Plan estratégico 2024-2027

Repsol invertirá hasta 19.000 millones en cuatro años con el 60% en la Península

Condiciona parte de sus inversiones en el negocio industrial la evolución del marco regulatorio y fiscal en España y asegura una rentabilidad para sus más de 520.000 accionistas con una retribución de 10.000 millones de euros.

Josu Jon Imaz, CEO de Repsol.
Repsol invertirá hasta 19.000 millones en cuatro años con el 60% en la Península.
Repsol

Repsol invertirá entre 16.000 y 19.000 millones de euros netos en cuatro años y destinará más del 35% a iniciativas bajas en carbono. La Península ibérica representará el 60% de las inversiones totales y Estados Unidos, el 25%. La compañía ha presentado su actualización Estratégica 2024-2027, que fija las prioridades y los objetivos para reforzar su crecimiento rentable, consolidar su apuesta multienergética, alcanzar sus objetivos de descarbonización para 2025 y 2030 y las cero emisiones netas en 2050.

No obstante, ha informado de que  que la cifra se modulará en función del escenario macroeconómico, la evolución de la tecnología y de la regulación, la madurez de los proyectos y el avance en la rotación de activos y las desinversiones previstas. Repsol ha presentado la actualización de su hoja de ruta tras lanzar un pulso al Gobierno por el impuesto energético y meter en la nevera parte de sus inversiones en España. 

Respecto al negocio industrial, prevé inversiones netas de entre 5.500 millones y 6.800 millones de euros entre 2024 y 2027 en sus instalaciones −seis de ellas ubicadas en la Península Ibérica- y desarrollar productos de bajas emisiones, como los combustibles renovables, el hidrógeno renovable y el biometano. Según la compañía, estas iniciativas requerirán de inversiones en un rango de entre 2.000 y 3.000 millones de euros, "condicionadas a la evolución del marco regulatorio y fiscal en España". Adicionalmente, 500 millones de euros irán destinados a descarbonizar activos convencionales, alcanzando una reducción de emisiones de 1,6 millones de toneladas de CO2 al final del período.

La petrolera ha sido una de las compañías más beligerantes ante el impuesto extraordinario que ha establecido el Gobierno para la banca y las energéticas para hacer frente a la crisis por la invasión de Rusia a Ucrania, siendo además la empresa más perjudicada con unos 450 millones de euros. Incluso ha llegado a amenazar con llevarse proyectos fuera de España si se mantenía en el tiempo el gravamen.

10.000 millones entre dividendo y recompra de acciones

Todo este esfuerzo inversor se verá acompañado de una rentabilidad garantizada para sus más de 520.000 accionistas, con una retribución de 10.000 millones de euros, a través del pago del dividendo en efectivo -4.600 millones de euros en el periodo- y de la continuidad en los programas de recompra de acciones durante el periodo -unos 5.400 millones de euros-, según la actualización del plan estratégico. Solo para 2024, incrementa un 30% el dividendo, hasta 0,9 euros por acción.

En concreto, propondrá en su próxima junta general de accionistas el pago de un dividendo complementario de 0,5 euros por acción, unido a los 0,4 euros ya abonados a cuenta, superando así objetivo de remuneración previsto para 2025. Además, se procederá a un nuevo programa de recompra de acciones propias por un máximo de 35 millones de acciones y planteará a la junta una reducción de capital de 40 millones de acciones, que prevé ejecutar antes de finales de julio mediante la amortización de acciones propias.

"Durante los próximos cuatro años mantendremos la misma estrategia que presentamos en nuestro plan anterior para afrontar la transición energética y apostaremos por todas las energías que satisfagan las necesidades de nuestros clientes. Estamos convencidos de que esta aproximación, en la que la descarbonización es una oportunidad atractiva para crear valor, crecer y ser rentables, es la más adecuada para nosotros", ha señalado el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz.

La nueva hoja de ruta del grupo llega tras lograr con dos años de antelación gran parte de los objetivos marcados en el anterior plan. Pone el foco en profundizar en una transición energética rentable y en priorizar "las inversiones en el actual portafolio integrado de activos de calidad y en iniciativas bajas en carbono", así como en "una atractiva retribución al accionista y el mantenimiento de la fortaleza financiera". Repsol acelera así su plan inversor para los próximos años, ya que en el último contemplaba 19.300 millones de euros para un periodo de cinco años (2021-2025).

Este aumento de la retribución a los accionistas y de las inversiones hasta 2027 estará respaldado por una "sólida generación de flujo de caja operativa", que ascenderá hasta 29.000 millones de euros en el conjunto de los cuatro años, y en el bajo nivel de endeudamiento de la compañía, que lo cifra en 2.096 millones de euros a 31 de diciembre de 2023 -6,7% sobre el capital empleado-.

Recorta un 25,5% el beneficio en 2023

Repsol también ha presentado los resultados correspondientes a 2023. Ganó 3.168 millones millones de euros el año pasado, lo que supone un recorte del 25,5% en comparación con el histórico 2022, en el que superó todas sus previsiones con 4.251 millones de euros. Por su parte, el beneficio neto ajustado del grupo, que mide específicamente el desempeño de los negocios, se situó en 5.011 millones de euros, un 26% menos interanual. 

El flujo de caja de las operaciones durante el año 2023 del grupo llegó a los 7.064 millones de euros, 1.859 millones de euros inferior respecto al de 2022, aunque la segunda mayor cifra de su historia. Repsol cerró el ejercicio con una deuda de 2.096 millones de euros, 160 millones de euros inferior a la del cierre de 2022 -incluye el impacto de la compra del 49% de Sinopec en el Reino Unido-, y el ratio de apalancamiento fue del 6,7%, frente al 8,0% de un año antes.

"2023 ha sido un año extraordinario. Hemos alcanzado 7.064 millones de euros de flujo de caja de las operaciones, la segunda mayor cifra en nuestra historia en medio de un entorno incierto y volátil. Esto es una clara evidencia de nuestro portafolio integrado de alta calidad, una gestión disciplinada y una estrategia de futuro. Hemos finalizado 2023 con una sólida posición financiera, logrando un progreso significativo en nuestros objetivos estratégicos y preparados para avanzar en nuestra estrategia para ser una compañía con emisiones netas cero en 2050", subraya Imaz en el informe de resultados remitido a la Comisión Nacional de los Mercados y Valores (CNMV).

En 2023, la compañía realizó una "inversión histórica" de 6.167 millones de euros. De esta cantidad, un 43% (más de 2.600 millones de euros) se destinó a proyectos en la península ibérica y un 30% a activos de generación renovable. Durante el ejercicio puso en marcha 1.100 megavatios (MW) renovable, alcanzando los 2.800 MW de potencia instalada, principalmente en España. Las inversiones en el negocio Industrial sumaron 1.161 millones de euros en el periodo.

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