Calviño se alinea con las telecos en el pago de las grandes 'tech' por las redes

Es una de las grandes reivindicaciones que han puesto sobre la mesa las operadoras de telecomunicaciones en los dos últimos años. Telefónica, Vodafone, Orange y sus homólogos europeos han exigido que los gigantes tecnológicos, como Amazon, Netflix o Google, pasen por caja y financien el despliegue y mantenimiento de unas redes fijas y móviles que están siendo utilizadas en un porcentaje elevado por sus servicios. El Gobierno de España se alinea con esos postulados. La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, defendió este lunes que se debe garantizar "la igualdad de condiciones" lo que significa que estas compañías "también tienen que pagar o contribuir con su parte justa".

Este mismo lunes, los 16 primeros ejecutivos de las principales operadoras europeas -entre los que el de Telefónica, José María Álvarez-Pallete- volvieron a poner el dedo en la llaga. Firmaron una nueva carta, pero esta vez insistiendo en la "urgencia". Insistieron en que hoy invierten 50.000 millones de euros al año en Europa en un contexto que se ha complicado sobremanera, con la crisis energética, los coletazos de la pandemia o los problemas en la cadena de suministro. Han puesto un ejemplo: los precios de los cables de fibra óptica se han duplicado en le primer semestre del año. Para conseguir un "ecosistema de internet sostenible" creen que los mayores generadores del tráfico de datos a nivel mundial "deben hacer una contribución justa".

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Calviño, que participó este lunes precisamente en el evento organizado por el 'lobby' empresarial de las telecos en Europa, se unió a la causa. En su intervención defendió que hay que asegurarse de contar con un marco regulatorio en "igualdad de condiciones". "Apoyamos fuertemente este enfoque más realista que tiene en cuenta nuevas realidades; necesitamos ajustarnos con la misma rapidez si queremos ser eficaces", apuntó, después de insistir en que desde las grandes empresas digitales se debía pagar y contribuir al despliegue.

Este movimiento representa un respaldo significativo a un sector de telecomunicaciones para el que Calviño ha sido, en términos generales, una aliada. Hubo guiños fiscales después de la pandemia, donde fueron fijados como servicio esencial -lo que permitió frenar las portabilidades, algo que benefició a los grandes grupos-. El precio de la última subasta de espectro se redujo sensiblemente ante la exigencia de las pujadoras. Y se echó mano de las operadoras con unas ayudas del Kit Digital que les beneficiaron. El propio CEO de Vodafone, Nick Read, ha repetido en los últimos trimestres ante los analistas su visión positiva de la gestión del Ejecutivo. Este lunes, la patronal que engloba a las telecos, DigitalES, aplaudió las declaraciones de Calviño.

Hasta la fecha, este grupo de compañías ha sido menos castigado frente a otras 'utilities' españolas -sólo se encuentra entre los 'golpes' la subasta de espectro de 5G que se ha fijado para final de año pese a la petición de de retrasarla ejecutada por Telefónica y otros grupos-. Bien es cierto que a priori era uno de los más perjudicados, no sólo porque vive en una 'guerra de precios' continua en los últimos años, sino que sufre una regulación y una política impositiva más restrictiva, con una obligación de despliegues e inversiones muy elevada. Pero en otras compañías no ha sido el caso. En los últimos meses, el Ejecutivo ha marcado muchas distancias con el Ibex y la gran empresa. Ha apretado a eléctricas con un nuevo impuesto sobre ventas y a los bancos con otro sobre los intereses y comisiones. A las grandes de la distribución les ha exigido mecanismos para reducir la cesta de la compra.

Calviño se ha convertido en 'aliada' de las telecos, después de los guiños fiscales tras la Covid, la configuración del 'Kit Digital' o la rebaja en el espectro de 700 Mhz

Sea como sea, el apoyo español ha sido relevante. Pero esta pelea se va a tener que dar en Europa. Hace dos semanas, el comisario europeo de Industria, Thierry Breton, anunció que lanzará una consulta a principios del próximo año sobre si los gigantes tecnológicos deberán pagar. Insistió en que se tendrá que revisar la regulación de los 'GAFA' (Google, Apple, Facebook , Amazon) "que, por ejemplo, utilizan el ancho de banda proporcionado por los operadores". No puso cifra. Desde ETNO, el 'lobby' europeo del sector, sí que lo han hecho: estiman que más de la mitad del tráfico de la red global es atribuible a Google, Facebook, Netflix, Apple, Amazon y Microsoft.

Lo que dicen los gigantes 'tech'

Las tecnológicas no quieren ni oír hablar de esa "contribución justa". En los últimos meses han intentado justificar su negativa con las fuertes inversiones que están llevando a cabo para reducir el coste del tráfico de sus servicios a los clientes. Otros, como Google, han anunciado pasos relevantes para ofrecer comunicaciones satelitales a través de su proyecto Aalyria. En su conjunto, las empresas advierten que cualquier acuerdo para exigir dinero podría echar por tierra la llamada 'neutralidad de la red', es decir, el principio que se basa en que los proveedores de servicios de internet deben permitir el acceso a todo el contenido, aplicaciones y servicios, independientemente de donde provenga.

Respecto a estas compañías, el Gobierno de Pedro Sánchez mantuvo una posición más dura, con discursos contra su política fiscal. En los dos últimos años, esto ha cambiado a golpe de grandes anuncios de inversiones en España de Facebook, Neflix o Microsoft. La 'tasa Google' se ha quedado en algo testimonial, con una recaudación que representa una cuarta parte de lo previsto (240 millones de euros en 2021). Por su parte, el regulador de la Competencia y responsable de la vigilancia en el sector de las telecomunicaciones, la CNMC, ha fijado una posición especialmente tibia con estos gigantes, sin apenas expedientes ni investigaciones abiertos.