La guerra audiovisual en España

Telefónica y Atresmedia revelan la clave de Netflix: controla el 50% del mercado

Es la estimación que trasladaron ambas a la Comisión Europea en su 'plan Seattle' para producir contenido y que ahora se hace público en el documento oficial que otorgó la 'luz verde' a la productora Buendía.

'La casa de papel', parte 4
'La casa de papel', una de las series destacadas de Netflix.

Los números de las grandes plataformas de vídeo en España son una verdadera incógnita. La ley actual no les obliga a poner luz y taquígrafos sobre su actividad, algo que se quiere cambiar con la modificación en la que ya se está trabajando. Los operadores tradicionales ya han puesto el grito en el cielo. Ellos tienen sus propias estimaciones. Telefónica y Atresmedia aportaron las suyas a la Comisión Europea dentro de la documentación sobre su 'plan Seattle' para producir y distribuir contenido audiovisual de manera conjunta. Ambos grupos estiman que Netflix cuenta con una cuota de mercado de entre el 50% y el 60% en el segmento de servicios audiovisuales bajo demanda.

Desde que estas multinacionales aterrizaran hace ahora un lustro en el mercado español, su crecimiento ha sido fulgurante pese a las reticencias de sus primeros ejecutivos por la influencia de la piratería en este país. Pero para conocer la magnitud de su negocio hasta la fecha ha habido sólo estimaciones del regulador del sector, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Primero lo hizo a través de una encuesta a usuarios, en la que llegó a otorgarle hasta 2 millones de hogares a Netflix (o 656.000 a Prime Video). Después lo hizo en una nueva evaluación más general hace ahora un año: 6 millones de contratos de estas plataformas en todo el país. Sin embargo, con el tiempo ha ido aparcando buena parte de estos intentos de arrojar luz, a la espera de la transparencia que aportará la nueva ley audiovisual.

Ahora son sus propios rivales los que le ponen los números. Atresmedia y Telefónica estiman que en el mercado llamado OTT, proveniente de la expresión inglesa 'Over The Top' y que se refiere a las plataformas digitales de vídeo bajo demanda, Netflix ha alcanzado ya una cuota de entre el 50% y el 60% del total. De estos clientes, una parte proceden de la propia teleco española, que distribuye su servicio de suscripción junto con los paquetes convergentes de fibra y móvil de más alto valor de Movistar -y cobra una comisión por ello-. Amazon, que ofrece contenido para los clientes de su suscripción anual Prime, sumaría hasta un 30%, mientras que HBO se quedaría con menos del 10%, según estas mismas valoraciones. En este mercado, la teleco española y el grupo dueño de La Sexta y Antena 3 tendrían menos del 5% con sus servicios Movistar Plus Lite o Atresplayer Premium. 

Ese es el reparto que ellos mismos le han presentado a la Comisión Europea en su defensa de la 'joint venture' para producir contenido precisamente para estos gigantes tecnológicos, tal y como queda reflejado en el documento elaborado por la Dirección General de Competencia y consultado por La Información. Los números se circunscriben a lo que los reguladores llaman OTT. Si en el cálculo se incluye servicios de televisión de pago y OTT, entonces Telefónica gana más posiciones por su dominio en el primer segmento hasta rozar el 20%, con una disminución del resto de plataformas digitales. Sea como sea, la realidad es que el dominio de la compañía dueña de los derechos de La Casa de Papel o Las Chicas del Cable es indiscutible.

¿Demasiada concentración?

Este dominio de las grandes plataformas y su creciente influencia en el mercado audiovisual es el que está detrás de esta 'joint venture' de Telefónica y Atresmedia. Tal y como reconocen en su contrato de comercialización, tratarán de captar clientes, que serán esencialmente operadores OTT (Netflix, HBO...) o plataformas de televisión de pago que deseen contenidos de ficción en español. "Como se destaca en documentos internos, la ambición de las empresas es que [la nueva compañía] llegue a ser «el líder mundial de la producción en español»", asegura la Comisión. Precisamente esa pretensión es la que ha puesto en guardia a algunas productoras en España.

Este es, quizás, el punto más delicado en lo que a los efectos en la competencia de esta unión se refiere. En la investigación que ha llevado a cabo la Comisión varias empresas productoras consideraron que no contaría con suficientes clientes alternativos a los que vender contenidos audiovisuales por encargo en condiciones competitivas tras la consumación de la 'joint-venture' y la decisión de ésta de reducir los encargos externos. Algunas de ellas insistieron en que tanto Telefónica como Atresmedia son clientes importantes y su alianza reduciría las posibilidades de comercialización. "La situación sería dramática para el sector, pues hay pocos clientes ya, y perder dos clientes clave concentraría los restantes a un mínimo", apuntaba una asociación de productores cuyo nombre no es desvelado. Por su parte, un operador audiovisual indicó que el resto de operadores del mercado "no tenemos suficiente tamaño (en número de abonados de TV de pago) como para convertirnos en alternativa; el resto de los productores españoles contarían con menos clientes y co-productores implicando recursos para la producción audiovisual española".

¿Qué dice la Comisión? Entiende que es improbable que el llamado 'Plan Seattle' de la teleco y el grupo audiovisual tenga la capacidad de bloquear el acceso al mercado de otras productoras por cuatro razones: seguirá subcontratando a terceras entidades una parte de todos los encargos que reciba; la demanda de contenidos audiovisuales, sobre todo en OTT como Netflix o HBO, se encuentra en expansión, y seguirá habiendo una "base alternativa de clientes suficiente tanto de contenido audiovisual con carácter general como en cualesquiera de los posibles segmentos". A esto se suma la posibilidad de que productores rivales ejecuten una contraestrategia y redirijan su oferta directamente hacia las plataformas digitales y se salten a Telefónica. De esta forma, entiende que la configuración de la transacción y los motivos de su ejecución "resultan contrarios a cualquier incentivo" para levantar un muro.

Para abundar más en este aspecto, las cotizadas españolas insisten en que la cuota de mercado de la 'joint-venture' el 20% en el terreno de la producción por encargo y adquisición de contenidos audiovisuales en España. Es por ello que la Comisión no se opuso y dio luz verde definitiva. "No plantea serias dudas derivadas de efectos cooperativos en el mercado de comercialización mayorista de canales de televisión en España o el mercado de prestación minorista de servicios audiovisuales en España", concluye.

Esta nueva sociedad se ha venido a llamar Buendía Estudios y ya cuenta con toda la infraestructura societaria y toda la cúpula directiva. El pasado mes de julio se hizo efectivo el nombramiento de Ignacio Corrales, que fuera director general de Atresmedia Studios, como nuevo director general de la conjunta. Tan pronto como se han logrado todos los permisos, se han iniciado los primeros rodajes bajo el paraguas de la conjunta. Es el caso de la serie 'La cocinera de Castamar', que se emitirá en Antena 3, o de otra que protagonizará Ana Milán.

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