El aeropuerto de Castellón suma una ruta más a su oferta de vuelos. La infraestructura que costó cerca de 150 millones de euros cuenta desde el 31 de octubre con una nueva ruta directa a Madrid operada por la aerolínea Air Nostrum. La apertura de este nuevo trayecto, inédito en el aeródromo de Benlloch, tiene lugar un año después de que el Gobierno valenciano concediera a la aerolínea una subvención a fondo perdido de 9 millones de euros para "paliar los daños ocasionados por la pandemia".
La ruta aérea cuenta desde el primer día con el apoyo del ala socialista del Ejecutivo regional presidido por Ximo Puig, y supone "un punto de inflexión en la proyección exterior de la provincia y de su tejido productivo" según declaró su consellera de Política Territorial, Rebeca Torró. La operadora ha mantenido reuniones previas con empresarios y turoperadores de la provincia para promocionar la nueva ruta y tratar de buscar sinergias.
El anuncio de la nueva ruta contrasta en una Comunidad Valenciana que se ha pasado mayoritariamente al tren para viajar a Madrid. Buena prueba de ello es que parte del capital de Iryo, nueva empresa que comienza este año a operar trenes de alta velocidad entre Madrid y Valencia, procede de la propia Air Nostrum. Esta aerolínea recibió a finales del año pasado una "ayuda directa excepcional", sin concurrencia y a fondo perdido de 9 millones de euros del gobierno valenciano "para paliar los daños ocasionados por la Covid-19".
La Generalitat justificó esta subvención en que Air Nostrum es una de las principales compañías de aviación regional y la única del sector con domicilio social en la Comunidad Valenciana, por lo que consideró preciso "actuar de manera decidida para garantizar la movilidad de los valencianos y el mantenimiento de empresas estratégicas implantadas en esta comunidad", asegurando que contribuye a mantener 1.400 empleos.
Colectivos ecologistas critican la puesta en marcha de esta nueva ruta de corto alcance, contraria a las exigencias de Bruselas de acabar con estos vuelos
Levanta ampollas en el tripartito valenciano
Ni Compromís ni Unidas Podemos, socios y apoyos necesarios para los socialistas en el Gobierno del Botánico, se han mostrado tan satisfechos con la nueva ruta aérea. La formación nacionalista del tripartito valenciano se encarga de la consejería de Transición Ecológica y su postura ecologista confronta con la actuación del ejecutivo de Puig, que basa esta promoción en la necesidad de "salvar" el aeropuerto de Castellón.
Sin embargo, esta batalla ideológica de Compromís ha quedado empañada por su guerra interna, saldada con el cese de la consellera responsable del departamento ecológico, Mireia Mollà, a instancias de su nueva líder y vicepresidenta regional, Aitana Mas. Tras este movimiento, la oposición a la ruta aérea la lideran los colectivos ecologistas, que alegan que es contraria a las exigencias de la Comisión Europea de eliminar los vuelos de corto recorrido y sustituirlos por transportes menos contaminantes como el tren.
Cinco vuelos a la semana por sentido desde 29€
La nueva conexión estará vigente durante dos años y ofrece cinco frecuencias semanales todos los lunes, miércoles, jueves, viernes y domingo, con precios desde 29 euros por trayecto. Estas tarifas pretenden hacer frente al servicio de Renfe que también conecta Castellón de la Plana con Madrid por alta velocidad. El aeródromo suma así un nuevo destino a los vuelos que ya oferta hacia Londres, Bruselas, Bucarest y una nueva a Dublín.
Para tratar de cubrir las desventajas de una infraestructura muy alejada de la capital de la provincia (Castellón está a 30 kilómetros y 20 minutos en coche) y sin conexión por transporte público, el aeródromo ofrece aparcamiento gratuito y procesos de entrada, salida y facturación rápidos y sencillos.
Otro de los argumentos esgrimidos para celebrar la activación de esta ruta pasa por aprovechar la integración de Air Nostrum en el grupo IAG, que facilita los transbordos en Madrid-Barajas hacia otros destinos operados por Iberia. La propia aerolínea confirmó que en los primeros días ya se habían efectuado reservas para volar desde Castellón a Lisboa, Nueva York, Bogotá, Frankfurt, Zúrich, Oporto o Vilna, previo transbordo en la capital de España.
Plan de dinamización del aeropuerto
La Generalitat Valenciana, que gestiona el aeródromo a través de la sociedad pública Aerocas, lleva tiempo activando distintos planes para tratar de hacer viable una infraestructura que sólo ha acumulado titulares negativos durante la década que lleva en funcionamiento. A partir de noviembre se pondrá en marcha un bus lanzadera para conectarlo con el ferrocarril en la estación de Torreblanca, mientras que el mes pasado se aprobó redactar un proyecto de urbanización del entorno aeroportuario para tratar de desarrollar un polo industrial y empresarial vinculado a los sectores aeronáutico y logístico.
Esta decisión tiene como fin complementar y competir con la actividad auxiliar del aeropuerto de Teruel, otra infraestructura que ha sabido reinventarse como aparcamiento para aeronaves y motivado la instalación de una importante industria de mantenimiento aéreo en sus alrededores. El de Castellón, hasta ahora, ha servido principalmente como desguace.
El aeropuerto cerró septiembre con récord de pasajeros (18.163), un 47% más que en 2019, último año de normalidad para el turismo, y se suma a los récords anotados en junio, julio y agosto. En total, acumula 112.271 pasajeros y más de 7.000 aeronaves movidas a lo largo del año, acercándose a su máximo anual, fijado en 7.750 operaciones en 2020.
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