Contraespionaje en el caso Tándem

Villarejo alertó a Del Rivero: Repsol acudió a Rajoy ante el intento de asalto

El expresidente de la constructora reveló al juez detalles del informe que el policía le ofreció y que advertía que Brufau buscó el apoyo de líder del PP.

Luis Del Rivero, De Sacyr
El entorno de Cenyt estableció contacto con la constructora a través de su jefe de seguridad.
EUROPA PRESS - Archivo

José Manuel Villarejo estudió muy de cerca el intento de asalto de Sacyr a Repsol hace ahora nueve años. Consciente de la trascendencia que tenía esta jugada para los protagonistas de la historia, se acercó a las dos partes con la intención de ofrecerles sus servicios en plena pugna de poder. En lo que respecta a Luis del Rivero, que acabó siendo el objetivo principal del encargo, Villarejo le trasladó que el presidente de la petrolera, Antoni Brufau, estaba buscando el respaldo del entonces líder del PP, Mariano Rajoy, para evitar a toda costa que Sacyr entrara en el capital de la multinacional. 

Así lo relató el propio Del Rivero en su cita judicial el pasado 17 de diciembre, de acuerdo con fuentes presentes en la declaración consultadas por La Información. El empresario, que ostenta la condición de perjudicado por partida doble de los trabajos de Villarejo, hizo mención a este episodio del que fue alertado desde Cenyt. En concreto, se refirió a la propuesta de proyecto que se le ofreció a Sacyr y que tenía por nombre 'Informe Design'. El mismo recoge un capítulo clave que se produjo el 15 de septiembre de 2011 apenas días antes de entregarle esta propuesta. Aquella jornada, el entonces candidato a presidir el Ejecutivo se reunió con la élite empresarial en un encuentro que se celebró en el domicilio de Javier Godó en Barcelona.

En la cita participaron empresarios como el expresidente de Indra Javier Monzón; el fallecido José Manuel Lara (Planeta); el exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, o el entonces presidente del FC Barcelona Sandro Rosell. Sin embargo, los dos comensales en los que el policía tenía puesto el foco fueron Isidro Fainé y Antoni Brufau. El documento que Villarejo hizo llegar a Del Rivero recogía los movimientos de los dos protagonistas, siempre según relató el empresario al juez. El informe, que Villarejo entregó a Sacyr a través de su entonces jefe de seguridad Rodrigo Álvarez, advertía como Brufau estaría buscando aproximarse a Rajoy para alertarle de la situación e incluso exponerle la existencia de una posible alianza entre Sacyr con el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, todavía presidente del Gobierno hasta diciembre de ese ejercicio. 

No firmó con Cenyt

De este modo Del Rivero se refirió en todo momento a lo contenido en el informe, el cual fue aportado a la causa por Rodrigo Álvarez, que también declaró como testigo en la jornada del pasado jueves. El presidente de Sacyr, lejos de negar la acción sindicada con Pemex, la confirmó e incluso defendió esta estrategia en sede judicial asegurando que, de haber fructificado, Repsol se habría convertido en una compañía pionera del mundo en reservas de petróleo. No obstante, dejó claro que declinó la oferta en firme de Cenyt, de modo que pasó de figurar como potencial cliente del comisario a víctima de sus trabajos puesto que los que sí le contrataron fueron Repsol y Caixabank. Se trató de un proyecto que se cerró también a finales de 2011 y cuyo hallazgo entre el material incautado al policía dio pie a la apertura de la pieza número 21 del caso Tándem. 

En el marco de la misma el juez imputó a los exjefes de Seguridad de Repsol y su segundo, Rafael Araujo y Rafael Girona, respectivamente, además del homólogo de Araujo en Caixa, Miguel Ángel Fernández Rancaño. En su declaración en sede judicial, que se produjo la pasada semana, confirmaron los trabajos gestionados por el comisario dejando patente que fue él quien les ofreció sus servicios, que pensaban que estaba en excedencia y que nunca tuvieron conocimiento de que empleara técnicas irregulares para sacar adelante estos servicios que se hacían llamar de inteligencia. En lo que respecta a la estrategia de Sacyr (que en el momento de los hechos tenía un 20% del capital de Repsol), los dos aseguraron que la preocupación era máxima debido a que Pemex trataba de controlar los activos internacionales de Repsol y Sacyr los de España.

El doble juego de Villarejo

Aunque Araujo no mencionó a Brufau en ningún momento, Fernández sí sacó a relucir en su interrogatorio que despachó estos asuntos con Fainé. De hecho, normalizó la situación asegurando que solía reportar al entonces presidente de la entidad acerca del avance de las investigaciones, incluidas las encargadas a Cenyt. Ahora bien, insistiendo que el interés era puramente mercantil y que nunca se tuvo constancia de prácticas irregulares de Villarejo y su entorno. El proyecto, que se costeó a medias pero que se gestó a iniciativa de Repsol, se bautizó con el nombre de Wine y se presupuestó en un primer momento en 925.000 euros. La documentación incautada al comisario jubilado tras su detención en noviembre de 2017 destapó más detalles de este cometido que se libró entre los años 2011 y 2012, coincidiendo con el cambio en la presidencia del Gobierno. 

Los agentes de Asuntos Internos encontraron informes sobre el tráfico de llamadas de Del Rivero así como de su mujer y sus hijos. De hecho, el control sobre su personal se amplió además a las sociedades a su nombre y propiedades inmobiliarias. Los agentes también analizaron manuscritos de Villarejo en los que se preguntaba acerca del paquete de accionariado de Repsol y la investigación se llegó a ampliar a México precisamente por el papel que jugó Pemex en este intento de asalto al banco el cual resultó fallido y terminó con la salida de Del Rivero de la presidencia de Sacyr. Sobre este punto, el empresario dijo al juez que no le constaba haber sido espiado hasta este extremo y destacó este doble juego que se produjo desde Cenyt en tanto a él Villarejo le alertó de que Repsol iba a impulsar una campaña negativa en su contra. Además, de acuerdo con la documental obrante, el comisario comenzó a controlar las llamadas de Del Rivero semanas antes incluso de formalizar el contrato con Repsol, a finales de 2011. 

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