EPA primer trimestre

La temporalidad cae a mínimos mientras la jornada parcial gana peso hasta marzo

Hay 199.700 trabajadores menos con un contrato a tiempo completo que en el trimestre anterior, al tiempo que la cifra de personas con un empleo de menos horas a la semana creció en 59.900 y en gran medida es involuntario. 

La temporalidad cae a mínimos mientras la jornada parcial gana peso hasta marzo
La temporalidad cae a mínimos mientras la jornada parcial gana peso hasta marzo
Europa Press

Los datos de empleo del primer trimestre del año son positivos en comparación con los registros del mismo periodo de 2023 -hay más personas trabajando y menos en situación de desempleo- sin embargo, el balance intertrimestral deja una caída de casi 140.000 ocupados y un repunte de la tasa de paro por la que se sitúa en el 12,29%. Como es habitual, el análisis de la Encuesta de Población Activa (EPA) está llena de matices, por lo que el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, se ha centrado en destacar los avances que se han producido hacia la estabilidad en el empleo, como también ha hecho el 'número dos' de Trabajo, Joaquín Pérez Rey.

Lo cierto es que la tasa de temporalidad ha alcanzado el 15,7%, el valor más bajo de la historia, gracias al comportamiento del sector privado que ha limitado el uso de los contratos de corta duración desde la entrada en vigor de la reforma laboral de 2021 y las penalizaciones asociadas a su utilización. Según la encuesta publicada por el INE, entre enero y marzo se han sumado 103.700 ocupados con un contrato indefinido -ya sea ordinario o fijo discontinuo- lo que supone un logro, dado que precisamente este era el objetivo de la norma impulsada por Yolanda Díaz hace algo más de dos años. 

No obstante, como advertía el Banco de España a inicios de semana en su informe anual, este cambio no ha disipado todos los fantasmas y a falta de hacer un examen exhaustivo del impacto de la reforma laboral, concluyó que los contratos indefinidos tenían ahora una menor estabilidad. Un ejemplo es el aumento de las personas que no superan el periodo de prueba que ha llevado a la Inspección de Trabajo a iniciar una campaña al efecto, por la sospecha de que en algunas ocasiones se esté usando de forma fraudulenta. Esta tasa de temporalidad tampoco acaba con la precariedad asociada a los puestos donde se concentraban esos contratos, como muestra el auge de los empleos de carácter temporal que ha llevado a los sindicatos a fijar la reforma de este acuerdo laboral entre las prioridades de la actual legislatura.

En el primer trimestre de 2024 se destruyeron 199.700 empleos a jornada completa mientras que creció en 59.900 el número de trabajadores con un contrato a tiempo parcial. Entre los trabajadores indefinidos, más de 1,8 millones tenían un empleo con jornada parcial, pero en el conjunto de los ocupados suman casi tres millones (13,8%). En los últimos años se ha mejorado su acceso a las pensiones al calcular cada día de trabajo como un día cotizado a efectos de cálculo de la jubilación y el Ministerio de Trabajo también se ha abierto a hacerlo en el subsidio por desempleo. No obstante, esto no quita que acostumbren a concentrar los salarios más reducidos, por lo que buena parte de estos trabajadores querrían tener un empleo a tiempo completo. 

El Instituto Nacional de Estadística pregunta específicamente cuál es el motivo por el que trabajan menos de 40 horas -o la que sea la jornada completa en el convenio que corresponda-. El 45% de los encuestados admite que tiene un empleo de estas características porque "no ha podido encontrar un trabajo a jornada completa", un 13% que lo hace para poder seguir cursos de formación y otro 13% por dedicar el resto del tiempo al cuidado de familiares (menores o mayores). Son en su mayoría mujeres -solo hay 800.000 hombres con este tipo de contrato- pero ambos géneros dicen tener las mismas dificultades para encontrar un empleo a tiempo completo, aunque el cuidado de los niños y familiares pesa más en el caso de las mujeres. 

En los últimos meses, CCOO ha situado esta cuestión en el centro por entender que el uso de este contrato explica el 70% de la brecha salarial de género y urge a cambiar la normativa sobre las horas complementarias. Actualmente, los que trabajan más de 10 horas semanales pueden hacer horas de más hasta alcanzar el 30% de las que aparecen en su contrato, aunque este límite puede elevarse hasta el 60% si así se refleja en el convenio colectivo que resulte de aplicación. Además, puede hacer otro 15% de horas extra adicional siempre que no supere la jornada realizada por un trabajador a tiempo completo, que puede elevarse al 30% mediante la negociación colectiva. 

Mostrar comentarios