A 1,78 cada dosis

El golpe tras las dudas de AstraZeneca: Europa gastó 534 millones en la vacuna

Bruselas adquirió en su primera compra hasta 300 millones del suero que desarrolló la Universidad de Oxford con la farmacéutica. Los posibles trombos y la limitación de su uso cuestionan ahora la inversión.

Una sanitaria prepara una dosis de la vacuna contra la covid-19 en el centro cultural Miguel Delibes de Valladolid, este jueves, después de que la capital vallisoletana retomara la vacunación contra la covid-19 con viales de AstraZeneca, tras suspenderse la víspera a la espera del informe de la Agencia Europea del Medicamento
El golpe tras las dudas de AstraZeneca: Europa gastó 534 millones en la vacuna
Agencia EFE | Nacho Gallego

Las dudas y la desconfianza social sobre la vacuna de AstraZeneca empieza a provocar que se cuestione la inversión que realizó la Unión Europea por ella. La posibilidad de que esté relacionada con los casos de trombos registrados hasta la fecha ha provocado que se ponga el foco en la idoneidad de esa apuesta que hizo Bruselas por la dosis que también desarrolló la Universidad de Oxford. Europa firmó con la farmacéutica la distribución de hasta 300 millones de viales, que podían ampliarse a los 400 con una partida extra. Unas cantidades de recursos que solo se igualan a las de Pfizer, de las que se adquirió el mismo número. Lo que implica que la UE haya comprometido hasta 534 millones de euros por esa primera tanda. Un precio que ahora puede suponer un golpe si las sospechas no se disipan. Además de ralentizar tanto el proceso de vacunación como la recuperación económica

Que la de AstraZeneca fuera la inmunización mas barata no impidió que la Comisión Europea tuviera que rascarse el bolsillo. El coste de cada dosis fue de 1,78 euros. Dicha cantidad es muy inferior al desembolso que requieren las de Pfizer o Moderna, que alcanzan los 12 y los 14,6 euros por cada una respectivamente. Ese coste tan atractivo en comparación con el resto facilitó que la UE se lanzase a por un número de dosis que alcanzaría para inyectar al menos una dosis a casi el 70% de los 446 millones de habitantes de los estados miembro. El precio de cada dosis también llevó a que se pensara en ella para ser la que se pusiera a disposición de los países más pobres. Un proceso que ya comenzó el pasado marzo a través de la iniciativa COVAX, que la Comisión comparte con la Organización Mundial de la Salud. 

De esas 300 millones de dosis ya comprometidas, más del 10% están destinadas a llegar al Estado español. En total, el Ministerio de Sanidad adquirió 31 millones de viales a 1,78 la dosis, tras el acuerdo de reparto que diseñó Bruselas entre los estados miembro. Esto supuso que AstraZeneca se convirtiera en el principal proveedor de vacunas para España, ya que de Pfizer se comprometieron en principio 31 millones y de Moderna 16 millones (y que meses después se ampliaron en 20,1 y 17 millones de vacunas extra respectivamente). La apuesta se tradujo en que ya esté previsto un gasto de 58 millones de euros para unas dosis que comenzaron a recibirse el pasado mes de marzo, tras la autorización que recibió de la Agencia Europea del Medicamento. 

Las dudas sobre su futuro

La crisis reputacional que vive AstraZeneca ha provocado nerviosismo en varios ámbitos. El primero, y quizá el más importante, es el que conforman los más de 27 millones de europeos que ya han recibido al menos una dosis. Otro es el de los países europeos, que han roto por primera vez su unidad de acción y han optado por criterios distintos para afrontar los problemas. Lo cual ya ocurrió a mediados de marzo, cuando de forma unilateral varios de ellos paralizaron durante 15 días su administración. El otro punto de conflicto es el económico. Las sospechas han supuesto un varapalo a los planes de vacunación de tener al 70% de la población europea inmunizada antes de que acabe el año. Algo que puede retrasar ese 'rebote' del segundo semestre para reactivar el motor de la economía europea.

Al contrario de lo ocurrido con las de las otras empresas que ya están en circulación, Europa no ha puesto sobre la mesa hacerse con los otros 100 millones de dosis que contemplaba el contrato con AstraZeneca. Tampoco se ha planteado la posibilidad de renunciar a las dosis ya comprometidas. Los contratos firmados por la UE y la firma farmacéutica contienen cláusulas por las que cualquiera de las partes puede resolver el acuerdo exponiendo sus motivos y avisando con tiempo al otro implicado. Europa no ha dado ningún paso en ese sentido. La compañía tampoco tiene intención de hacerlo, bajo el argumento de que los problemas registrados son "extremadamente raros". Además, se ha prestado para estudiar qué ha podido ocurrir entre los afectados y los fallecidos.

El escenario actual es que la distribución continúa a pesar del dictamen de la EMA. El argumento europeo es que la Agencia insiste en que hay más beneficios que riesgos para el ciudadano que se inyecte el suero. Esta premisa es la que impera en las autoridades europeas incluso con la advertencia de que hay una posible relación entre la vacuna y los coágulos registrados, que son de carácter cerebral, abdominal y arterial. Pero eso no quiere decir que todas las dudas estén despejadas. La reunión urgente de los ministros de Sanidad acabó sin acuerdo. La consecuencia ha sido que cada país haya optado por su propio criterio para decidir a qué grupos de edad se la administra. En España, se inoculará a quienes tengan entre 60 y 69 años. Pero no está decidido qué pasará con quienes no están en esos grupos y ya han recibido la primera dosis.

El crecimiento de los envíos y la incorporación al proceso de las vacunas de Janssen, Sanofi y CureVac será determinante para el futuro de AstraZeneca. La gran pregunta ahora es si Europa prescindirá de su uso cuando ya tenga en sus manos los cinco viales previstos para este 2021. La secretaria de Estado francesa de Industria, Agnès Pannier-Runacher, fue la primera que puso sobre la mesa la posibilidad de no utilizarla desde el segundo semestre. Hasta entonces, señaló que Europa la necesitaba debido a que si no estaría en una situación de escasez. Esto puede implicar que no se empleen algunas de las dosis ya compradas. Lo que conllevaría una pérdida de la inversión realizada. 

Mostrar comentarios