El Gobierno sigue adelante con el Mobile World Congress (MWC) y el Four Years From Now (4YFN), las dos grandes ferias de tecnología que se celebran en Barcelona cada año y que en el ejercicio de 2020 fueron canceladas debido a la irrupción de la Covid-19 en Asia. Ambos eventos tendrán lugar, de acuerdo con las fechas que ahora están sobre la mesa, a finales del próximo mes de junio. Muchas de las empresas que participan habitualmente en estas ferias son reticentes a su celebración por la situación de la pandemia pero el Ejecutivo ha decidido seguir adelante y ha sacado a información pública la orden por la que se aprueban las bases reguladoras para la concesión de ayudas a los expositores.
En concreto, el Gobierno, a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación digital, ha publicado las bases de estas ayudas en especie que, de acuerdo con la documentación hecha pública esta misma semana, "irán destinadas a financiar, en la totalidad o en parte, el coste de la participación de empresas en los Pabellones de España para que puedan exponer sus productos o servicios".
Las mismas se pondrán en el mercado a través de Red.es, un ente público dependiente de Nadia Calviño, y se publicarán convocatorias de forma separada para cada edición, la del MWC Barcelona y del 4YFN. El objetivo de estas subvenciones es favorecer que las empresas españolas de telecomunicaciones y la sociedad de la información estén presentes en este congreso. La documentación indica que las ayudas estarán comprendidas entre los 5.000 a 50.000 euros por beneficiario.
El impacto económico de la Barcelona Mobile World Capital -que incluye las dos citas- se ha ido incrementando año a año. En la edición de 2019, la última que llegó a celebrarse, los ingresos se cifraron en 470 millones de euros y se crearon 13.000 puestos de trabajo. Cabe destacar que los cuatro días de conferencias y demostraciones atraen a ejecutivos de todo el mundo y de las operadoras de telefonía más influyentes, así como a compañías de software, proveedores de equipos, compañías de Internet y empresas de sectores como la automoción, las finanzas y la sanidad, además de delegaciones gubernamentales de todo el globo.
La entidad organizadora del Mobile World Congress, la GSMA, lleva semanas empujando para que la cita se mantenga -incluso se juega su rescate si finalmente no se celebra-, una idea que también tienen en el Gobierno. Más allá de la publicación de estas subvenciones, la ministra de Industria, Reyes Maroto, aseguraba a finales de enero que tenían la "esperanza de poder usar la tecnología para poder celebrar el Mobile", un evento cuya celebración daba por hecho tan solo dos semanas después.
La importancia de la celebración de estos eventos para la economía en Cataluña, más si cabe en un año como este en el que los sectores clave se han resentido, hace que los dirigentes de la Generalitat sean aún más claros. En este sentido, el conseller de Empresa, Miquel Samper, aseguraba hace solo unas semanas que se celebrará este año "sí o sí". Estas mismas presiones ya se vivieron el año pasado, cuando solo unos días antes de la cancelación el conseller de Políticas Digitales decía que no se iba a suspender "en ningún caso".
Para garantizar las medidas de seguridad, el consejero delegado de GSMA, John Hoffman, aseguró hace unas semanas que "será un evento diferente al de ediciones anteriores", con menos visitantes y rigurosas medidas de seguridad para evitar contagios. El objetivo de los organizadores es combinar elementos de la plataforma digital Thrive con otros presenciales "para crear un evento verdaderamente híbrido para aquellos que no pueden asistir en persona".
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