Crisis por la Covid

El termómetro de eDreams enfría las esperanzas de recuperación del turismo

El turismo nacional no es suficiente para impulsar a un sector que aporta el 12% al PIB nacional y la llegada de viajeros internacionales puede tardar más de lo previsto en recuperar niveles previos a la pandemia

Una pareja llega al Hotel Alcúdia Garden Aparthotel en la localidad Mallorquina de Alcúdia.
El termómetro de eDreams enfría las esperanzas de recuperación del turismo
EFE

La crisis del coronavirus ha asestado un varapalo al turismo del que al sector le va a costar recuperarse. Los resultados de la primera agencia de viajes 'online a nivel europeo' eDreams ODIGEO, que abarcan del 1 de abril de 2019 al 31 de marzo de 2020, dan idea de la severidad de ese 'golpe'. Pese a incluir tan solo los quince primeros días desde que España decretó el estado de alarma, la compañía entra en pérdidas netas de 40,5 millones de euros, frente a los beneficios de 9,5 millones de euros registrados en el mismo periodo del ejercicio previo. El levantamiento de restricciones en muchos países ha supuesto un "marcado aumento en las búsquedas y reservas para fechas próximas en algunos destinos", asegura la empresa. La duda es si esa cierta mejora que empiezan a percibir las compañías del sector es tan pronunciada como para volver a registrar en el corto o medio plazo las cifras previas al estallido de la pandemia.

España está entre los países que prevé dedicar un mayor esfuerzo para respaldar al turismo que, de acuerdo con los últimos datos disponibles (finales de 2019), aporta un 12% al PIB nacional. Este apoyo está contemplado, en principio, en el marco del paquete de medidas urgentes para apoyar la reactivación económica y el empleo por valor de más de 51.000 millones de euros que entró en vigor el martes. Sin embargo, nuestro país parte ya de una situación frágil y es más vulnerable a este 'shock económico' que otros puesto que, tal y como recuerdan desde la agencia de calificación alemana Scope Ratings, los sectores más afectados, en particular el turismo, los viajes y el ocio, representan casi el 30% del valor agregado bruto y el 40% del empleo. Además, España tiene la mayor proporción de contratos temporales de la zona euro, por encima del 20%. "Esto corre el riesgo de empujar la tasa de desempleo, que ya de por sí era alta en el 14% en 2019, a más del 20% este año".

Un desempleo elevado ya es de por si un mal compañero de viaje para el sector que, sin embargo, tampoco puede depender solo del turismo interno. La recesión y ese desempleo pueden provocar casi con toda seguridad un aumento del ahorro que pesará sobre el turismo de cualquier tipo. "Es probable que estos efectos económicos perduren más tiempo que el miedo a viajar en sí. Por consiguiente, la fe en que el turismo interno proporcione algo más que un amortiguador suave durante esta crisis parece optimista", apunta James Reilly, economista de Schroders.   

De hecho y en lo que respecta a ese posible 'miedo a viajar', la Organización Mundial del Turismo -dependiente de Naciones Unidas- ha puesto como ejemplo lo sucedido en tres periodos previos que tuvieron impacto los viajes internacionales: el SARS, la crisis financiera y el 11-S. El organismo considera que la crisis del coronavirus se ha convertido en un cóctel bastante potente de estos tres acontecimientos: una epidemia viral más extendida que el SARS, una recesión económica más aguda que la crisis financiera y un temor a volar comparable a las secuelas del 11 de septiembre. 

PESO DEL TURISMO en el pib MUNDIAL

  • El turismo aportó un 10,4% al PIB mundial en 2018

"Esto apunta a una depresión mucho mayor que el descenso del 45% en los viajes internacionales visto nueve meses después de la crisis financiera", apunta el experto de Schroders. En la misma línea, los datos de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) muestran cómo la demanda global en abril, medida en kilómetros de pasajeros de ingresos o "RPK" (por sus siglas en inglés: Revenue Passenger Kilometres), se había desplomado un 94,3%. Por ello los analistas inciden en que es probable que la duración de la recuperación se reduzca a cuál de los tres factores (virus, recesión económica o miedo a volar) dura más tiempo. 

El momento de esta crisis difícilmente podría haber sido peor para economías europeas como España e Italia, sostiene Reilly, quien recuerda su fuerte dependencia de los visitantes de verano. El propio Banco Central Europeo advertía en su último boletín mensual de que la pandemia de la Covid-19 "tiene un impacto severo y duradero en la economía general de los países que dependen de los viajes y del turismo". Los expertossotienen además que es posible que las regiones más afectadas por el Covid-19 tengan dificultades para eliminar este estigma y tengan que esperar más tiempo hasta recuperar los niveles de turismo anteriores a la pandemia, "pues el turismo internacional es más sensible que el interno a los desafíos del Covid-19", advierten desde Schroders.

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