Con 102 votos en contra 

La Cámara de Diputados se desmarca del Senado: rechaza el rescate de Credit Suisse

En otras intervenciones, varios diputados apoyaron la revisión de la reglamentación de "too big to fail" y otros han pedido reforzar las competencias del organismo supervisor del mercado financiero suizo.

Los Diputados del Parlamento suizo cargan contra el rescate de Credit Suisse
Los Diputados del Parlamento suizo cargan contra el rescate de Credit Suisse
DPA vía Europa Press

La Cámara de Diputados del Parlamento suizo ha rechazado este miércoles las ayudas públicas para salvar a Credit Suisse pese a que UBS las acepta para adquirir esa entidad antes de su previsible colapso. La negativa se ha producido en una votación en la que la Cámara Baja se desmarcó de la posición que fue adoptada unas horas antes por el Senado, donde la medida fue aprobada.

Frente al escenario anterior, las decisiones tomadas y el cambio de opinión de rechazar el paquete de créditos, no tendrán gran consecuencia ni se aplicarán de forma retroactiva. Sin embargo, la decisión debe retornar ahora a la Cámara Alta a pesar de que no vaya a sufrir repercusiones ya que la ayuda está formalmente comprometida y fue autorizada mediante un procedimiento de emergencia por una Delegación de Finanzas del Parlamento.

Por este motivo, el debate parlamentario ha sido concebido sobre todo como una oportunidad para que los legisladores se expresen, lo que hicieron rechazando por 102 votos contra 71 el préstamo de 100.000 millones de euros y la garantía contra pérdidas de 9.000 millones de euros que ofreció la Confederación Suiza.

UBS y Credit Suisse entre los 30 bancos más importantes

La posición adoptada por los diputados ha sido entendida como una desaprobación a la forma como el gobierno hizo frente a la crisis del Credit Suisse, cuya quiebra hubiese tenido consecuencias impredecibles para el conjunto del sistema bancario suizo.

Durante el debate se recordó que ya en 2008 -cuando el Estado tuvo que acudir en auxilio de UBS tras ser arrastrado al borde del precipicio por la crisis financiera de ese año- se había reclamado una solución al concepto de "too big to fail" (demasiado grande para caer), que se consideraba muy problemático.

De acuerdo a ello, UBS y Credit Suisse formaban parte de una treintena de bancos de importancia sistémica para la economía mundial, por lo cual no podían quebrar en ningún caso. Varios parlamentarios consideraron que en Suiza no deberían existir bancos que entren en esa categoría.

En otras intervenciones, varios diputados apoyaron la revisión de la reglamentación de "too big to fail" y otros pidieron reforzar las competencias del organismo supervisor del mercado financiero suizo.

Los comentarios más repetidos iban contra los directivos de Credit Suisse que no supieron plantear soluciones a los múltiples problemas del banco, desde continuos litigios que le obligaron a pagar miles de millones de dólares en multas en los últimos años hasta escándalos de corrupción en los que se vieron envueltos sus colaboradores. En la víspera, La Cámara Alta del Parlamento suizo avaló la garantía financiera que ofreció el Estado en el caso de Credit Suisse y ahora volverá a debatir la cuestión tras el rechazo en la Cámara Baja.

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