios tengan menos prisa a la hora de buscar una alternativa para abaratar su consumo, a lo que se le suma el bloqueo de los fondos europeos, cuyo pago se ha retrasado del plazo esperado y todavía no ha sido abonado a un gran número de los solicitantes.
La actual coyuntura tampoco es ajena a grandes empresas y algunas como Grenergy se han lanzado al mercado para aligerar la deuda mediante la venta de activos. Según la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), después de una década de precios a la baja, el incremento significativo en el coste de las materias primas ha ocasionado un notable aumento en el precio de los paneles fotovoltaicos, lo cual ha repercutido en los precios de las subastas. Este aumento de precios se ha traducido en una subida del 10% al 20% en el coste de la energía solar fotovoltaica en comparación con los niveles previos a la pandemia.
El precio de los alquileres de los terrenos también sube
De este modo, el LCOE (levelized cost of energy) ha retrocedido hasta valores de 2019, lo que lo situó alrededor de los 45 dólares/MWh (43 euros/MWh) durante el primer semestre de 2022. "La inflación ha sido un factor determinante para el desarrollo de nuevos proyectos debido al impacto sobre los precios del capital. La consultora Lazard ha realizado una estimación de precios por tecnologías sin subvenciones, con sensibilidad a la inflación sobre los costes de la energía. Esta estimación del LCOE indica que la energía solar fotovoltaica es una de las fuentes renovables más baratas en el mundo, solo por detrás de la eólica en suelo", subrayan desde la asociación.
Otro factor no menos importante para UNEF es el precio medio de los alquileres de los terrenos, que ha aumentado por primera vez desde 2009 contribuyendo a aumentar el coste medio de la energía fotovoltaica producida. No obstante, los costes de las nuevas plantas fotovoltaicas se sitúan un 40% por debajo de las plantas de cogeneración y carbón, lo que ha atraído unas inversiones a nivel mundial de 23.900 millones de dólares en 2022.
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