Por sus negocios con Villarejo

Más de medio millón y 2 BMW: la ilícita fortuna que la Policía achaca a El Gordo

Los agentes identifican en las cuentas del exjefe de la UCAO ingresos fraccionados de origen desconocido en una horquilla cercana a los doce años. 

Enrique García Castaño
El Gordo también participó en importantes operaciones antiterroristas en la etapa de ETA. 
EFE

Los agentes de Asuntos Internos han cumplido con el requerimiento efectuado por la Audiencia Nacional y han entregado al caso Villarejo un minucioso informe de más de un centenar de páginas en el que desgranan la supuesta participación de Enrique García Castaño en la 'red parapolicial' de Villarejo. El exjefe de la UCAO de la Policía Nacional participó activamente en los negocios privados del comisario por los que percibió a cambio suculentas dádivas, siempre según los agentes que le atribuyen ingresos en efectivo durante once años y ocho meses de 512.400 euros, además de dos BMW y el pago del alquiler de su domicilio. 

El informe que obra en el sumario de la pieza principal y al que ha tenido acceso La Información, hace un pormenorizado repaso de las cuentas bancarias del exjefe policial para apuntalar que mientras una de ellas suma principalmente capital procedente de su salario de funcionario, la otra se nutría principalmente de ingresos en efectivo que se realizaron desde una sede bancaria muy próxima al complejo policial de Canillas donde trabajó hasta su salida de la Policía en febrero de 2017. Los agentes precisan que no han podido acreditar el origen de todas estas aportaciones que estaban fraccionadas y no solían superar los 1.100 euros siendo la media mensual de unos 3.000 euros. 

Se trata de la investigación más exhaustiva hasta la fecha en lo que a García Castaño se refiere, aunque los agentes también pusieron la lupa en las cuentas bancarias de su entonces mujer y de su hija ante la sospecha de que todas estas cuantías ingresadas en metálico procedían de su labor para el clan. La misma habría consistido en filtrar información confidencial de las bases de datos policiales a Villarejo para que éste pudieran materializar sus encargos privados. De hecho, recuerdan que las sociedades del comisario jubilado pagaron dos vehículos de lujo que utilizaban su hija y su expareja. El historial demuestra que desde su adquisición hasta 2015 pertenecieron a firmas del entramado de Villarejo (Real State, Cenyt Data, Premium Hotels) si bien luego se pusieron a nombre de las usuarias de estos dos BMW que costaron poco más de 70.000 euros. 

Dinero en negro "del currito"

"Examinadas las cuentas obtenidas no se ha localizado entre la documentación facilitada por las entidades bancarias transferencia alguna con destino a las cuentas de Villarejo (o sus sociedades) por importes similares que permitan constatar que dichas cantidades fueron compensadas por García Castaño o su entorno familiar más inmediato", reza el oficio policial recogido por este diario. Además, también precisa que el alquiler del domicilio familiar en Madrid capital se costeó casi en su totalidad no con el dinero de sus cuentas bancarias sino con los ingresos en efectivo que fue realizando dichos años. En concreto, apuntan a cuantías que oscilan entre los 16.000 y 16.800 euros anuales entre marzo de 2007 hasta su detención en julio de 2018. 

Se trata de una información que coincide con las conversaciones que grabó Villarejo en las que el exalto mando de la Comisaría General de Información le contaba que necesitaba unos 3.000 o 4.000 euros al mes para afrontar el pago del alquiler y la pensión de unos 2.000 euros a su primera mujer. Los audios han permitido también detectar que se produjeron entregas de dinero en mano del propio Villarejo a su excolega y a lo que se referían como "negro cocinero" al tratarse de dinero en 'B'. Así, en uno de sus encuentros, Villarejo le abona una determinada cuantía haciendo referencia a que provenía "del currito" que tienen "después de hacer el curro", a lo que García Castaño le respondió que se lo agradecía la parienta y que le venía "como Dios". 

Por todo ello, los agentes concluyen que el papel de 'El Gordo' consistió en proveer de medios técnicos como dispositivos de geolocalización y grabadoras. Además, también filtró información reservada a la que tenía acceso gracias a su poder dentro de la Comisaría General de Información, donde los policías son conocidos también con el apodo de 'fontaneros' por ser los encargados de controlar los trabajos más sensibles como es la vigilancia, escuchas o instalación de cámaras y de micrófonos. Los agentes incluyen en su oficio policial extractos de conversaciones que obran en el sumario en las que Villarejo le pide una grabadora, datos de titulares de líneas telefónicas, información restringida y hasta datos de una hipoteca.

Colabora con la Justicia

"Es que hay un chaval allí que es un manitas, cogió el último censo y lo ha trabajado él y viene por provincias, los datos pues de las personas, nombres, apellidos, fecha de nacimiento, lugar de nacimiento, o sea que aunque no tengas más que un apellido o una fecha de nacimiento, lo metes ahí y te lo puede sacar. Eso me lo ha hecho un chaval de abajo de los míos", le dice 'El Gordo' a Villarejo. Con todo, el oficio también hace un pormenorizado análisis de la implicación del exmando policial en muchos de los encargos que ahora investiga la Audiencia Nacional. Algunos de ellos, como Iron (proyecto de Herrero y Asociados para espiar a un despacho de abogados de la competencia) o Land (sobre el encargo de parte del clan García Cereceda) ya han culminado y están pendientes de que se abra juicio oral.

De hecho, por Iron la Fiscalía Anticorrupción le pide 52 años de prisión mientras que en la pieza de espionaje de los Cereceda afronta 30 años y 10 meses por delitos de cohecho y revelación de secretos. El Ministerio Público le sitúa detrás de la fuga de información que se filtró desde la Comisaría General de Información sobre datos bancarios y policiales de personas que formaban parte de un despacho competencia directa de Herrero y Asociados. Los agentes concluyeron que había un topo también en BBVA porque desde este banco se trasladaron a agentes de Policía datos secretos de sus clientes, de acuerdo con los correos enviados en los que el inferior de El Gordo decía que se lo pedía directamente su "amigo Enrique", tal y como consta en la documental que adelantó este medio. 

García Castaño, por su parte, siempre ha negado su implicación en esta macrocausa y se ha desligado de los negocios de Villarejo. Así, ha mostrado su intención de colaborar con los investigadores de este procedimiento en el marco del cual ha declarado en muchas ocasiones. En los recursos presentados contra su procesamiento su defensa denunció que no se practicaron pruebas "fundamentales" que había pedido en los últimos meses. Se trataba de librar oficio a un operador telefónico y a la Policía para que aportaran el tráfico de llamadas y los correos del inspector Constancio Riaño para probar que fue él quien suministró al Grupo Cenyt la información de carácter secreta. 'El Gordo' alega que emplearon su nombre a sus espaldas y que desconocía estos movimientos.

 

Mostrar comentarios