Los supermercados online pierden cuota de mercado por la inflación alimentaria

El retorno a la normalidad ha devuelto las compras de comida online a los niveles esperados antes de que llegase la pandemia. De hecho, los avances de ventas por internet muestran cifras de crecimiento negativas en lo que llevamos de año respecto a sus anteriores, algo motivado por las subidas de precios que sufren la mayoría de productos. Al hecho de que buena parte de los consumidores que se acostumbraron a hacer la compra online han vuelto a los establecimientos físicos una vez finalizada la pandemia, se une una situación agravada por el entorno inflacionario que atraviesa la economía española, que ha disparado el coste de la cesta básica de alimentos. 

Según ha dado a conocer la consultora Kantar, el incremento de precios de los alimentos está penalizando el desarrollo del canal digital, algo que se traslada a una pérdida en la cuota de mercado respecto al año anterior. "A día de hoy, el online está en los niveles de desarrollo que tendría si no hubiera ocurrido el confinamiento, aunque mantiene el crecimiento que tendríamos que esperar antes de la pandemia", ha expresado Bernardo Rodilla, director de Retail de Kantar Worldpanel. 

Los clientes vuelven a las tiendas físicas

La cuota de mercado de los supermercados online ronda el 1,5% del total de ventas entre todos sus actores, cifra con la que se espera que cierre el año. Es sustancialmente inferior al 2% que llegó a superar durante los años más duros de la pandemia. Las encuestas realizadas por la consultora muestran cómo la inflación ha sustituido al miedo a pagar como principal motivo de rechazo para no realizar este tipo de compras, algo que está afectando especialmente a las tiendas virtuales de las grandes cadenas de supermercados. 

La explicación está en que los consumidores han cambiado sus preferencias y ahora optan por efectuar compras más pequeñas para tratar de controlar el gasto, según ha observado Kantar. Esto está penalizando al canal digital, que basa su supervivencia y crecimiento en la adquisición de grandes cestas de bienes que permitan compensar los costes de envío. 

"Los consumidores sustituyen las cestas por compras puntuales, lo cual hace que opten por otras opciones frente a las grandes cadenas", expresó Rodilla. Sus paneles muestran una subida de los establecimientos físicos con surtido corto (tiendas de proximidad, que suben 1,1 puntos) y las grandes superficies (+1 punto), como los hipermercados. 

Casi ninguna de las cadenas da datos específicos del mercado digital, pero entre las que sí han desvelado datos se encuentra Mercadona, que en 2022 facturó 540 millones con las ventas digitales, 325 de ellos a través de su filial Mercadona Online. Este canal, que gestiona el stock y envío de productos a través de "colmenas", aspira a suponer el 5% del total de facturación del grupo, que asciende a 30.000 millones de euros. En su caso, el ticket medio superó los 140 euros en 2022. 

Un bache que no cesa el crecimiento

Quienes todavía optan por efectuar este tipo de compras dan un mayor peso a los envíos gratuitos, el ahorro de tiempo que supone o la comodidad del proceso. A los supermercados también les interesa este formato, siempre que se combine con el tradicional, ya que según sus estadísticas, los compradores omnicanal son 2,3 veces más fieles a la cadena que quienes no compran a través del ordenador o el móvil. 

Pese a este pequeño bache, Rodilla cree que los supermercados seguirán vendiendo de forma creciente en el canal online en el medio y largo plazo. Que este formato se haya convertido en una opción importante para muchos hogares hará que vuelvan a optar por este canal para llenar sus despensas una vez se estabilicen los precios de los alimentos, expresó.