Echenique echa un capote a Iglesias y dice que su despedida sí fue "consensuada"

Pablo Echenique y Pablo Iglesias
Pablo Echenique y Pablo Iglesias
Europa Press

Quiere quitar 'hierro al asunto'. El todavía secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, ha asegurado este viernes que la decisión de dejar este cargo fue "consensuada" con la cúpula del partido y se produjo tras las elecciones generales del 28 de abril.

Según ha explicado en una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, la decisión de dejar la Secretaría de Organización fue "consensuada" y "hablada". Además, Echenique la enmarca en la normalidad de una "rotación" de cargos en la estructura del partido.

A su juicio, se trata de uno de los puestos más difíciles de ejercer en una organización política y entiende que después de tres años en el cargo es "natural" el cambio. A partir de ahora, el dirigente de Podemos pasará a ocupar una secretaría de nuevo cuño que coordinará los pactos electorales. "Vamos a un tablero político diferente al del 26-M y el 28-A y está bien que las organizaciones abordemos cambios en las estructuras para adaptarnos a los tiempos", ha alegado.

La mirada puesta en un Vistalegre III 

Echenique deja el cargo de secretario de Organización, lo que supone una victoria para el 'tándem' que conforman Irene Montero y Juanma del Olmo. La relación no era del todo fluida y eso se notó no solo en la campaña, sino incluso antes. El poder interno de ambos ha ido creciendo tras el adiós de Íñigo Errejón, concentrándose algunos de los cometidos del ahora líder de Más Madrid en la secretaría de Comunicación que dirige Del Olmo. Montero, por su parte, llegó a ser propuesta por Iglesias como su vicepresidenta y es la dirigente que centra las miradas para relevar al secretario general en un futuro Vistalegre III.

Internamente también se acusaba a Echenique de actuar con 'mano de hierro' en determinados territorios. No había el debate que se necesitaba y, en ocasiones, se imponían desde Princesa (sede de Podemos) las decisiones. Basta comprobar los enfrentamientos en público que han mantenido exdirigentes de Podemos contra la actual cúpula del partido. El caso más reciente es el de Cantabria, donde la exsecretaria general de los morados, Rosana Alonso, ha afirmado que el partido se ha convertido "en un club de fans" de Iglesias.

Tampoco ha habido una gestión como se deseaba a la hora de negociar con algunas candidaturas a las municipales o en el momento de integrar a Izquierda Unida en el proyecto. Por ejemplo, en Madrid, hay que recordar que Podemos apoyó a última hora la candidatura de Carlos Sánchez Mato, que no ha llegado a conseguir representación. 

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