El Gobierno mantiene posiciones enfrentadas sobre el momento en que subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Una vez anunciada la decisión de aprobar una mejora inmediata para este 2021, el área socialista y morada de la coalición no se ponen de acuerdo en los tiempos. La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que siempre defendió llevar el alza al próximo año, ha tenido que asumir que será antes, pero este mismo lunes ha defendido que sea el próximo mes de octubre. Sin embargo, Yolanda Díaz, como líder del área morada en el Ejecutivo y responsable de la negociación con los agentes sociales, apuesta por una decisión con efectos inmediatos de cara a lo que queda de septiembre y el último trimestre del año.
La factura de la luz, la vivienda, la reforma fiscal... y el Salario Mínimo. Las divergencias económicas están tensando la coalición. Este lunes, la máxima responsable económica del Gobierno ha defendido una mejora "relativamente limitada" poniendo una fecha concreta: a partir de octubre. La vicepresidenta primera apuesta, con estas declaraciones, por contemporizar la mejora y evitar, según ha reconocido en una entrevista en TVE, en que tenga el menor impacto negativo en la creación de puestos de trabajo.
"El aumento del SMI lo tenemos que hacer siempre y cuando no ponga en riesgo el empleo, sobre todo para los jóvenes", ha explicado Calviño, añadiendo que el Gobierno se guiará por las recomendaciones de la comisión de expertos que creó para analizar la mejor senda de subida del SMI de cara al objetivo de alcanzar el 60% del salario medio a final de legislatura. Es decir, una vez que ese objetivo de cara a 2023 estaría cercano si la recuperación se consolida, la ministra de Economía apuesta por hacer efectiva la mejora en los últimos tres meses del año y sin carácter retroactivo, algo con lo que Yolanda Díaz está de acuerdo.
Las declaraciones de Calviño, momentos antes de comenzar la segunda reunión entre los agentes sociales convocada para este lunes, vuelven a enturbiar las negociaciones. Ya el pasado miércoles hubo tensión en la mesa tras anunciar minutos antes Pedro Sánchez que el Gobierno está decidido a subir el SMI de manera inmediata. Tanto la patronal como los sindicatos han venido criticando estos anuncios "políticos" por parte del Gobierno en los asuntos que conciernen al diálogo social y que todavía no están cerrados. Las intromisiones han sido constantes en temas clave, como por ejemplo los ERTE, y los interlocutores insisten en que son contraproducentes a la hora de negociar en la mesa.
Calviño defiende subir el SMI "siempre y cuando no ponga en riesgo el empleo, sobre todo para los jóvenes"
Precisamente, el momento en el que incrementar esta referencia salarial es una de las cuestiones por cerrar entre el Ministerio de Trabajo, la patronal y los sindicatos. La vicepresidenta Díaz hubiera querido que el SMI aumentara ya desde el pasado mes de agosto, tras asumir que se mantendría congelado todo el primer semestre, como impuso Calviño, a la espera de conocer la evolución del mercado laboral en verano.
Una vez constatada la recuperación -eso sí, aún incipiente- del empleo, la ministra de Trabajo ha defendido una subida desde este mes de septiembre. De hecho, es la vicepresidenta segunda quien se sienta en la mesa negociadora con los agentes sociales y quien, además, interlocuta directamente con Sánchez este asunto. Calviño no participa en estos 'cara a cara' sobre el SMI, explican las fuentes consultadas.
De imponerse la postura manifestada por Calviño implicaría que el millón y medio de trabajadores que perciben el salario mínimo no verían cambios en su nómina de septiembre y tendrían que esperar hasta cobrar el próximo mes de octubre. Sin embargo, habrá que aguardar a que culmine la negociación entre los agentes sociales, que previsiblemente concluirá este mismo lunes. Después de tan solo dos encuentros, el Ministerio de Trabajo quiere cerrar ya en esta jornada tanto la cuantía como la fecha de referencia para subir el SMI y llevar la decisión a un próximo Consejo de Ministros.
Como ha venido avanzando La Información, el Gobierno ha estado estudiando vías para atraer a la CEOE a un nuevo acuerdo en el marco del diálogo social. Los empresarios no están dispuestos a apoyar una subida del SMI en 2021, ante la grave situación que atraviesa el tejido productivo, aunque sí a hablar de la senda de incremento para 2022 y 2023. A cambio, han pedido al Gobierno que conceda bonificaciones a la contratación y que la norma se tramite como Real Decreto-ley para que sea sometida a la aprobación del Congreso y puedan introducirse modificaciones.
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