El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, se ha quedado solo en apenas un día: tras la salida del secretario de Estado de Migraciones, Jesús Javier Perea, conocida este lunes, el que ha sido su mano derecha en ese cargo al frente de la Seguridad Social, Israel Arroyo, ha anunciado también su salida del Ministerio. Ambas deserciones obligan a realizar una nueva remodelación del gabinete de Escrivá en apenas dos años y medio, con la reforma de las pensiones y de las cotizaciones de los autónomos, entre otras grandes cuestiones, pendientes de cerrarse.
Israel Arroyo llegó a la Secretaría de Estado en enero de 2020 para sustituir a Octavio Granado, apenas dos meses antes de que estallara la pandemia de la Covid, y desde entonces se ha encargado de algunos de los trabajos más polémicos del Ministerio, avalado por su amplia experiencia en Seguridad Social, organización en la que ha desarrollado parte de su carrera profesional. Fuentes cercanas al Ministerio de Escrivá justifican la salida de Arroyo en el gran desgaste que lleva un cargo como el suyo, después de toda la intensidad que se ha sufrido con la puesta en marcha de los ERTE y gran parte de las medidas laborales del escudos social que se puso en marcha para frenar la caída del empleo ante la crisis del coronavirus.
En cualquier caso, el máximo responsable de la Seguridad Social por debajo del ministro sale del departamento cuando más en cuestión está su reforma de las pensiones en el entorno europeo. El Gobierno español, con Escrivá y Nadia Calviño al frente, envío a primeros de año el planteamiento básico de los cambios que pretende aplicar, con una subida lineal del 0,6% en las cotizaciones, si bien no logró una buena calificación de las autoridades comunitarias.
Fuentes del entorno comunitario aseguran que será necesario ampliar las explicaciones sobre la evolución futuro del modelo en España, una parte en la que los postulados de la reforma no parecen tan concretos como se exige. Cabe recordar que la reforma de las pensiones es una de las reformas principales que el Gobierno español debe enviar (y convencer) a la Comisión Europea para liberar un paquete de 12.000 millones en ayudas del fondo Next Generation, que deberían llegar a primeros del año que viene.
La 'pelea' con los autónomos
La crisis en el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se produce además en plena batalla con la patronal por las nuevas cotizaciones sociales que se quieren establecer para los trabajadores autónomos, que lleva ya cerca de medio año en liza. La última propuesta del Ministerio, conocida la semana pasada, planteaba una elevación hasta los 565 euros la cuota máxima para los que más ganan, desde los 550 que recogía el borrador anterior, con una cuota mínima recortada hasta los 245 euros mensuales, desde los 250 que se planteaban en la última propuesta, ambos cálculos plantados con un recorte de los tramos intermedios en el pago.
A pesar de este nuevo intento de sacar adelante su modelo de cuotas, la patronal volvió a rechazar el planteamiento del ministro, que este martes se ha encontrado con la dimisión del máximo responsable en las negociaciones. La idea del ministro es poner las bases de un modelo según el cual se consiga a medio y largo plazo que los autónomos lleguen a cotizar a la Seguridad Social por los ingresos reales que cada uno de ellos consiga.
La salida de Israel Arroyo se produce además en plena implementación en el seno del Ministerio de Escrivá del Ingreso Mínimo Vital (IMV) que se estableció de urgencia durante la pandemia, pero que no ha cubierto todavía las previsiones que entonces se hicieron. El ministro lo ha subido ahora un 15% para paliar la crisis derivada del conflicto de Ucrania, pero queda pendiente de mantener ese coste el año que viene.
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