Hasta ahora era presidenta de Navantia

Montero coloca al frente de SEPI a otro exalto cargo de Andalucía: Belén Gualda

La Presidencia del hólding público llevaba vacante desde octubre de 2019, cuando el ahora procesado por el caso Aznalcóllar Vicente Fernández dimitió. 

Sede de la SEPI
Sede de la SEPI
SEPI

Tras año y medio de regencia interina de Bartolomé Lora a la espera de que el tiempo aclarara el problemático panorama judicial que amenazaba a la persona escogida por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para dirigir el rumbo del hólding de empresas del Estado, Vicente Fernández Guerrero, - un alivio judicial que nunca llegó - el Gobierno se ha decidido finalmente a nombrar una nueva presidenta para la SEPI . La persona escogida para tal responsabilidad es Belén Gualda, actual presidenta de Navantia y exalto cargo de la Junta de Andalucía, una condición que con la perspectiva de lo acaecido desde junio de 2018 se ha convertido casi en indispensable para ocupar algún puesto en el organigrama del Ministerio de Hacienda o de la red de empresas y organismos autónomos cuyos nombramientos dependen de la que fuera consejera andaluza de Hacienda.

El nombramiento ha sido ratificado este martes por el Consejo de Ministros y anunciado por la propia ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al cónclave ministerial de este mismo martes. Se produce más de año y medio después de que Fernández Guerrero dimitiese de su cargo tras ser imputado en el llamado 'caso Aznalcóllar' - recientemente reabierto y que investiga la presunta adjudicación fraudulenta de la explotación minera a una empresa por parte de la Junta de Andalucía - y cuando apenas han pasado seis meses desde que Gualda fuera nombrada presidenta de Navantia en sustitución de Susana de Sarriá, otra exalto cargo de la Junta de Andalucía que no duró ni dos y años medio en el cargo de la mayor empresa industrial pública del país.

Montero ha defendido el nombramiento de Belén Gualda señalando que "cuenta con una amplia experiencia directiva en el sector público empresarial donde ha ejercido diversas responsabilidades, la mayoría de ellas vinculadas a la Junta de Andalucía". Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos de formación, Belén Gualda llegó a Navantia el pasado mes de octubre con el aval de haber ocupado diversas responsabilidades en el ámbito de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, de la que llegó a ser secretaria general de Medio Ambiente y Cambio Climático en el último Gobierno de Susana Díaz, y en compañía de su director de gabinete, Ricardo Domínguez García-Baquero, otro exalto cargo de la Junta, que últimamente ocupaba el cargo de director gerente en la Fundación Patrimonio Cultural Olivarero y cuyo nombramiento en Navantia despertó no pocos recelos en el seno de la empresa naval.

El proceso para nombrar un nuevo presidente en SEPI ha estado en 'stand by' durante semanas. En los últimos meses se habían llevado a cabo varios intentos para fichar diferentes perfiles que pudiesen encabezar la entidad, que ahora no solo se encarga del difícil reto de llevar a números negros a las empresas propiedad del Estado, sino que además gestiona un fondo de rescate de 10.000 millones de euros con no poco ruido alrededor, como se han visto en el controvertido rescate de la aerolínea Plus Ultra. Ninguno de esos intentos terminó de cuajar. Hasta este martes era el vicepresidente, Bartolomé Lora, el que seguía al frente del hólding. 

Una pequeña 'Junta de Andalucía' en el ámbito de Hacienda

María Jesús Montero siempre ha enmarcado su política de nombramientos, en la que aflora un claro predominio de exaltos cargos de la Junta de Andalucía, dentro de la "normalidad en la conformación de los equipos" y no ha tenido reparos en recordar que situaciones semejantes se vivieron en el año 1996, en el 2004 o en el 2012, es decir, cada vez que ha cambiado el color del partido al frente del Gobierno de España.

Sea más o menos común, lo cierto es que en Hacienda y alrededores se asientan a día de hoy no menos de una decena de exaltos cargos de la Junta de Andalucía y que ese patrón que la ministra sitúa dentro de la normalidad en la conformación de los equipos no tiene precedentes al menos en los ministerios del área económica del Gobierno de España. Montero ya reservó desde el principio los dos puestos clave del Ministerio a personas de su máxima confianza: situó a Inés Bardón, la que fuera su secretaria general de Finanzas y Sostenibilidad en Andalucía como secretaria de Estado de Hacienda, y a Maria José Gualda, la que era su secretaria general de Hacienda al frente de la Secretaría de Estado de Presupuestos. También reclutó de Andalucía a la actual subsecretaria de Hacienda, Pilar Paneque, y por supuesto a su jefe de gabinete, Carlos Moreno Medina, además de al menos un par de los asesores de su gabinete.

La ministra de Hacienda también ha confiado a altos cargos de su confianza procedentes de la Junta de Andalucía puestos de relevancia como la Presidencia de Navantia, la Presidencia de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT), donde ha situado a la que fuera su secretaria general de Administración Pública en Andalucía, Lidia Sánchez Milán; o la Presidencia de la Sociedad Estatal Lotería y Apuestas del Estado (Selae), donde nombró al que fuera su director general de Presupuestos, Jesús Huerta, entre otros.

Mostrar comentarios