El giro del caso Bankia sitúa a De Guindos en el corazón de la gran crisis del banco

  • Verdú Pons dice al tribunal que Rato le mostró "su tremenda preocupación" ante las reuniones pilotadas por el exministro que precipitaron su fin.
Fotografía de Luis de Guindos con Rodrigo Rato / EFE
Fotografía de Luis de Guindos con Rodrigo Rato / EFE

Sumaba más de tres horas de declaración ante el tribunal de la Audiencia Nacional cuando el exconsejero de Bankia Francisco Verdú Pons se pronunció sobre uno de los temas más controvertidos del juicio: las últimas horas de Rodrigo Rato al frente de la entidad. Curiosamente,no solo respaldó al exvicepresidente económico del Gobierno en lo que respecta a una confabulación política para forzar su salida de la entidad, sino que incluso dijo que le pareció cuanto menos "extraño" que el presidente de Bankia tuviera por aquel entonces más exigencias desde el Ministerio de Economía y Competitividad, dirigido por Luis De Guindos, que del propio Banco de España.

"Rato me manifiesta su tremenda preocupación especialmente porque algún banco quería aprovechar la debilidad de Bankia para poner mucha presión y que el competidor sufriera para ganar cuota de mercado", expuso Verdú Pons a preguntas del fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón, algo que calificó de "lógico" en el mundo de los negocios. Ahora bien, el exdirectivo de la entidad no pasó por alto la expresa advertencia de Rato de que se estaban produciendo reuniones informales entre De Guindos y los presidentes de La Caixa, BBVA y El Santander en las que se fraguó su salida en mayo de 2012. "De hecho, el crecimiento que tuvieron esos bancos ese año fue en gran parte a costa de Bankia", apostilló.

Se trata de unas manifestaciones que cobran especial relevancia teniendo en cuenta que Verdú Pons fue el único directivo que recibió una tarjeta 'black' para gastos personales y no solo la rechazó sino que advirtió al propio Rato que no hiciera uso de ella, lo que derivó en un manifiesto enfrentamiento entre ambos, de acuerdo con la versión que prestó en calidad de testigo ante el mismo tribunal que le juzga por la fallida salida a bolsa de la entidad. Por estos hechos, el exdirectivo se enfrenta a una petición de cárcel de la Fiscalía de dos años y siete meses por delito de fraude a inversores.

"Rato percibió que iba teniendo más exigencias no por parte del Banco de España sino por el ministro de Economía, lo cual me parece muy extraño que un ministro hable con un presidente, pero ellos tenían su propia relación. Yo percibo la preocupación creciente del presidente que está teniendo exigencias por parte de otros estamentos", expuso el banquero en sede judicial en referencia a esos encuentros celebrados en la sede del Ministerio a principios de mayo, y a los que ya se refirió de manera muy detallada el principal acusado del procedimiento para explicar cómo fueron sus últimas horas al frente del banco cuando se iba a cumplir un año de la salida a bolsa de la entidad.

Su relato de estos hechos ocurridos hace ahora seis años sorprendió dentro y fuera del procedimiento penal puesto que la versión oficial que se conocía de aquel entonces estaba más relacionada con una dimisión de sus cargos que con una especie de confabulación a cuyo frente estaría el presidente de honor del BBVA, Francisco González. En concreto, Rato aseguró que el exministro de Economía le trasladó la necesidad de que abandonara la presidencia de Bankia por recomendación expresa de FG y tras las reuniones en las que también participaron Emilio Botín e Isidro Fainé. La única razón que se le dio fue que "no era bueno"que un exvicepresidente económico ejerciese a su vez de presidente de una entidad.

También fue más preciso en lo que respecta a las exigencias que provenían del Ministerio afirmando que le requirió unas provisiones "completamente desproporcionadas" de hasta 15.000 millones de euros. Aunque dijo en todo momento que se trató de una decisión política también precisó en diversas ocasiones que el Gobierno de Mariano Rajoy le trasladó a Miguel Ángel Fernández Ordóñez, entonces gobernador del Banco de España, que debía guardar silencio sobre este asunto. Precisamente tanto el exgobernador de la entidad como De Guindos, que en la actualidad ejerce de vicepresidente del Banco Central Europeo, declararán como testigos en el procedimiento.

Cabe destacar que Rato lanzó el dardo a Francisco González en uno de los momentos más delicados para el banquero debido a su implicación en el encargo de espionaje que hizo el BBVA en el año 2005 a José Manuel Villarejo. Precisamente esta gestión, efectuada a la mercantil del comisario jubilado para evitar que Sacyr entrara en el capital de la entidad, integra una de las piezas de la macrocausa 'Tándem' en la que se investigan las irregularidades que hay detrás de todos los encargos de seguimiento que recibió el expolicía.

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