Con efecto retroactivo

Todos los becarios podrán considerar como cotizado su periodo de prácticas

El acuerdo para la reforma de las pensiones recoge que todos los estudiantes que tengan una beca de formación cotizarán a la Seguridad Social a partir del 1 de octubre de 2023, aunque sea no remunerada.

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Todos los becarios podrán considerar como cotizado su periodo de prácticas. 
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La segunda parte de la reforma de las pensiones ha dado respuesta a la eterna demanda de los estudiantes en prácticas: cotizar a la Seguridad Social. El acuerdo firmado este miércoles por los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, y el Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, recoge la obligatoriedad de contabilizar los periodos de prácticas como parte de la vida laboral, según ha podido saber La Información. Este cambio tendrá efectos de cara a la jubilación, dado que estos meses pasarán a formar parte de los años de cotización, independientemente de si las prácticas son o no remuneradas.

De acuerdo con el texto, este punto será de obligatorio cumplimiento a partir del 1 de octubre de 2022. Sin embargo, el acuerdo también recoge una vía para aquellos trabajadores que en algún momento fueron becarios, lo que la dota de retroactividad. No obstante, fuentes de la negociación trasladan a este periódico que el cómputo no se hará de manera automática, sino que la Seguridad Social les ofrecerá la posibilidad de suscribir un convenio especial para ello. Aunque por el momento, no se conocen los detalles de este mecanismo, ya que el último papel se limita a reflejar que la cartera dirigida por Escrivá establecerá los términos, condiciones y plazos para suscribirlo. Si bien, se recoge la posibilidad de computar los periodos de prácticas por un máximo de dos años. 

El impacto para las empresas de la introducción de este requisito será mínimo, dado que el Estado cubrirá la práctica totalidad de las aportaciones a la Seguridad Social de los becarios. Según han explicado los representantes sindicales, el sector público asumirá el 97% de las cotizaciones de estos estudiantes, mientras que de cara a 2024, el Estado mantendrá una cobertura del 95%. Desde 2014 las aportaciones de las prácticas curriculares -que forman parte del programa de estudios- ya están bonificadas al 100%, por lo que esta novedad será de aplicación para las extracurriculares, sean o no remuneradas. 

Actualmente, solo los estudiantes con "ayuda al estudio" o prácticas pagadas cotizan a la Seguridad Social y lo hacen en concepto de contingencias comunes y contingencias profesionales. Es decir, estas aportaciones les cubren en caso de contraer una enfermedad o sufrir un accidente laboral, además de sumar este periodo a los años de experiencia laboral que son tenidos en cuenta para acceder a la jubilación. En cambio, no cotizan por desempleo, ni por el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), ni tampoco por formación profesional, dado que su relación con la empresa u organismo no es de tipo laboral. Este punto no ha sido modificado en la reforma de las pensiones, puesto que los negociadores insisten en que "no tendría sentido" que generasen desempleo si son contratos formativos. 

La reforma de pensiones pone el foco en los jóvenes

Este avance se da en plena negociación del Estatuto del Becario, que también se aplicará solo a las prácticas formativas y no a las becas que impliquen una relación laboral, por estar acordadas bajo la figura de contrato para la adquisición de la práctica profesional o en alternancia. Sindicatos y patronal se mostraron confiados en sacar adelante el acuerdo de esta mesa tras la reunión de la semana pasada. Sin embargo, la intensa negociación de las pensiones ha llevado a los agentes sociales a posponer el encuentro hasta el próximo 21 de marzo. Fecha en la que se espera que se cierre el pacto, ya que los representantes de los trabajadores entienden que "no se puede extender más". 

Escrivá ha puesto el acento en los jóvenes en la presentación del acuerdo para la segunda parte de la reforma de las pensiones, como también lo han hecho los representantes sindicales. Esta última negociación estaba centrada en garantizar la sostenibilidad de las pensiones a futuro y en palabras del ministro, ha sido un objetivo alcanzado, al haber conseguido cuadrar ingresos y gastos. Álvarez también ha destacado que esta reforma supone un mensaje de tranquilidad para los jóvenes que ahora tienen garantizada una pensión digna. La reforma de 2022 acaba con el Factor de Sostenibilidad aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2013, que habría recortado las pensiones hasta en un 50% para las generaciones que se acaban de incorporar al mundo laboral, según los cálculos compartidos por Sordo. 

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