Los resultados de Bankinter dejaron un sabor agridulce. El banco presentó un beneficio récord en el primer semestre del año, al ganar un 54% más hasta los 418 millones de euros. No obstante, el mercado castigó sus acciones con descenso del 3,09%, hasta los 5,95 euros. La explicación, según los analistas, está en los ingresos por comisiones, que fueron de 303 millones de euros en los seis primeros meses del año, sin variación con respecto al mismo periodo de 2022.
Este estancamiento viene motivado por los ingresos por comisiones de gestión de activos, que se situaron a cierre de junio en los 94 millones de euros, lo que supone una caída del 4%, pese a que el banco que dirige María Dolores Dancausa ha incrementado los recursos fuera de balance que incluyen fondos de inversión propios o de terceros, fondos de pensiones y gestión patrimonial como sicavs, en 4.000 millones, un 11,9% más hasta los 41.200 millones de euros gracias a "la gran apuesta comercial sobre estos productos que ha llevado el banco", como reconoció la consejera delegada de la entidad durante la rueda de prensa posterior a la presentación de resultados.
Lo cierto es que la banca lleva varios años incentivando la contratación de estos productos, especialmente durante la época de tipos negativos del Banco Central Europeo (BCE). Y es que les permitía incrementar los ingresos por comisiones, especialmente por los producto de renta variable en los años de bonanza de los mercados financieros, como fue la segunda parte de 2020 y todo 2021. Ahora, con el giro en la política monetaria del BCE se sigue manteniendo esta estrategia por parte de toda la banca, que sigue sin retribuir de manera generalizada las imposiciones a plazo fijo, y apuestan por "otros productos de mayor valor añadido como son fondos de inversión".
El problema es que el cambio en la política monetaria del BCE, que podría conllevar una mejora de la rentabilidad de los depósitos, ha traído consigo un mejor comportamiento de la deuda soberana, como son las Letras, y, por extensión, de los fondos monetarios, que tienen, a su vez, comisiones más bajas. Así, el interés que ha despertado la deuda del Estado a corto plazo por parte de los ahorradores, también se ha trasladado a este tipo de productos.
Esto ha llevado a que los ingresos en la gestión de activos hayan registrado una caída interanual. Al respecto, Dancausa reconoció que “son las más importante para nosotros, representan un 23% de las comisiones totales. Y a pesar de que hemos tenido una fuerte actividad comercial, la comisión media ha bajado seis puntos básicos".
Sin embargo, de cara a la segunda mitad del año, la banquera confía en que los ingresos provenientes de estas comisiones se recuperen. Por contra, la volatilidad del mercado también se ha dejado notar en los ingresos por cuenta de valores, que apenas han crecido un 2% interanual, hasta los 62 millones de euros. Por el lado positivo, la consejera delegada de Bankinter ha destacado los ingresos por cobros y pagos, que crecen un 16% en los seis primeros meses de este año con respecto a igual periodo de 2022 y que cerraron en los 88 millones de euros. "Se explica por la fuerte actividad comercial", ha aclarado Dancausa.
Traspaso de saldos de la cuenta nómina a fondos
A pesar de esta caída en ingresos por comisiones de gestión, Bankinter sigue incentivando el traslado de saldos de sus cliente a productos de inversión fuera de balance. Así, el saldo de las cuentas nóminas ha registrado en la primera mitad del año una caída del 13% hasta situarse en los 14.300 millones de euros, frente a los 16.700 millones de euros, según los datos del banco.
En cambio, el banco ha mantenido su apuesta por este producto como vía de captación de nuevos clientes y en el segundo trimestre duplicó el importe máximo a remunerar de la cuenta nómina, pasando de los 5.000 euros a los 10.000 euros. Una decisión que ha permitido a la entidad incrementar en un 5% el número de clientes.
En cuanto a los ingresos por comisiones de seguros, éstos han experimentaron una mejora del 1%, una cifra positiva si se tiene en cuenta que la nueva producción de hipotecas para residencias ha caído un 16% en España hasta los 2.900 millones de euros.
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