Desaceleración del comercio electrónico

Amazon frena en seco las inyecciones de dinero a la logística española de su matriz

La compañía no hace ninguna aportación desde la sociedad cabecera en Luxemburgo frente a los 435 millones de 2022 y los 600 millones de 2021. El descenso coincide con el freno a varios de los ‘mega-almacenes’ planteados.

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Frenazo a las aportaciones para la inversión de las dos principales filiales de la logística en este país del gigante tecnológico Amazon. La multinacional dejó de aportar dinero a esas dos sociedades después de haber acumulado más de 1.100 millones de euros desde el estallido de la pandemia global del coronavirus en el año 2020. El descenso claro en los desembolsos de la compañía estadounidense coincide con la paralización o la reducción de los planes para varios de los ‘mega-almacenes’ previstos en algunas comunidades españolas, como Aragón, Extremadura o Asturias, ante una desaceleración en el comercio electrónico.

Durante el pasado año 2023, Amazon EU Sarl, la matriz principal del grupo en Europa, no inyectó nada a las dos filiales españolas de logística: Amazon Spain Fullfillment, encargada de la gestión de los grandes almacenes, y Amazon Road Transport Spain, que tiene el cometido de la última milla. Las aportaciones acumuladas de los últimos años se quedaron en 1.108 y 351 millones de euros, respectivamente, según queda reflejado en las cuentas anuales recientemente presentadas en el registro mercantil de Luxemburgo y consultadas por La Información. Sí que puso sobre la mesa dinero para la filial italiana, la única que contó con respaldo financiero nuevo. Tampoco aportó desde otras sociedades como Amazon Europe Core o Amazon Services Europe.

Este comportamiento contrasta con lo que esa misma matriz inyectó desde el estallido de la pandemia del Covid, que aceleró en una primera fase todas las ventas online de productos. En el ejercicio 2020, inyectó 175 millones a la filial de almacenes y una cantidad más pequeña -sin determinar- a la de la última milla. En 2021, el año en el que el crecimiento del comercio electrónico explotó, se alcanzó el pico: 600 millones de euros entre los dos, disparando todos los registros. 

En 2022, la cantidad se redujo un 25% hasta los 400 millones, pero mantuvo el pulso. Ahora se ha llevado a cero. Estos desembolsos ejecutados desde la matriz no suelen aparecer en las sociedades españolas como ampliaciones de capital al uso sino como 'Otras Aportaciones de Socios' dentro de los fondos propios. Sirven para llevar a cabo las inversiones en los activos y soportar las deudas y, de manera residual, la cobertura de los planes de 'stock options' para la plantilla.

La desaceleración clara del comercio electrónico ha pasado factura a la compañía estadounidense, al igual que al resto de firmas del sector. En el año 2022, último del que hay cifras completamente consolidadas, la empresa elevó las ventas brutas generadas en su plataforma y en el resto de negocios dentro del mercado español hasta los 6.400 millones de euros. Esto suponía un crecimiento aunque con un ritmo sensiblemente ralentizado (un 6% frente a más de un 11% en el periodo anterior). No hay datos del ejercicio pasado, pero todo apunta a que la tendencia se ha mantenido habida cuenta de las justificaciones aportadas por el grupo para las decisiones de parar o alargar en el tiempo los grandes proyectos de centros logísticos en el mercado español.

Son cifras a nivel europeo, pero lo registrado por esa matriz deja clara esa ralentización del mercado. En el año 2020, el crecimiento de las ventas totales de Amazon EU Sarl fue del 36%. En 2021, la subida fue del 17% y en 2022, decreció ligeramente. El pasado año, de acuerdo a las cuentas consultadas, el incremento fue de apenas el 4,7% hasta los 53.340 millones de euros a nivel global. La empresa regresó a beneficios después de las pérdidas de más de 3.300 millones un año antes. No se desglosa la cantidad que corresponde a cada mercado pero esta es la sociedad que genera las ventas principales comercio electrónico en Europa.

Los frenos a los almacenes

Lo sucedido en el municipio zaragozano de La Muela es un ejemplo claro. La empresa invirtió 70 millones de euros -entre la compra de los terrenos y la construcción de todo el equipamiento- para la puesta en marcha de un ‘mega-almacén’ en un espacio de 141.000 metros cuadrados que crearía unos 1.500 empleos. Las obras arrancaron a finales de 2021, precisamente en ese pico de inversión y ante una previsión de fuerte crecimiento. Finalmente el pasado mes de diciembre decidió cambiar de planes: renunciar a la apertura y buscar el alquiler para tratar de rentabilizar el desembolso. Las fuentes oficiales de Amazon aseguraron en su momento al Heraldo de Aragón que la razón hay que encontrarla en sus “previsiones de negocio”. Insistieron en que hacen una “evaluación” continua de su red logística para asegurarse de que se “ajusta a sus necesidades de negocio”.

Esa justificación relacionada con las necesidades de negocio y el horizonte de crecimiento futuro también se ha repetido en otras decisiones similares. El pasado mes de octubre, la Junta de Extremadura confirmó, tras una reunión con la multinacional estadounidense, que la empresa no tiene previsto abrir las puertas al menos en los dos próximos años de su gran centro en Badajoz -una parcela de 195.000 metros cuadrados-. Se debía a un “reajuste en sus previsiones de crecimiento de negocio en Europa sobre el plan inicial de expansión basado en cifras de venta del periodo Covid”.

Esa misma incertidumbre también está detrás de los planes en la nave de Siero (Asturias), construida hace dos años y con una inversión de más de 100 millones. Plantean activar antes del mes de septiembre sólo dos de los cuatro pisos del edificio, según apuntaba recientemente la prensa local. Hay que tener en cuenta que para el año 2023, según las estimaciones que se manejaban, se tenía sobre la mesa en torno a una treintena de nuevas infraestructuras para toda Europa, una décima parte de las que se pusieron sobre la mesa en 2021 -entre obra nueva y reformas-.

Al margen de las inyecciones de dinero y de la logística, la matriz luxemburguesa ni ninguna de las sociedades implicadas en la sanción histórica por su acuerdo con Apple incluye esto como una contingencia. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) anunció esta multa a mediados del año pasado -y la Audiencia Nacional la suspendió cautelarmente a principios de este año-. En el caso de Amazon Eu Sarl sólo hace mención a la pugna que ha mantenido con las autoridades fiscales de Luxemburgo. En Amazon Europe Core sí que se refiere a la multa de 1.130 millones de euros de la CNMC italiana en 2021 y que se encuentra recurrida en los tribunales, pero nada sobre la española.

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