Movimientos en las filas independentistas

Moncloa valora la 'vía Pascal' para frenar a Puigdemont y crear un PNV catalán

Artur Mas habla con la coordinadora general del PDeCat, Marta Pascal
Artur Mas habla con la coordinadora general del PDeCat, Marta Pascal

Marta Pascal. Es el nombre que empieza a sonar con fuerza en el tablero catalán. Las fichas llevan tiempo moviéndose pero se están acelerando con los últimos acontecimientos de esta semana. La convocatoria de elecciones en diferido anunciada por Quim Torra ha precipitado la maquinaria de un grupo de nacionalistas / independentistas que se preparan para dar un paso al frente e irrumpir en esos comicios con una marca propia. El objetivo es plantar cara a los sectores más radicales de Junts per Catalunya y, en concreto, a Carles Puigdemont y el 'clan de Waterloo'. La fecha a seguir es el 10 de febrero, en menos de dos semanas.

Ese día se encuentra marcada en rojo en la agenda de muchos, independentistas y no independentistas. Moncloa también está monitorizando el movimiento, consciente de que el principal problema para resolver el conflicto político tiene nombre y apellidos y se encuentra fugado en Bélgica. ¿Qué pasa esa jornada? Pascal presenta su libro, 'Perdre la por. Un manifest a favor de la política' ('Perder el miedo. Un manifiesto a favor de la política'). Existe expectación por lo que la excoordinadora general del PDeCAT pueda anunciar ese día. 

Marta Pascal se mantiene en este momento en un segundo plano. No fue partidaria de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) y no quiso conculcar con el choque frontal contra el Estado. Desde Moncloa siempre pensaron que podía ser una interlocutora válida y llegó a haber un acercamiento con ella. Pero la ruptura planteada capitaneada por el president Puigdemont acabó por condenarla al ostracismo. La vicense lo intentó hasta el final, intentando la mediación 'in extremis' del lehendakari Íñigo Urkullu. Pero fracasó. Un detalle, el jefe del Gobierno vasco prologa el libro de Pascal.

Ahora el objetivo de algunos es encontrar una marca capaz de plantar cara a Puigdemont en las próximas catalanas. Pascal, según explican diferentes fuentes consultadas, es una opción para liderar esa candidatura. Hay quien ya se lo ha hecho saber, que no está sola. El movimiento 'antiPuigdemont', en cualquier caso, es mucho más amplio. Diferentes sectores del JxCAT, del PDeCAT y de la antigua Convergència consideran que es el momento de plantear una opción nacionalista útil, al estilo PNV, alejada de la vía Waterloo. 

Hay que recordar, además, que Pascal forma parte del llamado grupo de Poblet, conocido formalmente como 'El País de Demà' (El País de Mañana'), que se está planteando lanzar esa nueva marca para ocupar el hueco que dejó Convergència i Unió y que no está siendo cubierto en este momento. Sería una especie de 'PNV a la catalana'. Este grupo, según indican fuentes conocedoras de los movimientos, está manteniendo contactos con sectores de la dirección del PDeCAT que ha decidido cortar amarres con Puigdemont y buscar una alternativa. 

A este movimiento, de momento soterrado en las filas de JxCAT o, mejor dicho, del PDeCAT, hay que sumar la complicada relación que atraviesa la todavía alianza entre posconvergentes y ERC. El anuncio de convocar elecciones anticipadas en Cataluña ha tensado las costuras entre dos partidos que están tomando rumbos diferentes. Mientras desde Waterloo plantan batalla al Gobierno, los republicanos han conseguido "atornillar" a Sánchez a la mesa de negociación bilateral y manejar los tiempos, como quedó demostrado tras la rectificación de ayer del Ejecutivo central y de la recepción a Gabriel Rufián en Moncloa.

El Gobierno de coalición está fiando sus Presupuestos y, por tanto, la buena salud de la legislatura a su relación con ERC. Si la vía abierta con los de Junqueras se trunca, el Ejecutivo de coalición correrá serio peligro. Por eso cada vez suena con más fuerza en medios socialistas que el PSC pueda contribuir a la gobernabilidad en Cataluña tras estas elecciones anticipadas que se avecinan. De hecho, en el PSOE afirman que Miquel Iceta podría no haber aceptado un cargo de ministro (el elegido del PSC fue Salvador Illa, a Sanidad) con la vista puesta en formar parte del Consell Executiu de la Generalitat.

El próximo jueves 6 será un hito importante. Sánchez se verá con Torra, un dirigente amortizado y que no seguirá, pero la cita debería servir para arrancar la mesa de negociación bilateral. Moncloa es consciente de que los tiempos son complicados y que los contactos podrían cambiar de interlocutor tras los comicios. Pero se sentará y aceptará las condiciones que pactó con ERC para la investidura, como le dejó claro ayer Sánchez a Rufián en un inédito cara a cara.

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