En el espionaje a Sacyr y sus aliados

"A ver qué sabes del sastre": Corrochano pidió a Villarejo datos de Amancio Ortega

  • El exjefe de seguridad de BBVA encargó al comisario que pusiera la lupa también en José Arnau, mano derecha de los negocios del empresario gallego.
Julio Corrochano
Julio Corrochano
Zipi / EFE

Las encomiendas que el exjefe de Seguridad del BBVA Julio Corrochano realizó a José Manuel Villarejo en el marco de los encargos de espionaje suscritos con el comisario alcanzaron al fundador de Inditex, Amancio Ortega. En uno de los encuentros que ambos mantuvieron para despachar por las investigaciones a la constructora Sacyr, el exalto cargo del banco se interesó especialmente por el empresario gallego, al que se refirió como 'el sastre'. "A ver qué se puede saber de Zara y tal...", le dijo el máximo responsable de seguridad de la entidad en este encuentro que tuvo lugar el 10 de enero de 2005.

Aunque no consta que se realizara ningún seguimiento sobre Amancio Ortega, Corrochano sí deslizó a su interlocutor que sería "interesante" indagar acerca de la persona más rica de España y su hombre de confianza y vicepresidente de Inditex, José Arnau. "Es muy amigo de 'mi presi'", apostilló el jefe de Seguridad en referencia al entonces presidente de BBVA Francisco González. Villarejo, por su parte, se limitó a asegurar que uno de sus informadores también le había hablado de Arnau por algún encuentro que éste mantuvo con un tercero y del que no revela su identidad. 

De acuerdo con el audio que grabó Villarejo y al que ha tenido acceso La Información, estas confidencias se produjeron después de que los dos interlocutores despacharan acerca de todas las labores que estaba llevando a cabo el comisario jubilado desde el Grupo Cenyt para vigilar de cerca los movimientos de empresarios y políticos vinculados a la constructora Sacyr. Aunque en principio las peticiones sobre Amancio Ortega no guardan relación con este encargo concreto por el que el banco abonó más de 1 millón de euros a Villarejo, sí que se hizo alusión al mismo después de que ambos intercambiaran sus opiniones sobre la información que el agente encubierto recopiló del banco holandés ABN Amro para su cliente BBVA. 

"Me preocupa echarle comida al jilguero"

A lo largo de la conversación, Corrochano insiste en varias ocasiones en que es muy importante que le suministre información del encargo para ir pasándosela él a su jefe directo y al entonces presidente de la entidad. Según explica, hacía resúmenes de los dossieres que recibía del Grupo Cenyt para dárselos a su presidente. "Me preocupa ir echándole comida al jilguero", le dice en un momento determinado. El objetivo, de acuerdo con el comisario jubilado, era entonces fijar "los puntos de ataque" antes de que se celebrara la Junta de Accionistas de la constructora que entonces presidía Luis del Rivero. 

Esos puntos de ataque consistían en presionar a todas las personas implicadas en la operación del bautizado como 'Grupo Hostil', entre los que se encontraba el entonces accionista de Sacyr, Juan Abelló. "Está 'acojonao'. Están empezando a darse cuenta de que la operación no era tan redonda como pensaban que iba a ser", le dice Villarejo a su interlocutor, a quien le cuenta que le estarían amenazando con "el tema fiscal". Se refiere el comisario a un presunto fraude fiscal que podría haber cometido el empresario en la década de los noventa de 120 millones de euros y que no había trascendido a la luz pública en el momento de los hechos. 

"Lo que hay es que proyectar inseguridad. Que esta gente piense que no tiene respaldo del Gobierno, aunque el Gobierno esté detrás. Hay que meterles el 'acojono' en el cuerpo. El enfoque es romper el concepto de unidad que tienen en el consejo", insiste Villarejo ante Corrochano, a quien le explica que el objetivo principal de la bautizada como 'operación Trampa' era convencer a los accionistas de Sacyr dudosos con la operación para que se opusieran al plan de Del Rivero, bien fuera con amenazas o con intoxicación mediática. Del mismo modo, también hace referencia al presidente de Martinsa, Fernando Martín, o el abogado ya fallecido Matías Cortés.

Control telefónico y bancario

Corrochano le traslada que él, por su cuenta, también ha abierto una vía de investigación consistente en intentar averiguar el tráfico de llamadas telefónicas de las 'víctimas' de la operación y en obtener información bancaria de los espiados, entre los que se encuentra el exvicepresidente de BBVA José Domingo Ampuero. "Me interesan nombres y apellidos de la gente que está incursa en la película, con los móviles. Me lo ofreció de forma discreta José Domingo, de Amena. Me dijo: déjame los móviles que te interesen y si tienen entradas de Amena identificamos al tío". Se refiere Corrochano a su contacto con el entonces jefe de Seguridad de la compañía telefónica. 

En otro momento dado también confiesa que sus principales objetivos son el entonces ministro de Industria Miguel Sebastián y Juan Abelló y que iba a averiguar cómo podía "rastrear" cuentas y tarjetas bancarias que tuvieran abiertas en la entidad que en la actualidad preside Carlos Torres. Cenyt, por  su parte, también controló el tráfico de llamadas de los protagonistas de la operación y así lo comunicó al banco en uno de los informes de seguimiento. En concreto, plasmó por escrito que se interceptaron 869 llamadas telefónicas a todos ellos y también al entonces presidente del Banco Santander Emilio Botín. Las vías de acción, siempre según Villarejo, también se ampliaron al análisis de 16.500 comunicaciones y a más de 7.000 horas de vigilancia. Finalmente, tras la Junta de Accionistas celebrada en febrero de ese año, Sacyr dio marcha atrás en su intención de entrar en el capital del banco.

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