El juicio entre Banco Santander y Andrea Orcel no se celebrará hasta dentro de unas semanas. El encuentro judicial entre la entidad que preside Ana Botín y el que será el primer ejecutivo de Unicredit estaba fechado para este miércoles pero, finalmente, el juzgado número 46 de Madrid ha notificado a las partes que se aplaza, con el 7 de abril como próxima fecha marcada en rojo en el calendario. En función de los tiempos, Orcel podría llegar a la cita judicial como nuevo CEO de Unicredit, lo que serviría para aclarar la liquidación que el banquero recibirá de UBS y despejar las cuantías que podría percibir en caso de que el juez decida fallar a su favor.
Y es que de los 112 millones de euros que durante meses se ha dicho que Orcel podría obtener, hay que descontar las cuantías que cobra de UBS tras su salida, el conocido como 'buyout', que se liquida cada mes de marzo y que se llevará a cabo en los próximos días. Inicialmente, esta partida estaba cifrada en unos 35 millones de euros en acciones de la entidad, pero se ha ido rebajando con el paso del tiempo y la liberación de diferentes cobros. A ello habría que sumar una prima de incorporación de 17 millones. El montante podría ser, por tanto, más cercano a los 60 millones.
En septiembre de 2018 Santander anunció que ficharía a Andrea Orcel como consejero delegado, sustituyendo a José Antonio Álvarez. Tras varios meses con el nombramiento en el aire, el banco cántabro anunciaba en enero de 2019 que daba marcha atrás en la contratación, ya que tenía "un coste inaceptable". Ahí arranca el contencioso que terminó en los juzgados. Mientras el banquero mantiene que existió una contratación efectiva, el banco señala que únicamente se trató de una carta-oferta que no tenía validez a efectos de contratación.
Ante estos movimientos, Orcel decidió demandar -tanto por la vía civil como por la penal- al banco que preside Ana Botín. La querella, en la que el banquero entendía que Santander habría supuestamente manipulado certificaciones de actas de la comisión de nombramientos y de la de retribuciones para defender su versión de la carta-oferta, no prosperó y en febrero de 2020 el magistrado declinó admitirla a trámite. Por el contrario, sí siguió adelante la civil, a través de la que el banquero solicitaba una indemnización de hasta 112 millones.
Este aplazamiento no es el primero. La vista previa estaba inicialmente fijada para el pasado mes de marzo, pero la irrupción de la Covid obligó a retrasarla a septiembre. Dicha sesión, que terminó sin acuerdo, sirvió para fijar este 10 de marzo como fecha para el juicio que se iba a celebrar en un solo día y que reuniría a grandes nombres del sector financiero europeo, acudiendo a declarar como testigos.
Durante la vista previa del pasado mes de septiembre, ambas partes mantuvieron la línea argumental que sostenían en los inicios del conflicto, en enero de 2019, manteniendo sus aspiraciones. Además, de entre las solicitudes de testificales que hicieron las partes, el juez aceptó la de la propia Botín, Roberto di Bernardini, exdirector de recursos humanos de Santander, y Axel Weber y Mark Shelton, ambos de la antigua entidad del banquero. Mientras la presidenta de Banco Santander había decidido acudir al juzgado de forma presencial, los suizos lo harían por videoconferencia.
Orcel solicitaba en su demanda la readmisión o el pago de una millonaria indemnización. Tras su fichaje, se descarta la primera opción
Más allá de que haya que esperar unas semanas más para escuchar el testimonio de los banqueros, la paradoja que provoca el retraso del juicio que se ha conocido este mismo martes es que Orcel no podrá aceptar la readmisión ante su fichaje por Unicredit, posibilidad que estaba incluida en su demanda original. El próximo día 15 de abril se celebrará la junta de accionistas de la entidad italiana que, si todo va según lo previsto, le nombrará consejero delegado en sustitución de Jean Pierre Mustier.
Si el juicio se celebra en la fecha previsible que ahora se maneja del 7 de abril, el banquero italiano se libraría de acudir a los tribunales con su nueva y flamante tarjeta de visita como CEO de Unicredit. Pero si las agendas de las dos partes en litigio y sus testigos aconsejan una extensión un poco mayor del plazo, lo más seguro es que Orcel ya no pueda presentarse ante el juez como el demandante en paro que denunció al Banco Santander por incumplimiento de contrato.
