Dice escapar de la "injusticia y la persecución política"

El último viaje de Carlos Ghosn: de 'Rey de Nissan' a prófugo en su amado Beirut

Fotografía Carlos Ghosn, Renault, Nissan, Mitsubishi
Fotografía Carlos Ghosn, Renault, Nissan, Mitsubishi
EFE

La carrera del ejecutivo automovilístico Carlos Ghosn ha sido acelerada: puestos del máximo nivel en Michelin, los mejores despachos en Renault, 'capo' en Nissan, Empresario Asiático del Año para 'Fortune', uno de los diez hombres de negocios más poderosos fuera de EEUU... Ghons difícilmente podría pasar desapercibido. Pero el brasileño de raíces libanesas decidió dar esquinazo a la Justicia japonesa en la madrugada del martes -que le mantenía en libertad bajo fianza, en espera de juicio, acusado de irregularidades financieras- y tomar las uvas en la seguridad de su conocido Beirut.

Con identidad falsa y en avión privado, Ghosn, uno de los hombres más vigilados en Japón -con cámaras frente a su casa, limitaciones de entrada a internet y dificultades para ver a su familia- ha puesto tierra de por medio asegurando en un comunicado que no escapa de los jueces nipones, sino de la "injusticia y la persecución política" de una nación que "no respeta los derechos humanos". Ghosn dixit.

Ghosn había perdido todos los lujos que iban aparejados a conducir Nissan, una de las mayores empresas del sector, y también su libertad tras ser señalado por irregularidades fiscales, usar fondos de la compañía para su beneficio y otorgar compensaciones no declaradas. Salir del país debió ser otro reto a batir por el combativo ejecutivo, porque sus tres pasaportes estaban en manos de sus abogados. Los hilos de poder que a la vista de lo sucedido mantiene debieron ayudarle a crear el perfil de un 'nuevo Ghosn' con el que logró burlar a las autoridades de Japón para instalarse en Beirut.

La disciplina de Ghons le llevó a la cima de Nissan-Renault, donde elevó al conglomerado al primer lugar entre los proveedores de coches a nivel mundial en la primera mitad de 2018. De estatura mediana, es conocido como un "titán" de los negocios por ser el responsable de salvar a Nissan cuando estuvo al borde de la quiebra. Sus métodos eran tan severos -cerró fábricas y recortó empleos- que lo apodaron el "eliminador de costos" en los 90, según la BBC.

Todos lo admiraban en Japón: varios diseñadores de historias de manga le dieron el papel de héroe en sus cuentos y los ciudadanos lo posicionaron en 2011 en el séptimo lugar de las personas que quisieran que gobernase el país. Su buena fama también llegó a Beirut, donde fue considerado como un posible candidato presidencial. Muchas personas confiaban en su estilo de dirección. Hasta que cayó en desgracia, envuelto en el dudoso destino de cantidades millonarias de dinero.

Ghosn siempre ha rechazado las acusaciones y ha asegurado que es víctima de un "complot" interno de Nissan para evitar una mayor integración con Renault. El brasileño con ascendencia libanesa y ciudadanía francesa estudió Ingeniería en la Escuela Politécnica y la Escuela de Minas de París e inició su carrera en Michelin. Más tarde llegó a Renault y se unió a Nissan en 1999, después de que la empresa francesa comprara una participación en el fabricante japonés. Su último puesto antes de la fuga fue como CEO y lo ostentó desde 2001. 

Pero, los compañeros con los que formó el imperio le dieron la espalda cuando estalló el escándalo. La compañía publicó un comunicado sobre una investigación interna que dejaba muy mal parado al empresario: "Durante muchos años, Ghosn ha venido reportando cantidades de compensación (financiera) en su informe a la Bolsa de Tokio que eran menores a las cifras reales". El presidente del conglomerado fue más allá: "Siento desesperación, indignación y resentimiento".

El magnate brasileño fue arrestado por primera vez el 19 de noviembre de 2018. Su futuro no parece muy prometedor ya que solo una de las cuatro causas que persigue la Fiscalía de Japón conlleva una pena de casi diez años. Ghosn ha lanzado un desafío a la Justicia nipona al declarar su "total desprecio de las leyes y tratados internacionales ratificados", pero las autoridades del país no se han pronunciado aún sobre su partida. 

Una de las personas que siempre lo ha apoyado es su esposa, Carole Ghosn, quien ha insistido en la teoría de que la detención de su marido se produjo por un complot para evitar la fusión entre Renault, Nissan y Mitsubishi. En una entrevista con CNBC, la mujer defendió la inocencia de su esposo y contó que se ha dirigido a la ONU y a Human Rights Watch para denunciar los hechos. No se sabe qué ocurrirá con el caso del ejecutivo, pero su fuga no facilita el desenlace de la trama.

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