Sin limitaciones por la edad

Cobrar pensión y seguir trabajando: el nuevo contrato para salvar el sistema

El 'think tank' jurídico y económico FIDE plantea diez medidas novedosas para reformar las pensiones avaladas por expolíticos, académicos y abogados del área laboral, con Escrivá a punto de cerrar un acuerdo.

José Luis Escrivá junto a Magdalena Valerio
Cobrar pensión y seguir trabajando: el nuevo contrato para salvar el sistema.
EFE

Con el acuerdo inicial para la reforma de las pensiones pendiente de cerrarse esta misma semana, un grupo de reconocidos economistas y juristas organizados en torno a la Fundación para la Investigación sobre el Derecho y la Economía (FIDE) ha lanzado una propuesta novedosa para garantizar la viabilidad futura del sistema y respetar el derecho al trabajo de todas las personas, tengan la edad que tengan: la creación de un nuevo “contrato compatible” que permitiría seguir trabajando a quienes se jubilan y cobran una pensión sin las limitaciones actuales, que cotizaría un 9% “por solidaridad” con el sistema de la Seguridad Social. Además de ese nuevo contrato, los expertos en el área laboral del ‘think tank’ jurídico y económico plantean la necesidad de eliminar de la negociación colectiva la actual “jubilación forzosa” por relevo generacional y limitar las jubilaciones anticipadas a situaciones de especial gravedad.

Esa es una de las diez grandes medidas que recomienda el Grupo de Pensiones de FIDE, coordinado por el profesor honorífico de la UCM, Tomás Arrieta, que cuentan con el apoyo y las aportaciones de 19 expertos en materia de pensiones, entre los que se encuentran personajes tan relevantes como el exministro de Trabajo, Valeriano Gómez, el exdiputado Carles Campuzano, el exsecretario general de Empleo, Juan Chozas y la viceconsejera de Empleo de la Comunidad de Madrid, Eva Blázquez. Y junto a ellos, economistas como José Antonio Herce, Fernando Ariza e Ignacio Conde Ruiz, entre otros académicos en derecho laboral y socios de alto nivel de esa área de práctica en los grandes despachos de derecho de los negocios.

Tras varios meses de análisis, la propuesta plantea eliminar cualquier tipo de discriminación laboral por razones de edad porque, “desde el momento en que se alcanza la edad legal de jubilación, todas las personas, con independencia del sector donde desarrollen su actividad, deben poder elegir si continuar o no con su actividad”. Recomiendan una revisión de la legislación para que la jubilación parcial actual funcione de verdad como modelo de relevo en la actividad por trabajadores más jóvenes y no sea una modalidad encubierta de jubilación anticipada. “Cualquier persona jubilada debería poder compatibilizar el derecho a la pensión con la actividad laboral, con independencia de la cuantía de su prestación”, recalcan.

El nuevo contrato compatible sería temporal y por cuenta ajena, se podría extinguir de forma unilateral por cualquiera de las partes sin costes y no conllevaría la condición básica de haber cotizado todos los años necesarios para tener toda la prestación, como ocurre ahora. Es más, se podría incluso plantear que en lugar de una cotización fija del 9%, tuviera una cotización ordinaria para aquellos trabajadores que no tengan derecho al 100% de la base reguladora de la pensión de jubilación, de forma que eso sirva para recalcular el importe de su pensión una vez que hayan dejado totalmente su actividad.

La propia exministra de Trabajo y Seguridad Social, Magdalena Valerio, tuvo ocasión de intervenir este lunes durante la presentación telemática de las conclusiones del trabajo, para recordar que además de todas las disquisiciones técnicas que se quieran hacer, lo fundamental es que, además del máximo consenso político, se cuente con el aval de los agentes sociales (patronales y sindicatos). De no ser así, la exministra advirtió que va a ser muy difícil que se llegue a aprobar en el Parlamento la propuesta que lleve José Luis Escrivá, dadas las presiones y los intereses que se van a ir generado entre agentes sociales y formaciones políticas de todo tipo durante su tramitación.

Los tres pilares y la nueva viudedad

Uno de los cambios básicos que se plantean en la propuesta de FIDE pasaría por consolidar un sistema mixto con tres pilares: la pensión pública, los planes de empresa y los fondos de pensiones privados, pero con la novedad de que se elimine entre todos ellos cualquier discriminación fiscal, para que todos sean apoyados y promovidos con los mismos incentivos, una opción que ya en el Pacto de Toledo chocó con los grupos políticos de izquierdas y que iría contra las restricciones fiscales a los planes de pensiones que se implantaron en los últimos Presupuestos.

Junto a una simplificación de los actuales regímenes especiales de la Seguridad Social -que son siete y se pueden quedar en dos-, entre las diez medidas se apuesta, entre otras cosas, por un cambio radical en las pensiones de viudedad y orfandad, para hacerlas más acordes con la nueva realidad social de las familias. Se plantea que este tipo de prestaciones sean siempre compatibles con el trabajo remunerado y con el cobro de una pensión por jubilación, con la finalidad de elevar su cuantía de forma progresiva.

El trabajo denuncia, además, una falta crónica de medios técnicos de la Comisión del Pacto de Toledo para vigilar y promover la reforma de las pensiones, por lo que se plantea la creación de una oficina propia y autónoma, similar a la Oficina Presupuestaria de las Cortes, para apoyar a los diputados implicados en esta función. De la misma manera, se reprocha la falta de transparencia y el elevado riesgo de “fatiga reformista” que sufre el Pacto después de tantos años de existencia, por lo que se plantea la creación de un nuevo “Portal Futuro”, que permita a los cotizantes asalariados y autónomos comprobar en tiempo real sus grupos y periodos de cotización pasados y simular su potencial pensión en base a los escenarios de cotizaciones previstos.

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