Tensión entre barones del PP: se dispara el temor a perder sus últimos bastiones

Madrid, Castilla y León, Murcia... ¿Y si el PP pierde sus feudos históricos el 26-M?
Madrid, Castilla y León, Murcia... ¿Y si el PP pierde sus feudos históricos el 26-M?
EFE

La pérdida de más de tres millones y medio de votos a nivel nacional en las elecciones generales del 28-A ha encendido todas las alarmas en el Partido Popular de cara a las municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo. A menos de un mes para la celebración de los comicios, la cúpula popular baraja la posibilidad real de perder algunos de sus bastiones históricos o, en el mejor del los casos, mantener el tipo pero verse en la obligación de compartir gobierno con otras fuerzas políticas. Madrid, Murcia y Castilla y León corren serio peligro.

Los resultados de este domingo no presagian buenos tiempos para la formación que lidera Pablo Casado, que pese a reconocer el "mal resultado" -pierde 71 escaños en el Congreso de los Diputados y se desvanece en el Senado, entregando la mayoría absoluta que obstentaba al PSOE de Pedro Sánchez- se atrinchera en Génova para tratar de dar la vuelta a los malos augurios que sobrevuelan a la cúpula nacional. El Comité Ejecutivo se reúne mañana martes, una cita que se antoja clave para decidir el futuro del partido, a corto y medio plazo.

Fuentes populares explican que el ambiente postelectoral entre los barones es de cierta psicosis. Quedan cuatro domingos para la nueva cita con las urnas y hay territorios gobernados ahora por el PP que corren serio peligro de perderse. Por eso la cumbre de mañana a puerta cerrada de Casado con sus barones se antoja como clave. Saldrá un mensaje de unidad, pero los nervios y la tensión están ahí ante las consecuencias que tendría perder estos gobiernos para cientos de personas que dependen de ellos.

Madrid y Díaz Ayuso se antojan clave

En la Comunidad de Madrid hay una evidente preocupación. El PP gobierna la región desde junio de 1995, pero tras el recuento de votos del domingo la alarma se ha instalado en las filas populares. Aunque no son resultados extrapolables ni comparables, marcan una tendencia. De darse un escrutinio similar en las elecciones autonómicas, el PP perdería el Gobierno regional, al convertirse en segunda fuerza política, por detrás de Ciudadanos. "Perder Madrid sería una catástrofe y un durísimo palo psicológico", anticipan fuentes de la formación.

El Gobierno de Madrid quedaría formado por un tripartito Cs-PP-Vox, o al menos con el respaldo de estos grupos políticos. E Ignacio Aguado tendría en su llave llegar al sillón de mando de la Puerta del Sol, acompañado, para más inri, de Ángel Garrido. Las candidatura de Isabel Díaz Ayuso queda así comprometida por el ascenso que experimentaría la lista de Ciudadanos que encabeza Aguado. El cabeza de lista naranja necesitaría, en cualquier caso, del concurso de Vox, liderada en la región por la arquitecta Rocío Monasterio.

Una puerta hacia el optimismo entre los populars es el hecho de que, aunque el PSOE del candidato socialista Ángel Gabilondo se consolidaría al alza, no conseguiría votos suficientes como para gobernar con el respaldo del resto de los grupos de izquierdas de la futura Asamblea de Madrid, teniendo en cuenta los resultados de este domingo.

Gobierno en Castilla y León

En Castilla y León, por su parte, la situación predominante es, igualmente, de tensión en las filas conservadoras. Bastión histórico y caladero de votos del PP, los populares de la lista del exalcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, ganarían los comicios regionales, pero se dejarían por el camino buena parte del respaldo con el que gobernaban hasta el momento con Juan Vicente Herrera, siempre que se reproduzca la tendencia de las elecciones del domingo.

El todavía gobierno regional azul se sustenta en una casi mayoría absoluta, dado que solo necesitaba de un voto de Cs o de su abstención. Si estas proyecciones resultantes de los comicios del 28-A se confirman, el PP necesitaría sí o sí del respaldo de Ciudadanos y probablemente de Vox, que entraría en las Cortes de Castilla y León. Los de Albert Rivera en Castilla y León ya pasaron semanas atrás su particular 'vía crucis' con el presunto pucherazo en la elección de la candidata Silvia Clemente, que abandonó las filas del PP sorpresivamente y que, en última instancia, fue superada en las votaciones internas por Francisco Igea. La situación se complica aún más si se tiene en cuenta que el propio Igea ha dejado la puerta abierta a pactar con los socialistas en la Junta, lo que dejaría al PP fuera de toda posibilidad de mantener el Gobierno.

Fuentes del PP castellano y leonés reconocen el varapalo que podría sobrevenir en las elecciones de mayo, aunque creen que en comparación con el naufragio nacional, "el pinchazo en la región sería casi anecdótico", ya que podrían conservar el Gobierno autonómico si sus previsiones se cumplen. 

¿Y en la Región de Murcia?

En la Región de Murcia, a la vista de los resultados del 28-A, el PP seguiría también manteniendo el gobierno, eso sí, con apoyo del resto de los partidos de centro-derecha. En cualquiera de los casos, los datos de las generales demuestran un importante incremento del respaldo del PSOE en esta comunidad autónoma.

El PP se ha dejado en estos comicios 154.000 votos, mientras que los de Pedro Sánchez han superado por primera vez en los últimos años a los de Génova, en este caso por 10.000 votos. Pero los populares todavía confían en que el voto de los murcianos el próximo 26 de mayo sea diferente al de este 28 de abril. 

El temor en Génova es claro. Existen serias posibilidades de que los populares conserven únicamente el nuevo Gobierno andaluz, con Juanma Moreno, y con Galicia, con Alberto Núñez Feijóo. Aragón se antoja complicado de recuperar, ya que el PP ha sido tercera fuerza este domingo; al igual que la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, donde ha ganado el PSOE.

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