Tras cuatro noches de protestas

Moncloa y Podemos frenan la escalada de tensión a la espera de más disturbios

La parte socialista del Gobierno recurre a la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, y no a un ministro para insistir en el mensaje de rechazo a la violencia. Colau sí que critica los actos vandálicos y apoya a la Policía.

Contenedores ardiendo tras la manifestación de hoy viernes en Barcelona, tras la cuarta noche de protestas por la detención del rapero Pablo Hasél
Contenedores ardiendo tras la manifestación de hoy viernes en Barcelona, tras la cuarta noche de protestas por la detención del rapero Pablo Hasél
Efe

Las dos almas del Gobierno han preferido darle al botón de pausa durante el fin de semana a su escalada de tensión a cuenta de las manifestaciones por el encarcelamiento de Pablo Hasél. Tras cuatro noches de disturbios en varias ciudades, decenas de detenidos, más decenas de heridos y daños sobre el mobiliario urbano y el comercio de las zonas donde se convocaban las protestas, desde Moncloa y Unidas Podemos se ha preferido no dar ninguna vuelta de tuerca más a la polémica mientras no pase un sábado que, a tenor de las grandes manifestaciones previstas para la tarde noche a partir de las siete, puede complicarse con facilidad. 

Las reacciones, por lo tanto, han venido desde flancos algo más alternativos. Por ejemplo, la parte socialista del Ejecutivo calla y ha sido la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, la protagonista del vídeo de fin de semana que se suele grabar desde Ferraz y que habitualmente protagoniza un miembro del Consejo de Ministros. Este sábado no. Hoy ha sido un cargo exclusivamente de partido el que ha tomado el argumentario defendido por Pedro Sánchez y los suyos durante toda la semana de que en democracia todos los derechos se defienden a través de la palabra, de los argumentos y de la política. Es decir,  que hay que "ejercer la libertad de manifestación de forma absolutamente pacífica".

Desde el lado de Podemos, silencio casi absoluto. Lo más cerca que ha habido de una reacción a cuatro noches seguidas de disturbios ha venido de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien ha subrayado que "defender la libertad de expresión no justifica en ningún caso" los destrozos y ataques ocasionados en la ciudad , y ha expresado su apoyo a las fuerzas de seguridad. Es decir, lo contrario de la postura mantenida una y otra vez desde la formación morada en Madrid. 

Y también una postura muy similar a la del PSOE, que, en boca de Narbona, ha reiterado su más “rotunda condena” por los incidentes violentos. La dirigente socialista ha subrayado que los mismos no se pueden justificar como un acto de la defensa de la libertad de expresión o de manifestación. "En una democracia plena, como la nuestra, todos los derechos se pueden defender sin recurrir a ningún acto de violencia, a actos de pillaje o destrozos en la vía pública", ha dicho, antes de insistir en que los derechos se defienden a través de la palabra, los argumentos y de las iniciativas legislativas, es decir, a través de la política. Ha recordado, eso sí, que el Gobierno tiene previsto realizar modificaciones en la legislación vigente que fortalezcan los derechos de expresión y de libertad de manifestación, pero defendiendo siempre esos derechos "sin amenazar la seguridad de nadie", ha apostillado.

"Cualquier destrozo como los que hemos visto estos días y, por supuesto los heridos, son absolutamente contrarios a lo que debe ser ejercer la libertad de expresión y de manifestación en una democracia como la nuestra", ha concluido Narbona. 

Mientras tanto, desde uno de los ayuntamientos donde se temen nuevos altercados, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha afirmado que hay 200 policías municipales preparados, a los que se unirán más efectivos de la Policía Nacional, para "parar los pies" a los manifestantes a favor de la liberación del rapero Pablo Hasel, que han convocado nuevas concentraciones en el centro de la capital.

"Nos quieren reventar la ciudad", ha criticado Villacís, que ha avisado de que la Policía Municipal está "preparada", aunque ha subrayado que se está entrando en una deriva "que si no la revertimos es muy peligrosa". "Esta Policía es la Policía del Gobierno, imagínese como se siente uno siendo un policía hoy aquí en Madrid (...) Encontrarse que su propio Gobierno justifica que le agraden", ha reprochado al Gobierno nacional. Sin embargo, ha apuntado que desde la Policía Municipal de Madrid van a estar siguiendo "atentamente" todo lo que vaya ocurriendo con sus diferentes dispositivos, aunque no ha querido dar más información "a los violentos".

La vicalcaldesa ha defendido que los manifestantes se van a encontrar a una Policía que "va a proteger a los ciudadanos, comerciantes y a la libertad", así como con un Ayuntamiento que "tiene muy claro quiénes son los agresores, los agredidos y los fascistas". También, ha ensalzado la labor de los agentes que son "ciudadanos normales que se ponen el uniforme todos los días y se ponen a trabajar para defender al resto de los ciudadanos".

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