Nuevo oficio policial

Villarejo acusó a BBVA de engañarle y generar pérdidas en una de sus cuentas

Un trabajador del banco elaboró en 2011 un informe interno sobre las cuentas abiertas por el Grupo Cenyt después de que el comisario jubilado presentara una demanda tras no obtener la rentabilidad esperada.

BBVA pidió excluir partes del 'forensic' antes de su análisis por la Policía Judicial
Villarejo demandó a BBVA por causarle pérdidas: "el producto es un engaño".
J.G.

Las relaciones entre el comisario jubilado José Manuel Villarejo y BBVA no siempre fueron tan buenas como del sumario del caso 'Tándem' se desprende. El agente encubierto realizó distintos trabajos de investigación para la entidad financiera alrededor de 13 años, prácticamente hasta su detención en noviembre de 2017, y por ello confió en el banco para sacar partido a sus inversiones. No obstante, unos años después de dejar a cargo de la entidad financiera los fondos del Grupo Cenyt, el entramado empresarial con el que el agente encubierto prestaba servicios a numerosos reputados clientes, empezó a registrar menos beneficios de los esperados, por lo que decidió demandar a la entidad al considerar que le habían engañado.

"El producto (...) ha resultado ser un completo engaño", afirma literalmente la demanda que interpuso Cenyt, recogida en parte en un informe interno de BBVA que ha sido remitido al titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Manuel García Castellón, a través de un oficio policial, al que ha tenido acceso La Información. Se trata de un documento que elaboró César Béjar Hurtado, un empleado de BBVA, a raíz de la acción legal emprendida por el comisario jubilado, en el que detalla cómo se inició la "relación comercial" con Cenyt y explica por qué el agente encubierto decidió abrir una cuenta bancaria en la entidad vasca.

Béjar trabajaba en la sucursal del BBVA en la calle Orense de Madrid en la que Villarejo abrió una cuenta bancaria en diciembre de 2004, justo unos días después de que Cenyt fuera contratada por primera vez por el banco para realizar presuntos servicios de espionaje. Con motivo de ese documento interno, al que ya hizo referencia el 'forensic' elaborado por PwC para esclarecer si hubo irregularidades en los pagos a Cenyt, el juez Joaquín Gadea, refuerzo del magistrado García Castellón, le tomó declaración como testigo el pasado 24 de noviembre, en el marco de la novena pieza separada del caso 'Tándem', centrada en los encargos que hizo la entidad presidida entonces por Francisco González al comisario jubilado. La principal sospecha es que la apertura de dicha cuenta y la designación de una oficina determinada viniera "impuesta" por el propio banco "como forma más fácil para facilitar los pagos" de sus servicios, por los que llegó a recibir 10,3 millones de euros entre 2004 y 2017. 

El correo de Corrochano

Así, en el marco de estas indagaciones, el juez instructor reclamó a PwC que aclarara dónde había encontrado el escrito, con fecha de 1 de junio de 2011 redactado por Béjar, cuya respuesta trasladó Asuntos Internos el pasado 7 de diciembre. Según señala el oficio policial, que recoge la contestación de la compañía auditora, el archivo en cuestión se encontró en el buzón de correo del exjefe de Seguridad de BBVA Julio Corrochano, que actuó como intermediario entre el Grupo Cenyt, y el banco. Cabe recordar que este directivo está citado a declarar como investigado el próximo 21 de diciembre, después de que enviara al Juzgado un extenso escrito en el que explica por qué decidió contratar a Villarejo.

El informe interno señala que el "origen de la relación" entre Cenyt y la oficina de BBVA en el centro financiero de Madrid fue el 23 de diciembre de 2004, cuando se procedió a la apertura de una cuenta bancaria. En este sentido subraya que entiende que Villarejo eligió dicha sucursal por "la cercanía con el domicilio" de sus empresas, el Edificio Torre Picasso, desde donde operaba para sus clientes. El escrito firmado por el testigo César Béjar hace algo más de 10 años continúa relatando que tiempo después a la apertura de dicha cuenta, Corrochano concertó en 2007 una entrevista entre el comisario jubilado y el entonces director de zona de la entidad y la responsable de la sucursal para tratar un asunto relacionado con "algunos proyectos que tenían en cartera".

"Relación recíproca"

En dicho encuentro, según señala el informe, Villarejo "expuso su relación con BBVA y la lógica reciprocidad en el sentido de que si el banco era cliente suyo, lo lógico es que ellos tuvieran una relación más estrecha con el banco". Así, tras este primer encuentro y otros posteriores que se mantuvieron ya con el socio del expolicía en el Grupo Cenyt, Rafael Redondo, se "reactivó" la relación y se acordó formalizar el 23 de mayo de 2007 una cuenta de crédito con garantía hipotecaria por un importe de 1.024.100 euros y por un plazo inicial de 60 meses; lo que le siguió en junio de ese mismo año un contrato de "cobertura de riesgo de tipos de interés" por el mismo importe, y un año más tarde otro contrato para la "reestructuración" de dicha cobertura. Sin embargo, años después, a Villarejo no le salían las cuentas y demandó al banco por presuntamente "engañarle".

Villarejo "expuso su relación con BBVA y la lógica reciprocidad en el sentido de que si el banco era cliente suyo, lo lógico es que ellos tuvieran una relación más estrecha con el banco”, recuerda el informe.

Así, tras analizar la situación, el trabajador de BBVA recoge en su escrito una serie de "consideraciones" que pueden servir para "una mejor defensa de los intereses" de la entidad financiera. En este sentido, subraya que todos los extremos de las operaciones bancarias se negociaron "directamente" con Redondo, quien, según insiste el escrito en varias ocasiones, "mostró una perfecta comprensión de lo que se le estaba explicando, participando activamente en la conversación", así como su "conformidad" con los mismos.

Además, Béjar explica que fue el Departamento de Mercados del banco quien, de forma "acertada", ofreció al grupo empresarial del comisario jubilado la "reestructuración" de la cobertura de su cuenta al considerar que "la evolución de los tipos de interés iba a ser distinta de la estimada", lo que "podría provocar liquidaciones negativas para Cenyt de importes elevados". Con todo ello, el informe hace especial hincapié en que, pese a la presentación de la demanda, la "relación comercial" se mantuvo "con total normalidad" hasta la fecha y que tampoco constaba que desde las empresas de Villarejo se formulara "reclamación alguna al respecto", más allá de las quejas verbales del que fuera su socio por el "descontento con las liquidaciones negativas que se estaban produciendo”.

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