Trámite imprescindible

Glovo se hace S.A. para prepararse ante el intento de la cúpula por salir a bolsa

Es la primera de las gestiones administrativas que realiza de cara a ese estreno en el parqué, pretendido por el equipo directivo, y para el que tendrá que contar con Delivery Hero, tras años de pugna por el control.

Un 'rider' de Glovo
Un 'rider' de Glovo.
EFE

Glovo da los primeros pasos para convertirse en una sociedad cotizada, como así lo persigue su equipo directivo, liderado por el consejero delegado, Óscar Pierre, y el 'núcleo duro' accionarial. La startup con sede en Barcelona acaba de convertir la empresa matriz de su grupo en una sociedad anónima cambiando su estatuto que era hasta ahora de sociedad limitada. Un trámite imprescindible de cara al eventual estreno en el parqué bursátil, algo que deberá pactar con su principal accionista, el gigante alemán Delivery Hero, que ha invertido más de 500 millones de euros en las diferentes rondas de financiación de Glovo.

A principios de este 2021, después de más de un año de pugna entre los germanos y los españoles, Pierre aseguró a Bloomberg que no estaba interesada en vender la compañía a sus socios de referencia y que su plan era salir a bolsa en tres años. La última ronda de financiación de 450 millones de euros le da gasolina para aguantar durante un tiempo más. Pero ante la situación, el equipo ejecutivo de la startup quiere acelerar los trámites para aterrizar en el parqué en un horizonte a medio plazo, durante el próximo ejercicio. Y ahora acaba de cumplir con el primer trámite necesario.

Tal y como aprobó el pasado 30 de noviembre en la junta general de socios, la compañía ha transformado Glovoapp23, la filial cabecera de todo su grupo con sede en Barcelona, en una sociedad anónima, con la consiguiente modificación de sus estatutos sociales, la aprobación del balance de transformación cerrado a 31 de mayo de este año. Este es sólo el primer paso en la tramitación, pues restarían otros pasos que aún no se han hecho públicas. Una de ellas es la eliminación de los estatutos y toda restricción a la libre transmisibilidad de las acciones. Posteriormente deberían hacer cambios en los títulos y en los diferentes registros.

Óscar Pierre y el 'núcleo duro' continuará con su plan para estrenarse en bolsa durante el próximo año.

Todos estos cambios se producen en la matriz española. Glovo es, junto con Idealista, el unicornio que mantiene la sede de su cabecera en el país. Wallbox se mantenía en Madrid, aunque la salida a bolsa a través de una SPAC (compañía de cheque en blanco) ha trasladado la sede a Estados Unidos a través de una reorganización societaria con una matriz con sede en Países Bajos (Wallbox NV). Por su parte, Jobandtalent mantiene su centro de operaciones corporativo en Londres (Reino Unido), a donde se trasladó hace más de un lustro. Y, por último, Cabify, como ocurre con otras startups españolas con fondos internacionales, tiene su primera compañía en Delaware (Estados Unidos).

El movimiento que ahora formaliza la startup de entregas liderada por Pierre llega en un momento en el que sigue habiendo una consolidación importante en este sector, con diferentes fusiones y compras por parte de los principales actores. Éstos buscan ganar tamaño en un terreno donde los márgenes no dejan de ser especialmente estrechos. El último ejemplo es la compra que ha llevado a cabo Doordash, el líder estadounidense, en Europa: se hizo hace varias semanas con la nórdica Wolt por 7.000 millones de euros. La mayoría de los analistas apuntan a que habrá más. Y es aquí donde el equipo directivo de la española quiere seguir señalando a la campana bursátil, aunque desde Delivery Hero hayan demostrado ampliamente que estarían más cómodos haciéndose con el control.

Esa pugna se ha escenificado en estos dos últimos años. Esas declaraciones cruzadas en Bloomberg, después de que el CEO de Delivery Hero asegurara que había mantenido conversaciones para completar operaciones de compra incluyendo Glovo, fueron la demostración pública de ese 'tira y afloja' soterrado que ha llevado al equipo directivo a tomar medidas para defenderse y así ganar tiempo con el que defender una valoración más alta. Pierre y el 'núcleo duro' de accionistas no sólo han firmado un pacto de sindicación, para frenar las ventas de acciones en secundario a los alemanes por inversores minoritarios, sino que incluso se plantearon incorporar a Alibaba como 'caballero blanco' para compensar.

El 'movido' año de Glovo

Este 2021 ha sido particularmente especial para Glovo. No solo en cuanto a cifras, sino también con los movimientos que ha realizado durante el ejercicio con el fin de expandir su negocio. ¿Su idea? Convertirse en 'el rey de las empresas de delivery' y para ello, ha realizado algunas compras importantes. Hace menos de un mes que movió todas sus fichas para hacerse con la Foodpanda, con la única condición de ceder para comprar los activos de su socio mayoritario en Rumanía. Prevén cerrar la transacción en el primer trimestre de 2022. Aunque aún se desconocen las cifras de la operación, Ehrana, su homólogo en el mercado esloveno, fue otra de las compras realizadas por Glovo con el fin de crecer en el Centro y Este de Europa. A inicios de este año se asoció también con Stoneweg, un fondo inmobiliario suizo con el cuál podrá multiplicar sus almacenes urbanos con una operación que fue de unos 100 millones de euros.

En septiembre de este año, anunció que sacaría la chequera para adquirir Lola Market, una plataforma que agrupa a las principales cadenas de la distribución alimentaria y a los pequeños negocios. A su vez se hizo con la compañía de delivery portuguesa, Mercadão. Sin embargo, la startup de Óscar Pierre no ha estado exenta de polémica y los 'golpes' han llegado en España y fuera. Cuatro meses después de la llegada de la 'ley rider', que fija la condición de contratar a todos los repartidores, Glovo se ha llevado una nueva multa por parte de la Inspección de Trabajo por no regularizar el contrato a algunos repartidores en Sevilla. 8,4 millones de euros por no emplear a 1.316 riders que se encontraban en régimen de autónomos. A pesar de ello, hace meses la compañía aseguró que a más de 2.000 repartidores este año y que otros 8.000 seguirán siendo autónomos.

Glovo, al igual que las otras aplicaciones de reparto a domicilio, podrían quedar contra las cuerdas. Además de la ley nacional que controla este sistema, ahora la Comisión Europea ultima una normativa para regular las condiciones laborales de quienes trabajan en estas empresas y en plataformas de transporte. Según Bloomberg, esto podría significar un coste de hasta 4.500 millones de euros más al año para las empresas, quienes deberán asalariar a hasta 4,1 millones de personas. Actualmente, el 'unicornio' español ya ha alcanzado una valoración de casi 2.200 millones de euros tras su 'megarronda', y en 2020 duplicó su facturación hasta los 360 millones de euros, frente a los 182 millones de 2019. Además, redujo en un 80% sus pérdidas. Este 2022, Pierre deberá enfrentarse a nuevas batallas, pero seguirá con su lucha con Delivery Hero y las normativas para alcanzar su meta de salir a bolsa. 

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