El decimonónico Instituto Homeopático y Hospital de San José de Madrid, situado en los números 3 y 5 de la calle Eloy Gonzalo, en pleno barrio de Chamberí, ya empieza a acusar los primeros síntomas de abandono, mientras algunos de los grandes inversores inmobiliarios de la capital se han interesado por su su compra, una vez que se resuelva el litigio sobre su titularidad, que está ahora en el Tribunal Supremo. El Grupo San José, la sociedad inmobiliaria del príncipe Christian de Hannover (Logika European Partners) y hasta el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), ya han pasado a visitar las vetustas paredes neogóticas del preciado inmueble, que puede estar en un precio que ronda los 13 millones de euros.
Mientras el conflicto judicial se resuelve, las plantas se están secando en el jardín, antaño impoluto, y se puede observar cómo se va deteriorando la madera de su impresionante galería. Se trata de un inmueble histórico que logró sobrevivir incluso a la Guerra Civil, donde fue hospital de campaña. Un edificio de titularidad privada en el que la Comunidad de Madrid ha invertido tres millones de euros en su rehabilitación por su carácter histórico.
El lugar lleva más de dos décadas inmerso en un litigio judicial entre los herederos de José Núñez Pernía, que poseía el título de marqués de Núñez, médico de cámara de Isabel II, introductor de la homeopatía en España y artífice de la suscripción popular que permitió financiar la construcción de este flamante inmueble. Desde octubre de 2017, la posesión de este palacio, que suscita las miradas de los paseantes por su belleza, es de la marquesa de Núñez. Detrás de este título está María José Fernández, una mujer anónima que vive en Zaragoza y que quiere venderlo a toda costa.
Todo en contra de los intereses de la Fundación Instituto Homeopático, sita en el edificio mudéjar anexo al palacete. Una entidad que es la titular oficial de los dos edificios colindantes (palacete y complejo mudéjar), según consta en el Registro de la Propiedad y ha podido verificar este medio. Una fundación amparada por una rama de la familia Núñez que busca continuar en este espacio con su labor asistencial a las clases más desfavorecidas del barrio para la que fue concebido el hospital y evitar la "especulación voraz" con el inmueble. En total los dos bienes suman la nada desdeñable cifra de 3.731 metros construidos. Un tesoro en pleno barrio de Chamberí. Algo que no ha pasado desapercibido.
El príncipe alemán de Chamberí
Aunque la actual marquesa de Núñez no puede vender el inmueble al tener solo la posesión y no la titularidad, hay personajes y empresas de renombre que han visitado el palacete. Hablamos de Grupo San José, uno de las empresas inmobiliarias y de rehabilitación mas potentes de España y Portugal. También se ha interesado el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y un personaje que está revolucionando la vivienda de lujo en la capital: el príncipe Christian de Hannover (segundo hijo de Ernesto de Hannover, exmarido de Carolina de Mónica), que opera a través de Logika European Partners con dos socios colombianos.
Christian de Hannover ha arrancado fuerte en los dos años que lleva instalado en Madrid, desde que se casó con la millonaria peruana Alexandra de Ossma. Logika European Partners pondrán en marcha en los próximos meses un proyecto de viviendas de lujo en la calle Hermosilla 60 y recientemente han vendido uno de sus activos: el edificio de la calle Nicasio Gallego 20 para viviendas de lujo, tal y como adelantó este medio.
Dos décadas de litigios y ocho exhumaciones
A pesar de que ofertas no le faltan, la marquesa de Núñez lo tiene cada vez más complicado para vender el inmueble. Sobre todo porque una rama familiar descendiente de una hija natural del fallecido médico de cámara de Isabel II, los García-Alix, se ha aliado 'filantrópicamente' con la Fundación para evitar que esto se produzca y el inmueble no salga al mercado y siga manteniendo su carácter benéfico y asistencial.
Hay que recordar que el marqués decimonónico José Núñez Pernía murió soltero oficialmente, pero tuvo cuatro hijos sin estar casado. La actual marquesa María José Fernández desciende de una hija natural del aristócrata y el médico Alfredo García-Alix de otra, en concreto de la hermana mayor. ¿Por qué se disputan el título a estas alturas? Porque el título lleva parejo el palacete, lo que ha justificado ya ocho exhumaciones de cadáveres del siglo XIX para buscar las coincidencias genéticas. Actualmente, la Fundación, que tiene pruebas de las irregularidades en la concesión a la rama zaragozana de la familia del marquesado en los años 80, está a la espera que el Supremo admita a trámite un recurso de nulidad que podría decantar el proceso a su favor.
¿Pero cómo consiguió María José Fernández ser marquesa de Núñez? El título nobiliario salió durante años en los listados de títulos nobiliarios vacantes, hasta que en 1980 el padre de la actual marquesa, Jaime Fernández Moreno, lo consiguió recuperar. Fue en 1982. ¿Cómo lo hizo? Por mediación del duque de Tovar, un noble que fue condenado en España por falsificación de títulos nobiliarios en los años 90. En 1998, con Alberto Ruiz-Gallardón en la presidencia de la Comunidad de Madrid, se empezó una rehabilitación del edificio. Se emplearon 3,3 millones de dinero público y lo inauguró Esperanza Aguirre.
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