El Gobierno eleva el tono en uno de los informes clave para los inversores. En el último chart pack del Tesoro, el organismo que cuelga del Ministerio de Asuntos Económicos incorpora por primera vez en el apartado de riesgos para la economía española la escalada imparable de la inflación como consecuencia del encarecimiento de los precios de la energía a nivel global. Hasta ahora, la foto que dibujaba Nadia Calviño en esta publicación periódica reflejaba un luminoso escenario macroeconómico despejado de amenazas e incertidumbres y obviaba las consecuencias de la guerra desatada en suelo europeo el pasado mes de febrero. Pero en junio el informe ya incluye un apartado específico sobre el impacto económico y social del conflicto.
Como se reveló en estas páginas, el Gobierno lleva meses ofreciendo en este dossier una perspectiva de la situación de la economía española integral pero incompleta, evitando aportar la última información disponible sobre el desarrollo de la invasión rusa de Ucrania y su impacto sobre el mercado energético internacional y ocultando la escalada de precios derivada del conflicto, que está afectando con intensidad a España, tal y como viene demostrando el rally del Índice de Precios de Consumo (IPC). De hecho, en ninguno de los informes desde el estallido de la guerra se mencionaba a Ucrania y solo se hacía referencia a Rusia para recoger el fuerte incremento de las importaciones de ese país por el alza en la partida de combustibles.
Hasta ahora. Coincidiendo con el giro de 180 grados en el discurso de Calviño, que en cuestión de días ha pasado de negar que España sufra una espiral inflacionista a admitir que el Gobierno tendrá que trabajar con un nuevo escenario de inflación disparada durante un tiempo más prolongado del inicialmente previsto, el Tesoro pone en alerta a los inversores. Y lo hace señalando varios "aspectos clave" sobre los que actuar en 2022: las tensiones geopolíticas, los precios de la energía, las cadenas de valor globales y la inflación. Y aquí señala la necesidad de prestar especial atención a las cuestiones derivadas de la "crisis de Ucrania", así como de garantizar la "estabilidad financiera" en el contexto de las sanciones financieras y de adoptar "medidas para amortiguar el impacto de los precios de la energía".
El equipo de Calviño también ha incorporado un nuevo apartado al chart pack en el que se detalla el paquete de medidas aprobado por el Gobierno a finales del pasado mes de marzo para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania. Entre otras, se destaca el tope al gas, la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante, el incremento del 15% en la cuantía del Ingreso Mínimo Vital (IMV), los 10.000 millones en créditos ICO o las ayudas al sector del transporte. Este apartado, colocado al final del documento de 83 páginas, viene a sustituir al que recogía las medidas adoptadas por el Ejecutivo para hacer frente a la pandemia de la Covid. Se ha cambiado un 'escudo social' por otro, básicamente.
El viraje en el cuadro que dibuja el Tesoro para los inversores coincide con el giro en el discurso de Calviño. La titular de Economía advertía públicamente este lunes de que España se enfrenta a importantes retos en el corto plazo y uno de ellos es precisamente la evolución de los precios. La guerra de Rusia ha tenido un importante impacto en el suministro de materias primas a nivel global, lo que ha disparado la inflación. En esta línea, Calviño reconocía que las noticias más recientes que llegan de los mercados internacionales no son positivas. "Con el corte del gas y el petróleo ruso se está intensificando el incremento de los precios de la energía y esta presión se trasladará a los precios en España", avisaba durante su intervención en los cursos de verano de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Menos crecimiento y más inflación
En el nuevo informe del Tesoro, el Ministerio también ha actualizado el cuadro macroeconómico para incorporar las nuevas previsiones aprobadas en el Programa de Estabilidad a finales del pasado mes de abril. En concreto, ha pasado de contemplar un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 7% en 2022 a estimar un 4,3% por el impacto que va a tener la guerra en Ucrania en la recuperación prevista inicialmente para este ejercicio, que estaba llamado a ser el del resurgir tras la pandemia. Esta proyección se sitúa entre las más prudentes, en línea con el escenario que contempla la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), aunque es más optimista que la del Banco de España, que recientemente ha recortado el crecimiento del PIB en 2022 hasta el 4,1%.
En el escenario macroeconómico que se expone a los inversores también se actualizan los datos de inflación, tras constatar la escalada del IPC hasta tasas cercanas al 9%. En concreto, en el apartado del deflactor del consumo privado -el Gobierno no hace previsión de inflación como tal y este es el indicador que más se asemeja- se ha colocado un 6,1%, que se espera que baje hasta el 2,2% en 2023 y al 1,6% en 2024 y 2025. También se actualiza el surrealista precio del barril de Brent de 60 dólares que figuraba en el cuadro macro anterior, en el que se basaron los Presupuestos Generales del Estado de este año, y se proyecta ahora un barril a 99 dólares en 2022, precio que bajará a 92 dólares en 2023, a 86 dólares en 2024 y a 80 dólares en 2025.
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