Tras la venta de Telxius a ATC

El gigante T. Rowe aterriza en Cellnex y baja su apuesta en el socio de Telefónica

La gestora estadounidense inicia una aventura en la 'torrera' española, en la que ven una "oportunidad importante de crecimiento", mientras reduce su participación en American Tower.

Cellnex torre
La gestora estadounidense se hace con una posición a través de su fondo tech.
Agencia EFE

El gigante estadounidense de la inversión T. Rowe aterriza en el accionariado de la gestora de torres de telecomunicaciones Cellnex. Lo hace con una posición minoritaria y, por ahora, modesta. Pero este movimiento lo completa a la vez que reduce posiciones en American Tower, quien hace varias semanas formalizó la adquisición de la filial de torres de Telefónica Telxius y se va a convertir en su principal rival como operador independiente en el continente europeo. La gestora de inversión asegura que ven una "oportunidad significativa" para crecer por parte de la española a través de diferentes adquisiciones.

T. Rowe es una gestora con sede en en Estados Unidos y con más de un billón de euros de activos bajo gestión. A través de su fondo principal de tecnología y telecomunicaciones había apostado claramente por las gestoras de torres de telecomunicaciones, que durante los últimos años han ganado importancia y valoración en el mercado ante la clara tendencia de las telecos de deshacerse del control de sus activos para reducir deuda. Sus dos grandes apuestas en la cartera de inversiones eran americanas: Crown Castle International y American Tower. Sin embargo algo ha cambiado en el mercado y la gestora ha reducido su peso en ambos en favor de la española.

Tal y como refleja en el informe recién presentado ante el regulador de Wall Street, el fondo ha iniciado una posición accionarial en Cellnex, el mayor operador de torres independiente de Europa. Se ha hecho con 1,39 millones de acciones, es decir, en torno a un 0,2% de la operadora. Se trata de una posición inicial en la que ven una oportunidad, pese a las dudas de algunos analistas, de seguir creciendo a través de adquisiciones de otros competidores 'independientes' y de activos de las telecos europeas.

"Los operadores buscan deshacerse de las carteras propias y operadas a favor de la infraestructura compartida", celebra la gestora, que insiste en que recortan la posición en American Tower y Castle International. El número de acciones de la primera se han reducido en su cartera un 30% y de la segunda, algo más de un 40%. El peso de las torres se ha reducido de manera importante por estas desinversiones. Pero una parte de lo recibido ha sido recolocado en Cellnex.

Este giro en la estrategia inversora de T. Rowe llega en un momento especialmente álgido de las torres de telecomunicaciones y, sobre todo, en plena batalla entre la propia Cellnex y American Tower en Europa. El pasado mes de enero, la primera se llevó el gato al agua en la puja por quedarse con las torres de Telxius en la que también participó la española, pero le obligó a pagar unos múltiplos de récord (de más de 30 veces el Ebitda). Esos múltiplos fueron criticados por el propio consejero delegado de Cellnex, Tobías Martínez, quien alertó que cuando se pagan precios con esos ratios pero con un contrato de servicios "bastante inferior a 30 años, ese compromiso no acaba siendo recíproco". En este sentido, insistió en que ellos no aceptan múltiplos altos con acuerdos comerciales "que no cubren los mínimos estándares para un compromiso tan a largo plazo".

La llegada de T. Rowe y de otros inversores es un bálsamo para Cellnex, que debe seguir con ambiciosas ampliaciones de capital para ir cubriendo las oportunidades de crecimiento a través de adquisiciones. Y es así porque descartan degradar el rating de su deuda. Y en ese sentido, desde el equipo gestor se están buscando más apoyos al margen del núcleo duro de accionistas, que está conformado por los fondos de Abu Dabi y Singapur, que cuentan con en torno a un 7%; Criteria Caixa, con un 4,7%, y la familia Bennetton (Edizione) con un 13%. "Espero una gran suscripción por parte de los accionistas actuales para la nueva ampliación de 7.000 millones, pero al ser la cuarta ampliación, hay oportunidades para que haya nuevos accionistas que se puedan incorporar", apuntaba el consejero delegado.

Apuesta por las torres

El fondo estadounidense considera el negocio de las torres de telecomunicaciones, como sucede en otros muchos fondos, como de "alta calidad" con ganancias a largo plazo, que se beneficiarán del despliegue de las redes 5G y de la tendencia hacia un creciente consumo de datos móviles. En cambio, en el lado de las telecomunicaciones tiene una visión más crítica con el sector en Europa y no tanto en Estados Unidos- donde señala la adquisición de Sprint y T-Mobile como clave para mejorar los márgenes-. En el año 2019 mantenía una posición pequeña en el grupo británico Vodafone, con casi 28 millones de acciones (menos de un 1%). Sin embargo, a lo largo del pasado año, la deshizo después de una significativa caída en bolsa.

"Las telecomunicaciones europeas han tenido problemas durante la última década debido a una combinación de la 'estandarización' de los productos del sector, el incremento de la competencia y una regulación adversa que condujo a una deflación masiva de precios en una industria altamente apalancada e intensiva en capital", asegura. Y va más allá, criticando que a pesar de las perspectivas de crecimiento mínimas, los operadores del continente apuestan con firmeza con el pago de dividendos, "lo que brinda oportunidades limitadas para el desendeudamiento orgánico".

Al margen de las telecos, T. Rowe mantiene posiciones destacadas en los gigantes tecnológicos (Amazon, Google, Facebook, Microsoft o Netflix representaban más del 25% de todos los activos bajo gestión del fondo). En este sentido, ha rebajado su posición en la china Alibaba, para reflejar "un cambio radical" en la supervisión regulatoria de cara a la pospuesta OPV de su brazo financiero Ant Financial, mientras que ha aterrizado en Snap, la plataforma de mensajería.

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