Entrevista al primer teniente de alcalde de Barcelona

Collboni: "La situación de Nissan es muy complicada; vamos a pelear y presionar"

Collboni: "La situación de Nissan es muy complicada; vamos a pelear y presionar"
Collboni: "La situación de Nissan es muy complicada; vamos a pelear y presionar"
JC

Barcelona sufrió las primeras consecuencias del coronavirus, cuando en España pocos hablaban de la pandemia. El Mobile World Congress, cita tecnológica mundial por excelencia, desconvocaba su edición prevista en la Ciudad Condal para finales de febrero. El miedo al virus y la renuncia a participar de los gigantes de las 'telecos' ganaron el pulso a los organizadores. Fue el primer signo de que la Covid era una inmensa amenaza sanitaria y también para la economía mundial.

Jaume Collboni (Barcelona, 1969) vivió en primera línea los acontecimientos como primer teniente de alcalde de la ciudad catalana. El político del PSC también ha sido testigo, más tarde, de los efectos devastadores del virus entre la población y de la profunda herida que ha abierto en el tejido empresarial, el turismo y la sociedad de Barcelona.

Pregunta.- ¿Cuál va a ser el proceso de reconstrucción de Barcelona, una vez que la ciudad pasa hoy a la fase 1 de la desescalada?

Jaume Collboni.- Lo abordamos en tres grandes etapas a un año vista. La primera sería la paliativa: dar ayudas directas al tejido económico, asesoramiento laboral a las personas que se han quedado en paro o que han entrado en ERTE, ayuda a autónomos... Medidas de choque con un fondo de 25 millones de euros. La segunda fase sería la de reactivación, que empieza hoy. Lo que queremos es activar el consumo local porque Barcelona como ciudad y como otras ciudades de España va a tener una caída del consumo. Se va a lanzar ya una campaña que va a decirle a la gente que la forma de ser patriota de la ciudad va a ser consumir en la tienda de tu barrio y reactivar el consumo de proximidad, porque es lo que va a ayudar a que tu bar, tu restaurante, tu tienda, sobrevivan a esta crisis, que va a ser dura. No hay que ocultar que va a ser intensa, vamos a ver cuánto dura, pero va a tener consecuencias.

P.- ¿Se va? ¿Se queda? ¿Cómo están las negociaciones con Nissan?

J. C.- Nosotros vamos a pelearlo hasta el final y vamos a hacer presión a todos los niveles. En la Comisión de Economía del Ayuntamiento hemos vuelto a hacer una declaración unitaria de los grupos defendiendo la continuidad de las plantas de Nissan en Barcelona y en Cataluña. La situación es muy complicada, no por la viabilidad de las plantas, que la tienen, o por su competitividad, que la tienen, sino también por una estrategia de grupo: una fusión a nivel global. Ha habido una dirección que ha tenido que tomar decisiones complicadas.

P.- ¿Se puede evitar la marcha de la firma automovilística?

J. C.- Es inminente que haya una respuesta. Esto se soluciona trayendo líneas de producción nuevas de vehículo eléctrico a las plantas de Barcelona. Es una decisión de empresa. Le hemos dicho a la compañía que siempre será mucho más económico traer una nueva línea de producción que tomar una decisión drástica que les va a salir mucho más cara en términos económicos y reputacionales. Vamos a ver cómo reaccionan.

P.- ¿El Ayuntamiento de Barcelona tiene algún grupo de empresarios que le asesora en estas etapas de reactivación? El alcalde de Madrid, por ejemplo, tiene a varios empresarios del Ibex que le están ayudando.

J. C.- Ibex nosotros no tenemos como tal pero tenemos al Círculo de Economía que nos hace un poco la tarea de asesoramiento. Ahora el presidente es Javier Faus, y con ellos semanalmente tenemos un encuentro o conversación o nos envían notas para darnos su punto de vista sobre cómo evoluciona todo. Uno con el que hablamos, y aunque ya no es presidente, es Antón Costas, que con todo el tema de la crisis también ha tenido mucho protagonismo. Creo que va a haber un momento, no tanto para el asesoramiento pero sí para la reactivación. La fase de reactivación y de promoción de la ciudad, dentro de tres o de seis meses, en los cuales las empresas tractoras, las empresas más grandes de la ciudad van a tener que jugar un papel de compromiso con la ciudad y por propio interés para que la actividad económica se reactive. Tenemos entidades financieras, del retail, del sector energético y otras muy relevantes en la ciudad que pueden jugar un papel y vamos a hacer que lo jueguen. Pero en clave de motores de la reactivación y del relanzamiento de la ciudad; por interés propio porque Cataluña y Barcelona son un mercado, obviamente, y también porque algunas son de matriz barcelonesa y catalana.

P.- ¿Cuándo habrá signos de recuperación en la ciudad?

J.C.- Estimamos que el punto de inflexión se debería de producir en tres momentos. Uno primero, que sería Alimentaria, la primera gran feria que tenemos en octubre, que es muy nacional y ahí tendríamos el primer repunte de las ferias, que en la ciudad tienen mucha importancia. Un segundo momento, la campaña de Navidad, que la vamos a hacer más larga. Y un tercer momento que sería el del Mobile de finales de febrero. Mobile sería la etapa donde si todo va bien, si no hay rebrotes graves de la pandemia, ahí lanzaríamos una campaña de promoción internacional. Hay un plan, lo vamos a ir desplegando. También trabajamos para tener un gran Pacto de Ciudad 2020-2021 en el cual participan todos los grupos de la oposición y más de 250 entidades y asociaciones de la ciudad de Barcelona. La idea es que este gran pacto sea un poco el marco del consenso para salir de la crisis lo antes posible y aprovechando las oportunidades que también da esta crisis.

P.- ¿Qué planes hay para relanzar el turismo?

J.C.- No hay que ocultar la gravedad de la situación. La caída del turismo va a golpear la ciudad de una forma muy clara este verano, pocos hoteles van a poder reactivarse al cien por cien con las perspectivas a día de hoy... Pero esto es cambiante y la evolución de los datos que hemos ido teniendo son mejores de los que esperábamos. Hasta ahora, en la fase 0,5 abrieron más del 80% de los establecimientos. La gente que puede y tiene la suerte de poder tiene ganas de consumir, de ir a una terraza, a un restaurante, a comprarse ropa y eso está favoreciendo el consumo. En términos de turismo podría pasar lo mismo. Turismo internacional va a haber poco, pero estamos siguiendo muy de cerca toda la situación con los países socios de la Unión y los corredores aéreos que se podrían abrir.

P.- ¿Va a pedir Barcelona ser 'zona verde'?

J.C.- Estamos coordinándolo a través del Comité de Rutas Aéreas y los operadores más importantes. Le estamos diciendo al Ministerio, sin poner calificativos, que el esfuerzo que va a hacer Barcelona es para ser una ciudad segura desde el punto de vista sanitario. Creemos que esa es la clave, estamos trabajando en ello con los sectores, y que esa garantía de seguridad sanitaria abra rápidamente la posibilidad de tener vuelos con turismo. Vamos a hacer todo dentro de lo que sea razonable desde el punto de vista sanitario.

P.- ¿Cuál es la situación del puerto y del turismo de cruceros?

J.C.- El puerto es uno de los que ha sufrido el parón, no tanto por la recepción de cruceros sino por la propia seguridad dentro de los mismos. Eso va a tardar, porque una cosa es coger un avión durante una hora o dos horas para venir a Barcelona y otra cosa es meterte en un barco 15 días dando vueltas por el Mediterráneo. En consecuencia, el sector de los cruceros va a ser de los que va a notar más el parón este verano.

P.- ¿Cómo está afectando la Covid a las arcas municipales?

J. C.- Estamos dialogando con la oposición para que antes de julio tengamos un nuevo presupuesto porque es evidente que la crisis lo ha hecho saltar por los aires. Ha quedado superado por los acontecimientos. Nos gustaría llegar al mes de julio con una modificación presupuestaria que nos dé margen de maniobra, para llevar el gasto público a gasto corriente y ayudas, políticas sociales y demás.

P.- ¿Se han iniciado ya contactos con la oposición?

J.C.- Hemos empezado a trabajar con la oposición, primero sobre la base de la transparencia y de decir lo que hay. Tenemos un presupuesto de 3.000 millones de euros y en nuestra previsión de caída de ingresos -entre caída y desvío de gastos- ya estamos en 400 millones. Estos son los grandes datos. En estos momentos estamos trabajando en habilitar un fondo de 90 millones de euros Covid, entre reactivación económica, medidas sociales y transformación urbana. Somos optimistas. Nuestro objetivo es modificar el presupuesto.

P.- La situación de la política catalana, ¿dificulta la reactivación?

J.C.- Con la actual consellera de Empresa tenemos una excelente relación y comunicación fluida. El problema no es el responsable político de ahora, el problema es que en materia de política industrial hace años, que yo creo que coinciden con los del procès, no ha habido una política industrial proactiva desde el ámbito público. No se ha ido a buscar oportunidades, no se ha fomentado la implantación de nuevas empresas. Esas son circunstancias que, mientras van sucediendo, no tienen efecto, se ven más a medio plazo. Pero la situación del sector del automóvil en Cataluña, y no solo el sector del automóvil, paga las consecuencias de la ausencia de política industrial, que sí la había tenido Cataluña en otros periodos anteriores. Incluso cuando gobernaba el nacionalismo había una política industrial muy proactiva; la hubo durante el tripartito y luego la ha dejado de haber. ¿Por qué? Ya lo sabemos: hemos tenido un Gobierno de la Generalitat que ha estado centrado en otras cosas. Se ha notado a la hora de gestionar los servicios sociales básicos de Cataluña, empezando por la Sanidad y acabando por la Educación, una polémica abierta e intensa con el sector educativo porque se han tomado decisiones sin pensar y sin consultar. Y en materia de política industrial, lo mismo.

P.- ¿Cuál es la situación de los servicios sociales?

J.C.- Vamos a lanzar un paquete de medidas sociales, aunque ya estamos haciendo cosas desde el minuto cero. De hecho es de las primeras cosas a las que hemos hecho frente con lo que teníamos. Nosotros, los datos que tenemos, es el aumento de peticiones de bancos de alimentos en torno a un 25 o un 30%, donde además de desplomarse la parte más precaria de los trabajadores y trabajadoras de la ciudad que han sido los primeros en caer, pues lo vemos también en barrios de clase media y eso es un indicador muy preocupante. Para los 17 o 18 barrios más vulnerables de la ciudad hicimos un plan de choque Covid especial, con más recursos, porque eran los que tenían un nivel de renta más bajo. La crisis no es que incremente las desigualdades sociales, que también, es que las pone más de relieve que nunca. El hecho de estar encerrado en casa y contar solo con tus medios pues te hace más vulnerable o te precariza mucho más.

Mostrar comentarios