Perjudicados de sus espionajes

Sebastián y Arenillas, citados por el juez por los trabajos de Villarejo para BBVA

Les tomará declaración el 14 de abril en calidad de testigos por el proyecto del comisario en el que intentó frenar la ofensiva de Sacyr al banco.

Miguel Sebastián
Los informes de Cenyt recogieron seguimientos a políticos, empresarios y banqueros.
EFE

El magistrado que investiga los espionajes de José Manuel Villarejo está dando voz a las víctimas de sus trabajos para BBVA. Si primero llamó a declarar a Luis del Rivero y otros dos perjudicados más por el primero de sus proyectos, ahora ha ampliado el foco y ha citado al exministro de Industria Miguel Sebastián y al exvicepresidente de la CNMV Carlos Arenillas en calidad de testigo. El instructor del caso Tándem les preguntará también por su condición de perjudicados por el primero de los trabajos que el comisario ya jubilado desarrolló para el banco y con el que intentó frenar el intento de asalto de Sacyr al banco. 

En una providencia a la que ha tenido acceso La Información, el instructor les cita para el próximo 14 de abril dentro de esta pieza novena de la macrocausa que se ciñe a todos los trabajos que BBVA encargó al entramado empresarial del comisario entre los años 2004 y 2017. Los investigadores sostienen que el espía vulneró los derechos fundamentales de todos los perjudicados por este encargo que se llevó a cabo entre 2004 y 2005. Entre la lista de 'víctimas' del proyecto figuran políticos, banqueros y también empresarios de la élite del país. De hecho, el mismo 14 de abril también comparecerán Del Rivero, José Domingo de Ampuero (exvicepresidente de BBVA) y Vicente Benedito Francés (exdirector general adjunto del banco). Estos últimos solicitaron poder declarar por este asunto concreto. 

De acuerdo con los informes que remitió Villarejo desde el Grupo Cenyt, para este trabajo se celebraron 89 encuentros con medios de comunicación, 73 reuniones con miembros de los Servicios de Información e Inteligencia del Gobierno además de infiltraciones en prensa en aras a difundir noticias negativas de los perjudicados por este encargo. El objetivo, siempre según los documentos incautados al policía, era "boicotear las acciones previstas" contra el entonces presidente del banco, Francisco González, y "provocar el abandono del plan de acoso" que estaría sufriendo en ese momento. Según plasmó en sus documentos, el departamento jurídico de BBVA solo quería que se contactara con los accionistas de Sacyr contrarios a esa operación para convencerles de que actuaran a favor de FG.

En lo que respecta al control de comunicaciones, analizaron cerca de 16.500 e interceptaron un 5% de ellas relativas a Sebastián, Arenillas, Ignacio Rupérez, Emilio Botín o el empresario Juan Abelló, entre otros. En lo que respecta a Sebastián, se produjeron un total de 14 intentos de interceptación del móvil en un movimiento que habría sido descubierto por el CNI. Igualmente también pusieron la lupa en el entorno más cercano del exministro socialista hasta el punto de que anotaron en sus "actuaciones pendientes" la consecución de una grabación de confidencias sexuales de una persona cercana a Sebastián. 

Aunque el banco se ha desligado de estas prácticas insistiendo en que desconocían los métodos así como que era un policía en activo el que estaba detrás de los trabajos, los investigadores sostienen una teoría diferente. De acuerdo con el sumario de esta pieza, la excúpula de la entidad sería consciente de que Villarejo utilizaba el "chantaje" para conseguir "sus espurios fines" y por ello amplió el foco a sabiendas de que con estas acciones se transgredían el secreto de las comunicaciones e intimidad de los perjudicados. La entidad, por su parte, insiste en que su sistema de 'compliance' funcionó correctamente y delega estas contrataciones en la figura del entonces jefe de seguridad, Julio Corrochano. 

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