Subidas de precios

Las grandes telecos enfrían la guerra de descuentos con Digi como 'descolgada'

Desaparecen las agresivas rebajas en los paquetes más populares de Telefónica, Orange o Vodafone, con la rumana manteniendo el pulso de los precios pese a la subida de la inflación.

Digi es la única que mantiene el pulso de los precios.
Digi es la única que mantiene el pulso de los precios.
L.I.

La inflación está haciendo mella en el sector de las telecomunicaciones. La fuerte subida de los costes, principalmente energéticos, ha golpeado a las cuentas de resultados y la mayoría está tomando medidas. Primero ha sido con una subida generalizada de las tarifas de cara a 2023 para los clientes. Y después con un enfriamiento en la guerra de descuentos que se ha mantenido viva durante los últimos años. La gran excepción, más allá del grupo Másmóvil, es la rumana Digi que sigue como ‘descolgada’ prometiendo que no habrá incrementos pese a que sus márgenes no han dejado de bajar en los últimos trimestres.

Telefónica es el operador con más cuota de mercado y en el pasado ha marcado tendencias para el resto de operadores en un sector en el que más del 80% del negocio se concentra en cuatro grandes grupos. La compañía ha dejado claro el mensaje: subida de precios. Estas nuevas tarifas ya están incluidas en su portfolio oficial. Han desaparecido, al menos en sus propuestas oficiales, las rebajas del 25% durante hasta seis meses que se planteaban meses atrás. Sólo concentra este tipo de estrategias para productos menos masivos como las ofertas de ‘Sólo Móvil’ o Fibra.

Esta decisión de no sólo enfriar la guerra comercial, sino de incrementar de manera significativa los precios (sin ofrecer más servicios a cambio) lo hace a pesar de que durante este ejercicio ha perdido hasta finales de diciembre más de 325.000 líneas móviles (el año pasado se acercó al medio millón de portabilidades negativas). Pero la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete, que reduce su base de clientes a manos de Másmóvil con Yoigo, ha priorizado más tanto el ingreso medio por cliente (lo que se conoce como ARPU en el argot) como los márgenes de rentabilidad en el competido mercado español. Ese ARPU se ha mantenido por encima de la barrera de los 90 euros, mientras que el margen de Ebitda se ha situado por debajo del habitual 40%.

El resto de grandes operadores han ido abandonando el hacha de guerra progresivamente. Orange es el segundo por tamaño y también ha sufrido mucho en cuanto a portabilidades (235.000 hasta finales de diciembre). Pero también ha reservado los descuentos más relevantes para sus productos no convergentes. La puerta de acceso al fútbol se mantiene en los 100 euros, cuando en el arranque de la temporada se situó en los 85 euros para toda la campaña. En segundas marcas como Jazztel utiliza el reclamo que ya planteó Vodafone: “precio definitivo”. Es decir, sin grandes rebajas.

Vodafone aseguró en la presentación de su nuevo portfolio de tarifas y precios en España que no iba a entrar en una espiral de descuentos. Lo hacía después de recortar entre un 20% y un 30% los precios anteriores. Aún así, durante la campaña veraniega se planteaban rebajas de más del 10% sobre esos niveles ya reducidos. Ahora se han eliminado, al menos en sus propuestas oficiales. Al igual que sucede con Orange, han desaparecido los grandes reclamos en precio pero se mantienen las permanencias obligadas de un año. En el caso de los franceses se alcanzan los dos años para los que financien móviles.

Telefónica elimina grandes descuentos en su estrategia comercial al final de un año en el que ha perdido más de 325.000 líneas móviles

Uno de los más guerrilleros durante los últimos años ha sido Másmóvil. Se convirtió en la pesadilla de las grandes, especialmente de Orange, hoy su potencial socio en la ‘joint venture’ que estudia la Comisión Europea. Su discurso público ha cambiado. Y su consejero delegado, Meinrad Spenger, habla de ‘ultra low cost’ y de los problemas para los ingresos. Aún así sigue teniendo rebajas en sus principales marcas, no sólo Yoigo y Másmóvil, sino también Euskaltel. Aunque lógicamente no son tan agresivos como en años anteriores. Hay que recordar que los crecimientos de la compañía, si no se incluye el efecto de la inclusión del vasco, apenas superaron el 4% en el capítulo de ingresos.

El testigo de Spenger y su equipo lo ha tomado el quinto operador en España, la rumana Digi. La compañía no ha cambiado un ápice su estrategia comercial en España, con propuestas ‘ultra low cost’ de hasta 25 euros para un paquete convergente de su fibra propia y móvil. El pasado 13 de diciembre avisó a sus clientes: “Queremos trasladarte nuestra intención de no subir los precios de nuestros productos y servicios en estos momentos”. Toda una ‘declaración de guerra’ en un momento como este. Todo ello pese a que su rentabilidad no deja de reducirse por el incremento de los costes por el acceso mayorista a la red de Telefónica y la contratación de personal. El margen de Ebitda se situaba por debajo del 15% en el tercer trimestre.

2023, año clave

España ha sido la gran preocupación en las cúpulas de las grandes operadoras de telecomunicaciones por ese endurecimiento de la batalla comercial. Los analistas han preguntado una y otra vez a los directivos por esta cuestión. El consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilá, hablaba de “entorno complejo” en la última presentación de resultados. En la anterior, que se hizo en verano, insistía en que la competencia era dura en el bajo coste pero se había vuelto más “racional” en los productos de más valor. Su homólogo en Orange España, Jean François Fallacher, era más pesimista y hablaba en octubre de promociones “potentes” en todos los segmentos. Advertía que la estrategia pasaba por sacar el máximo partido a sus clientes vendiéndole más productos y no tanto en captar a toda costa.

Queda por ver cuánto pueden aguantar cada uno de los actores con el papel asumido hasta ahora. Los grandes han intentado trasladar que la agresividad debe ser menor. Pero si siguen perdiendo clientes de manera importante durante los próximos trimestres, estarán más presionados. Los ‘Mavericks’ del mercado, que no sólo es Digi sino también todos los operadores móviles virtuales (OMV) como Fi Network o Avatel, están dispuestos a tensar la cuerda para ganar cuota. Pero el incremento de los costes puede apretar en la cuenta de resultados más de lo previsto. Y en entre estos estará el que adquiera los potenciales ‘remedies’ que podría plantear la Comisión a Orange y Másmóvil para autorizar la fusión.

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